Gloria Domínguez es maestra jardinera. Actualmente trabaja en el Jardín N° 918. Oriunda de Trenque Lauquen, pero casada con un villeguense (Lobetto), está radicada en nuestra ciudad desde hace tiempo. Con experiencia en la inclusión escolar de niños con discapacidad, habló con ACTUALIDAD al respecto en el espacio de Aderid.
¿Cuál es el rol de un docente en la inclusión escolar?
Creo que principalmente es acompañar. Primero conocer, integrar y una vez que conocemos al niño, poder darle las posibilidades que todo niño necesita. Hay que ver qué les gusta, cuáles son sus dificultades. También hay una necesidad de reestructurarnos como docentes, poder modificar el estilo de enseñanza.
Es una adaptación para el docente y también para sus compañeros.
Cuando yo empecé a trabajar en el Jardín en 2019, me dijeron que tenía una niña con discapacidad. La nena venía de sala de 2 en esta institución, con el mismo grupo. Entonces fue tan rico ver el vínculo que tenía con sus compañeros, que hizo que mi trabajo sea más fácil. Para esa niña el Jardín era como su casa. También cuenta el compromiso de tus pares. La preceptora está continuamente ayudando, los otros docentes que la habían tenido antes, los equipos directivos y de orientación. Uno como docente tiene miedo. Al estar frente a un niño con discapacidad se puede producir angustia, plantearse ‘¿cómo voy a hacer?, yo no estoy capacitada’. Creo que esto nos ha pasado a muchos docentes de todas las instituciones educativas. Lo importante es poder abrirse, darse la posibilidad de conocerlos, ver cuáles son las dificultades, las limitaciones e ir buscando estrategias. Respecto al trato con sus pares, es muy lindo, a los chicos les cuesta menos, se adaptan y no hay diferencia. Eso es fundamental y de gran apoyo, para que los niños se sientan bien y puedan disfrutar la estadía en el Jardín.
¿Cuánto es de positivo para ese niño/a poder ser incluido?
Tiene mucho de positivo, porque los ayuda a relacionarse con otros, a conocer nuevos espacios, a poder vincularse, estar, disfrutar, jugar. Está buenísimo que exista hoy la inclusión escolar en los distintos establecimientos. Es a lo que uno apunta y vamos por más. Lo principal es, como docentes y también como comunidad, poder vencer las barreras, los miedos y darles la posibilidad de observarlos, escucharlos, acompañarlos, para que se puedan sentir parte. Con sus dificultades y limitaciones, pero es el encuentro con el otro, las miradas… es muy positivo para los niños sentirse parte de una institución. Hay que ayudar a los chicos a promover el respeto, el valor de la solidaridad, del compromiso, del amor. Hay un montón de cosas sumamente positivas en el poder estar juntos, compartir, ayudarse, divertirse. Creo que son más las cosas positivas que podemos encontrar, que las dificultades. Para el docente es un desafío, pero es mucho lo que uno recibe respecto al aprendizaje y el crecimiento, como profesional y como persona. En Villegas se ve la gran apertura de los establecimientos y eso está buenísimo.
El docente por sí solo, ¿puede?
Es fundamental el trabajo en equipo (preceptora, directivos, docentes, equipo de orientación), pero también la comunicación fluida y el asesoramiento de los profesionales de Aderid y de la Escuela Especial, en mi caso. Y lo fundamental son los acompañantes terapéuticos, es importante que se agilicen las gestiones para que puedan estar desde un principio acompañando a los niños, para que sea más fácil, más agradable y le de más seguridad a ellos también. Uno no está preparado para esto, pero cuando te toca hay que abrirse, pedir ayuda, dejarse ayudar, encontrar herramientas, para que ese niño con discapacidad y todos, en el espacio que están, puedan ser felices.
¿Qué podemos hacer desde la comunidad para incluir?
Yo creo que lo primero es dar la posibilidad. Es abrir las puertas y conocerlos, acompañarlos. Creo que eso es vencer el miedo, el prejuicio, todas esas barreras que están latentes. Es fundamental poder ser empáticos, ponernos en el lugar del otro, abrir el corazón, para que todos los niños tengan el mismo derecho, puedan sentirse parte, aprender, crecer. El tener un niño con discapacidad para mí ha sido muy rico. Te llena el alma.