El ex presidente de la Sociedad Rural local y miembro de la actual comisión directiva, Pierre Courreges, habló con ACTUALIDAD sobre la medida de fuerza que lleva a cabo el sector agropecuario, en rechazo al cierre de la exportación de carne.
«Es un tema que cae como balde de agua fría, en un momento en que la ganadería está pujante. Todos los productores están tratando de guardar una vaca, de fertilizar verdeos, de sembrar pasturas, están todos invirtiendo; y se da este cierre de las exportaciones dentro de un mismo gobierno que se ve que no sabe qué hacer, porque en su campaña hablaba de traer divisas, generar trabajo y exportaciones; y ahora tiene políticas contrarias a eso», sostuvo Courreges.
«Esto desconcierta y la gente no sabe qué hacer. Finalmente se termina haciendo un ‘parate’ y no se sigue invirtiendo en una actividad que va a estar cerrada. La medida llega para marcarle un poco la cancha al gobierno», agregó.
«Veremos cómo seguimos -dijo Courreges-. Pero seguramente mucha gente tomará decisiones contrarias a lo que el país necesita, que justamente es producir. Es un momento difícil para el sector y para muchos trabajadores que viven de esto. Ni hablar la industria frigorífica exportadora, que es la primera afectada porque es la que trabaja a diario pasando miles de cabezas de ganado. En este sentido vale aclarar que parte de eso va a la exportación y otra parte queda en el consumo interno».
Además, «cada una de esas industrias tiene 500 trabajadores; y si cierran la exportación quedan cerca de 12.000 personas sin trabajo momentáneamente. Esperemos que se pueda abrir y seguir adelante», añadió.
Una medida que ya se dio años atrás y nunca logró el objetivo buscado: que se baje el precio de la carne. «Ya se hizo y acá estamos, con menos cabezas de ganado en el país, con menos producción y precios por las nubes, pero hay que preguntarse por qué. El precio internacional no ha cambiado mucho. El tema es que el bolsillo del trabajador o de las familias no alcanza, por un problema inflacionario. El peso está devaluado y la gente busca invertir en otras cosas», expresó Correges.
Destacó que en el sector «producimos para 400 millones de personas y nosotros somos 40 millones, el 10 por ciento. Si a la gente no le llega comida a su mesa, el problema es político, está en otro lado, es el valor del dinero argentino. Tal vez hay una máquina de imprimir billetes sin sentido y finalmente no vale».
Ajuste en la clase política y reducción de impuestos, es lo que piden los productores. «Pero, más allá de eso, la verdad que no tienen cabeza, porque no se puede tropezar dos veces con la misma piedra. Si ya se hizo y no funcionó, pensemos otra cosa. ¿No tienen alguien que piense en otra salida, en lugar de llevarnos a la nada y que haya trabajadores despedidos? ¿Que haya menos carne o alimentos, en un país donde los alimentos tienen que sobrar?. El problema es que los políticos no tienen cabeza y solamente piensan en ellos», sostuvo el dirigente.
«Desde la Rural y en realidad todos los productores, pedimos que las políticas sean otras, que sean junto al campo, tratemos de sacar esto adelante y creo que es lo que están esperando todos, los comercios también. Se necesita trabajar. Entendemos que hay una pandemia, pero la política sanitaria tampoco fue buena, porque la pandemia está cada vez peor y los negocios no trabajan. Entonces, realmente no hay cabeza en la dirección», añadió.
Courreges insistió en que «no podemos aprobar cosas que sean en contra del sector y de la gente trabajadora, como es cerrar la exportación en un país que necesita exportar, que entren divisas y el trabajo. Cerrar esto me parece que es una política malísima».
El comunicado de la Rural
«La Sociedad Rural del Partido de General Villegas rechaza enérgicamente el cierre de la exportación de carne vacuna dispuesto por el gobierno nacional y adhiere al CESE DE COMERCIALIZACIÓN DE TODAS LAS CATEGORÍAS DE HACIENDA VACUNA convocado por la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias, desde el jueves 20 de mayo a las 0 horas hasta el viernes 28 de mayo a las 24 horas.
Consideramos que el gobierno sigue tropezando con la misma piedra y que la medida adoptada ya fracasó rotundamente en el pasado. El mismo error se cometió en el 2006, lo que conllevó al cierre de frigoríficos, la desaparición de miles de puestos de trabajo y la pérdida de millones de cabezas de ganado. Pero lo peor de todo es que el gobierno nunca logró su supuesto objetivo: bajar el precio de la carne.
Culpar a los productores del aumento del precio de la carne es un acto de cinismo. En primer lugar, porque la culpa de que el sueldo depreciado de los trabajadores no sea suficiente para comprar carne no es del campo, sino de la inflación que devalúa mes a mes el salario de los argentinos y que es producto de una política económica desacertada. En segundo término, los precios de los alimentos están inflados a causa de una agobiante carga tributaria. Es el gobierno quien debería poner el ejemplo: ajustando a la clase política y reduciendo los impuestos se lograría bajar el precio de los alimentos.
Pero además, este tipo de medidas atenta no solo contra el campo, sino contra el pueblo que dicen defender, puesto que no hace más que generar pobreza, promueve la desinversión, desfinancia al país y pone en riesgo miles de puestos de trabajo.
En vez de incentivar la actividad productiva -que permite el ingreso de divisas a nuestro país- el gobierno no hace más que atacar al campo, motor económico que empuja a la República Argentina.
Desde la Sociedad Rural del Partido de General Villegas decimos BASTA y pedimos al gobierno nacional que revea la decisión tomada».