Franco Polucci es villeguense pero hace más de 20 años que dejó nuestra ciudad. Actualmente está radicado en San Luis. Se recibió en Lincoln de profesor de educación física, pero también es profesor de pádel reconocido por la Asociación Argentina de Pádel. Hoy, ya retirado de las canchas como jugador -llegó a estar entre los 50 mejores del país-, está dedicado por completo a la formación. De hecho, fundó la Academia Franco Polucci y algunos de los que fueron sus alumnos ahora están haciendo carrera en España.
Su historia comienza en las canchas de pádel de Atlético, en la época en que su papá era conserje y él se la pasaba en el club jugando todo el día.
Luego llegó el profesor Jorge Barrios y empezaron los viajes y competencias a Trenque Lauquen, Pehuajó, Salliqueló, en la época en que Belasteguín jugaba en menores.
Pero entonces el pádel experimentó el bajón que todos conocemos y se vino abajo. «Me dediqué a jugar a otras cosas y después me fui a estudiar educación física a Lincoln. Volví a jugar, pero de manera social. Me picó el bichito de nuevo. Luego me fui a Rosario y ahí empezó mi carrera como jugador y como entrenador, porque ahí arranqué a trabajar también», recuerda Polucci.
En ese momento, a pesar de tener que trabajar y no poder dedicarse 100% a entrenar y a disputar todos los torneos necesarios para estar entre la elite, Franco logró meterse entre los 50 mejores jugadores de pádel.
«Fue un poco tarde. Ya tenía 24 o 25 años. Tenía que trabajar y bancarme. Hice lo mejor que pude», rememora.
Jugó con y en contra de grandes jugadores, tales como Elías Estrella -quien estaba llamado a ser uno de los mejores y lamentablemente falleció en un accidente-, Martín Di Nenno, el «Pollo» Novillo, entre otros.
«Tuve la suerte que en Rosario era tremendo lo que se jugaba al pádel en esa época y había muy buena calidad de jugadores. Trabajé en la Asociación Santafesina de Pádel (ASP) y aprendí muchísimo. Empecé a formarme, a hacer cursos, a investigar. Después llegué a San Luis en el 2013 y tuve la suerte de que acá está «Sanyo» Gutiérrez que para mí es uno de los mejores jugadores del mundo y Maxi Sánchez. Acá se vive un pádel muy fuerte. Creo que es la provincia donde más se vive el pádel. Muchos padres empezaron a llevarme a sus hijos. Armé la Academia Franco Polucci. Empecé a llamar a gente que quiera volcarse al pádel y armé un grupo de profesores, preparador físico, psicólogo, nutricionista», sostuvo.
«Estamos con este proyecto y hoy tenemos jugadores en España. Dos alumnos que estuvieron desde muy chicos conmigo: Joaquín Tercero y Valentino Acosta. Están intentando meterse en el circuito. Es un camino duro, pero tienen 17 o 18 años. Hay que tener paciencia. El argentino tiene algo extra que es el hambre y las ganas de triunfar», expresa el profesor de educación física.
Tras el bajón histórico, hoy el pádel ha cobrado renovados bríos. «Creo que el pádel está en el mejor momento. Antes era más social y hoy está un poquito más profesional. Antes iba la familia a jugar. Hoy es social, pero no va la familia. El jugador está más preparado. Ahora hay clubes de pádel que antes no había», concluye Polucci.