“Ciertas imágenes de la infancia se quedan grabadas en el álbum de la mente como fotografías, como escenarios a los que, no importa el tiempo que pase, uno siempre vuelve y recuerda” (Carlos Ruiz Zafón)
¿Por qué comenzar esta reflexión (si puede llamarse así) con una imagen muy conocida por los adultos de hoy?
Porque, si bien hubo otras revistas infantiles, las de Billiken de Constancio Cecilio Vigil, son las imágenes que nos acompañaron en nuestro tránsito por la infancia y puntualmente en el transcurso de la escolaridad primaria.
Fueron muchos los sustantivos utilizados a lo largo de la historia para referirse a los niños: “criaturas”, “chicos”, “infantes”. Más allá de las denominaciones, la realidad es que los niños, por muchos años fueron “invisibles” en cuanto a derechos y trato social. Pero muy lamentablemente muchos gobiernos y algunos funcionarios han utilizado (¡¡¡innumerables veces!!) la clásica foto abrazando a un niño y diciendo la gastada frase “que los niños serán mi prioridad de gestión”…
Pero dejando de lado el debate de las miradas hacia la infancia, me quiero detener en una publicación que dio un puntapié inicial para cambiar la mirada del niño, de la criatura, del infante, del pibe, del chico, del nene… me refiero a la publicación de la centenaria revista Billiken de Constancio Vigil.
Y al decir “Nene”… ¿Qué adulto de la ciudad o del partido, no recuerda aquella emblemática librería “El nene” de Nelson Millán? Primero en la calle Belgrano (entre Moreno y Alberti) y años más tarde en la calle Moreno (entre San Martín y Arenales) ¡Qué acertadamente tenía como logo de su negocio la popular figura del “nene” de Billiken!
Pero… ¿Billiken trajo cambios a nuestras infancias? Para ello basta con recurrir a la lectura de un muy buen tratado de Paula Bontempo: “Los niños de Billiken” (Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Universidad de Buenos Aires (UBA).
Esa imagen es la portada de la revista infantil más popular de nuestro país, que salió al mercado el 21 de noviembre de 1919… “esa tapa intentaba mostrar diversas facetas de la infancia. Así, aparecía el personaje que compuso la portada inaugural -un niño con una pelota de fútbol bajo el brazo, desprolijo y con una venda que le cubría parte de la cabeza y un ojo- Allí se encontraban tanto niñas que jugaban a la mamá, tocaban el piano o daban un discurso subidas a un banco como niños disfrazados de soldados, otros que intentaban saltar una cerca para recuperar una pelota o que se escondían de los mayores. Niños y niñas que transmitían emociones, con ojos de asombro y miradas traviesas y pícaras; con semblantes inocentes, enfadados y hasta enamorados.
Aunque los pequeños que poblaban el mundo de Billiken y a los que se dirigía el semanario eran los niños que asistían a la escuela, es decir aquellos a los que se identificaba culturalmente como hijos alumnos y diferenciados de los menores, en el interior de la publicación se presentaban diversas facetas de ese modelo de infancia. Desde los pulcros escolares y los niños que hacían caridad hasta los que se escapaban de la casa para jugar al fútbol y los que soñaban con comprar juguetes y golosinas. En el reconocimiento de la heterogeneidad de intereses y en los matices de la infancia que intentó construir como ideal residen algunas de las claves del éxito de Billiken… (SIC “Los niños de Billiken” de Paula Bontempo).
Cuando Billiken sale a la “la luz”, ya en el mundo europeo se había comenzado a mirar a los niños o “a los menores” con otro respeto, a comprender que el amor podía cambiar el destino de muchos de ellos, la mayoría callejeros por la miseria y el abandono a causa de la orfandad que provocaron las guerras.
Con la Ley 1420 (1884) que sentó las bases para la educación obligatoria, laica y gratuita “la escolarización de los niños fue un fenómeno constitutivo de la sociedad y de la cultura moderna (según la afirmación de Sandra Carli). Esto no significa que con anterioridad no se hubiera prestado atención a los más chicos.
De esta forma quedó sentado un debate político, social y educativo: Los “niños” eran considerados aquellos que tenían un hogar, iban a la escuela, que tenían un entorno familiar contendor, y los “menores” que eran los niños que sufrían las consecuencias de la pobreza, el abandono y la orfandad que su vida transitaba entre los trabajos callejeros y los institutos.
Pero llegada la década del ’30 atender a los niños pasó a ser una política de Estado y es así que varias acciones dan cuenta que los niños y lo menores pasaron a tomar protagonismo En esta dirección pueden considerarse las acciones del Consejo Nacional de Educación con la creación de un cuerpo médico escolar; la distribución de la Copa de Leche y la Miga de Pan, con el incentivo a las Cantinas Escolares o la entrega de vestidos y, finalmente, con la concreción de la Comisión Nacional de Ayuda Escolar y el impulso a las Cooperadoras Escolares y a los comedores escolares en el interior del país.
Me detengo en el párrafo anterior y resalto la idea directriz de los que abrazamos la profesión docente como pasión: “la educación salva” …porque es nuevamente la escuela y sus acciones la que concurre al salvataje de cobijar, igualar, abrir caminos, suplir falencias, contener, para brindar posibilidades y tender puentes a los sueños y utopías de los niños, los que construyen un contexto del presente, pero avizoran el futuro de un país.
¿Y por qué “Billiken”?
La leyenda indica que Billiken era un simpático dios encargado de llevar alegría a las áreas más remotas del sub-continente. Su figura se popularizó en Occidente gracias a Florence Petz, una ilustradora que creó una pequeña escultura del Dios en 1.908 luego de que se le apareciera en un sueño. El muñeco representaba un ideal «despreocupado» y se creía que traía buena suerte a su portador. Resultó un éxito de ventas en todo el mundo, lo que inspiró a Vigil a tomar este nombre para su revista. Si bien el amuleto desapareció de las tiendas años más tarde, se mantuvo presente en algunas regiones de Alaska y Japón.
El Día del Niño en Argentina
A partir de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 (1), hace ya sesenta y dos años, en Argentina se festeja el Día del Niño en agosto: Ya está en la agenda de las celebraciones nacionales. Día de rondas, juegos, regalos, hasta de tortas aún con bebés que apenas saben gatear.
La fecha del festejo del Día del Niño, por pedido de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), desde el año 2013 se realiza el tercer domingo de agosto. Pero no siempre se festejó el tercer domingo de agosto. Incluso en el origen más lejano de este día festivo tienen mucho que ver la muerte de muchos niños ocurridas en la primera parte del Siglo XX y la conciencia de los países por preservar a los niños.
(1) 1959: La Escuela Nº 17 comienza a funcionar en el actual edificio, realizándose la inauguración oficial el 25 de mayo.
Un nuevo comienzo para la infancia
La Convención es el primer tratado internacional de derechos humanos que combina en un instrumento único una serie de normas universales relativas a la infancia, y el primero en considerar los derechos de la niñez como una exigencia con fuerza jurídica obligatoria, que fue cobrando impulso considerable a medida que avanzaba el siglo XX.
Los niños, los menores o los infantes: tesoros que los adultos tenemos la obligación de cuidar
– Enseñemos con el ejemplo.
– El entorno familiar es la fuente principal de la enseñanza y poner límites a un niño, sin utilizar la violencia, es una demostración de amor y de responsabilidad.
– Los golpes no enseñan, sólo generan temor y miedo.
– Los insultos no son golpes físicos, pero sí golpes al alma y a las emociones de los niños.
– Escuchar a un niño, es escuchar a una persona en pleno desarrollo y con derechos.
– El entorno familiar es el responsable de proteger a los niños, si ésto no ocurre ellos quedan desamparados.
– Los conflictos entre adultos, se resuelven entre los mismos y no con la participación de los niños.
– Si un niño tiene mal comportamiento, son los adultos los que tienen que pensar qué están haciendo, porque ellos “no nacen malos”, sus conductas son llamados de atención.
– Decirle a un niño lo que se espera de ellos es ayudarlos a aprender cómo actuar.
– Dar seguridad, acompañar su crecimiento y el descubrimiento del mundo es la mejor manera de amarlos.
Pero más allá de las convecciones (¡¡bienvenidas y celebradas por todos!!) más allá de las tapas del Billiken …deseo compartir este mensaje a los adultos lectores de esta columna:
…” Conservar tu alma de niño no significa no madurar, señores adultos, mis pies pueden estar en la tierra y seguir sonriendo y saltando, cuando veo una estrella fugaz, seguir ilusionándome con una nota, una carta, un dibujo… Seguir creyendo que hay almas nobles por el mundo, a pesar de que una y mil personas te defrauden con su egoísmo, sus mentiras y aún peor con su hipocresía, seguir manteniendo un rincón del corazón para esos otros con una mirada transparente”. … “¡deja que tu niño salga a jugar de vez en cuando en cualquier época del año!”
Por Sandra Sánchez
Fuentes:
– “Adultos con alma de niños ”Por Sandra Sánchez,24 diciembre, 2017
– “La primera infancia importa para cada niño” UNICEF.
– “Los niños de Billiken”. Las infancias en Buenos Aires en las primeras décadas de siglo XX
Paula Bontempo- Anuario del Centro de Estudios Históricos “Prof. Carlos S. A. Segreti”. Córdoba (Argentina), año 2012.
– Campaña “Enseñemos con el ejemplo” UNICEF.
(*) Laura Mónica Saisan es villeguense, profesora de Enseñanza Primaria y Especialista en Investigaciones Educativas. De sus 33 años de servicio a la educación, como docente o directiva, saben escuelas de General Pico y ya de regreso a General Villegas el Colegio Nacional, el Instituto María Inmaculada, y las escuelas primarias 17, 45, 3, además de las rurales de Moores y Los Laureles.
Apasionada lectora de historia, tanto de nuestra región como de la construcción de la Argentina como nación libre e independiente, ha realizado capacitaciones y cursos para acrecentar sus conocimientos en el área.
«Me jubilé no porque mi profesión me hubiese cansado, sino porque existe un tiempo para disfrutar, un tiempo para partir y un tiempo para recordar y volver a disfrutar el camino recorrido para comenzar a transitar otros caminos», nos dijo.
Uno de esos caminos es formar parte de la apasionante tarea de Diario Actualidad de seguir escribiendo la historia de los villeguenses.