El viernes 30 de julio quedó inaugurada la muestra “El lujo del Detalle”, de Pedro Vilar, en el Museo Carlos Alonso. El intendente municipal, Eduardo Campana, recorrió la obra junto a Candelaria Vilar -impulsora de esta muestra e hija del dibujante-, la directora de Deportes y Turismo, Sandra Heredia, y la coordinadora del Museo, Ana Pontiggia.
Una exposición para chicos y también para grandes que invita en el inicio del recorrido a reflexionar acerca del mundo y sus miradas. “¿Qué es la vida? Detenernos a observar. Como ilustrador Vilar nos trae una propuesta casi perdida en nuestros tiempos: frenar a mirar el detalle. Esta muestra artística abre la posibilidad de nutrir, en la pausa, la imaginación a través de composiciones repletas de mundos mínimos que se hablan entre sí”, expresa Ana Pontiggia.
La exposición de Pedro Vilar nace por un impulso de su hija Candelaria Vilar y de sus hermanos, ayudados y acompañados por el equipo del Museo, con la intención de recordar y difundir su trayectoria y su obra, destacando su talento como ilustrador.
«Nosotros somos 4 hermanos. Cuando mi padre muere nos dividimos su obra y me encontré que tenía un montón de cuadros de él con ilustraciones en tinta china coloreada con tintas de colores. Se lo ofrecí a Anita (Pontiggia, coordinadora del Museo Carlos Alonso) Ella encantada. Armó un laburazo para marzo del año pasado, pero la pandemia detuvo todo. Ahora, como las cosas se han calmado al poder reabrir el Museo, Anita me dijo ‘Hagamos lo de la obra de tu papá’. Me traje todo lo que me correspondía a mí. Hay cuadros que fueron expuesto en el 2015, cuando el en Centro Cultural Kirchner le hicieron un homenaje. Tiene un trabajo muy lindo, muy colorido y sumamente detallista. Tiene un dibujo muy característico y un trazo muy especial. Eso es lo que va a estar mostrado en las paredes del Museo», comentó Candelaria quien hace 22 años vive en nuestra ciudad.
Además de ser ilustrador de obras infantiles, Vilar también tenía una arista como ilustrador político y social, destacándose su tarea de humor gráfico en publicaciones como la reconocida revista «Tía Vicenta».
«El año que viene o más adelante queremos hacer una segunda muestra exponiendo su perfil de ilustrador social y político», adelantó Candelaria.
La muestra estará disponible hasta mediados de septiembre y se realizarán visitas guiadas tanto a particulares como a instituciones educativas, siempre con cita previa.
¿Quién fue Pedro Vilar?
Pedro Vilar fue un ilustrador, dibujante y humorista nacido el 29 de marzo de 1936 en el barrio de Palermo en la ciudad de Buenos Aires y es conocido internacionalmente por ser el hombre que le puso imagen a célebres creaciones de María Elena Walsh.
Su amplia obra abarca libros, medios gráficos y televisivos.
Fiel a esa temprana vocación se ganó un lugar con su talento en los principales diarios y revistas de la Argentina.
Dibujos protagonizados por personajes de gestos elocuentes y mucho humor, páginas completas, detalles al margen o al final de una página y también las letras capitales, esas que dan comienzo a cada capítulo, forman parte de su sello personal. Ilustraciones que, si se miran con atención, revelan un sesgo barroco: situaciones pequeñas atiborran grandes composiciones, plenas de colores, de formas diversas y con muchos guiños para el observador. Un trabajo paciente y certero que lo tuvo como autor de esas memorables tapas e ilustraciones infantiles, pero también como colaborador de las más importantes revistas de humor de Buenos Aires entre los años 50’s y 80’s.
A lo largo de su carrera, Vilar trabajó en revistas como Tía Vicenta, La Hipotenusa y Media Suela; en Anteojito hizo la historieta “Agustina”; en Para Ti, “La familia tipo”. En los diarios La Nación, La Razón, La Epoca, La Voz y Viento Sur mantuvo tiras como “Punto en Boca”, “El comando Gelatina”, “María Castaña”, “Cleto y González” y “Cipayón y Tilinguín”.
Pero su mayor aporte a la tradición gráfica fueron las ilustraciones que hizo para los libros de María Elena Walsh: Tutú Marambá, Dailan Kifki, Zoo loco, Manuelita, El reino del revés y tantos otros.
Además de los libros de María Elena Walsh, ilustró otros como Reportajes supersónicos, de Syria Poletti, Nuestro terruño y Palabras mías, de Zulema Vilar, y Esa musiquita, de Teresa Parodi.