Son las 16 horas en Francia. Gastón Borrego deja por unas horas su trabajo en el área gastronómica de Cassis, un poblado sobre la Costa Azul de unos 8 mil habitantes en invierno, pero que suele orillar los 30 mil en temporada de turistas.
Sol radiante. Unos 27º nos dice el Mono, como lo llaman sus amigos íntimos y lo recuerdan los hinchas de Cosmopolita, donde gritó más de un gol.
«Estoy a unos 20 kilómetros de Marsella, que es la tercera ciudad del país. Cassis es un pueblo de pescadores, pintoresco, con muchas casas de veraneo. En verano recibe mucho turismo porque entre otras cosas se practica buceo. Y todo a 15 minutos de tren de Marsella», nos ubica geográficamente en su nuevo mundo.
A tono con el nombre de la mañana radial de Actualidad la pregunta cayó de madura. ¿De qué se habla en Francia por estas horas?
«De la salida de la pandemia, mucho. De elecciones no tanto, porque acá no es obligatorio ir a votar. El que tiene ganas vota y que no… de la pandemia se habla porque todos queremos que se termine. Avanzó mucho la vacunación. De hecho yo me vacuné hace 15 días con Pfizer. Me dieron una sola dosis porque ya había cursado la enfermedad en enero», contó su experiencia.
En franca apertura, habló que «Francia hace una semana que eliminó la obligación de usar los barbijos de la vía publica. Solo hay que usarlos en lugares cerrados. También sacaron la restricción de horarios, ahora podemos andar a la hora que queramos. En los restaurantes hace tiempo que trabajamos en el exterior, pero ahora también los hacemos al 40% en el interior».
Borrego también observa una mayor aceptación a las vacunas: «La gente era reacia a vacunarse, pero ahora lo acepta al ver que no pasa nada malo si te vacunás. También porque sabe que se lo van a exigir para viajar. Acá podes sacar vos los turnos y ya vacunan en las farmacias. Cuando sacás el primero te dan turno para el segundo. En las farmacias de acá hay un poco de demora porque hay solo dos en el pueblo, pero vino un colectivo del gobierno y vacunaron en la playa sin pedir turnos. Hacías la cola y te vacunaban. Vacunas hay. Incluso preguntaban en los trabajos quien se quería vacunar y en 15 minutos ya estás vacunado. De la gente que tengo a mi lado, la que trabajo o frecuento, diría que el 90 por ciento está vacunada, y por eso los contagios han bajado muchísimo.»
No obstante, aclara que Francia y Europa en general no baja los brazos. «Tienen miedo a que se produzca una cuarta ola en octubre», advierte.
El turismo es muy importante para la economía de Cassis y toda la Costa Azul. «Por el momento se acercan muchos franceses, pero no tatos extranjeros. No veo muchos ingleses ni alemanes, que son los que mas vienen al sur en verano. Pero pero recién estamos entrando al verano. No han empezado las vacaciones acá. Es como si fuera en Argentina fines de diciembre», analiza la temporada en ciernes.
«La gastronomía, como en muchas partes, ha sido perjudicada. Tengamos en cuenta que representa mas del 30 por ciento de la economía de Francia. Durante la etapa de restricciones el 80 por ciento de los salarios del sector fue pagado por el gobierno. Recién ahora se esta normalizando. Más allá de estar encerrados en cuarentena, la economía personal de cada uno siguió igual, solo lo sufrió el país de manera general», explicó.
Un país ordenado, de Primer Mundo. En Cassis, cerquita de Marsella, sobre el Mediterráneo, un villeguense que hace su vida laboral se hace un alto en la tarde para contar cómo la pesadilla empieza a quedar atrás.