En el marco del Centenario de Fútbol Club Bunge es imposible no hacer mención de un nombre que quedará marcado a fuego en la historia del Tambero: Pedro Coronel. Román Alustiza, de OVACIÓN, se dio el lujo de hablar con un futbolista emblema del equipo de San Telmo que en el año 1975 ascendió a Primera División.
Pedro Coronel, alias «el Mago», nació en Goya, Corrientes, en 1951. Se inició en las inferiores de San Lorenzo, pero fue en San Telmo donde comenzó a inscribir su nombre en la rica historia del fútbol argentino. Era mediocampista, de gambeta desequilibrante, buena pegada en los tiros libres y goleador. En 1971 debutó con San Telmo, salió campeón en varias divisiones juveniles y fue el goleador del equipo que ganó el ascenso a Primera División. En la máxima categoría del fútbol argentino siguió haciendo goles y tuvo una tarde memorable en 1976: le hizo un gol a Hugo Gatti y el «Candombero» se impuso por 3-1 frente a Boca.
Luego pasó por Gimnasia de La Plata, Sarmiento de Junín, Temperley, El Porvenir, Godoy Cruz y Once Caldas (allí salió campeón). En todos dejó buenos recuerdos y muchos goles.
Por supuesto que los villeguenses -en especial los bungenses- lo recuerdan por su paso por el «Tambero».
Pero volviendo a su época en San Telmo -este año se cumplieron 45 años de ese histórico ascenso a primera-, Coronel formó parte de un equipo que brindaba espectáculo. Ese mediocampo -conformado por Camejo, Rilo y Coronel- todavía es recordado por los hinchas que peinan canas.
«Mucha alegría de haber participado en ese ascenso. Hice 23 goles en el campeonato de la B, después hice 13 goles en Primera. El primer partido fue en la cancha de Colón y ganamos 1 a 0 con un gol mío de penal. El ganar el ascenso y después jugar contra equipos como Boca, Rosario Central de Kempes… y yo hacer goles… Esa fue mi mayor alegría y para la gente de San Telmo», recuerda Coronel.
Bunge
«Yo trabajaba en una disquería en Lomas. Mi patrón era Rubén Giménez, cuya señora es de Bunge. A través de él llegué a Bunge. Fue una linda etapa y yo estoy agradecido de Dios por todas las cosas que me pasaron en el fútbol. Siento mucho cariño por los lugares donde estuve, pero especialmente por Bunge», rememora.
Y agrega: «Tengo mucho cariño y respeto por la gente de Bunge y Villegas. Me han hecho vivir unos momentos inolvidables dentro de mi carrera deportiva».
También vistió las camisetas de Eclipse e Ingeniero.
Este año el «Tambero» cumplió 100 años y Coronel fue un apellido recordado por muchos hinchas. El crack espera que la pandemia sea un mal recuerdo para volver a Bunge y celebrar con viejos amigos.
«Sigo en contacto con la gente de Bunge. Para mí es una alegría inmensa hablar con Antonio Rosales, a quien quiero mucho. También con la familia Yeregui y Nievas», se despide el goleador.