«Una de las señales tristes de nuestro tiempo es que hemos demonizado a los que producen, subvencionando a los que se niegan a producir y canonizado a los que se quejan» (Thomas Sowell)
«Duro oficio el del Inquisidor, tiene que golpear a los mas débiles, cuando mayor es su debilidad» (Umberto Eco)
«Los conceptos erróneos sobre los negocios son casi inevitables en una sociedad en la que la mayoría de las personas no han estudiado y dirigido empresas» (Thomas Sowell)
El término Inquisición se refiere a diversas instituciones de la Iglesia Católica, dedicadas a la supresión de la herejía. Si bien el combate de la herejía ya existía en la era medieval, a partir de los inicios de la era moderna y hasta mediados del siglo XIX persistió en España, extendiéndose a los territorios de América con Tribunales en México, Lima y Cartagena de Indias.
En los comienzos, la pena habitual era la excomunión, luego las sanciones fueron radicalizándose pasando por la tortura y llegando hasta la ejecución de los acusados.
La Santa inquisición, extendida por toda Europa, constituyó el máximo símbolo de la irracionalidad fanática y criminal que el fervor religioso haya sido capaz de desencadenar.
Las sociedades en tiempos de la Inquisición, eran un espiral de intrigas de unos contra otros, llevando al gobierno unido fuertemente a la Iglesia, a transformarse en árbitro de disputas casi siempre resueltas como conductas heréticas, en un contexto altamente religioso.
Mark Twain escribió en su libro Europe and Elsewhere: «La iglesia … reunió sus cabestros, tornillos y marcas de fuego y se dedicó a su santo trabajo en serio.» «Trabajó tanto arduamente día y noche durante nueve siglos y encarceló, torturó, ahorcó y quemó hordas enteras y ejércitos de brujas y lavó al mundo cristiano con su sangre sucia.» «Luego se descubrió que no había tal cosa como las brujas y que nunca habían existido.» «Uno no sabe si reír o llorar.»
Vivimos en un momento donde las personas se consideran ofendidas por cualquier cosa que se diga y les resulte desagradable, conduciendo a la censura de opiniones, obras y todo otro tipo de expresiones que contradigan sus preceptos, evitando siempre el debate de ideas. Como muestra de ello un relato siempre apreciado por los lectores: Hace algunos días el comité de Medio Ambiente Sostenibilidad, Cultura y Deportes del Consejo de Richmond había aprobado el plan para colocar en un banco junto al río Támesis una estatua a tamaño natural de Virginia Woolf descansando en un banco mirando hacia el río. La iniciativa fue criticada por un grupo conservacionista para el cual ubicar la estatua en el lugar citado podría ser de mal gusto dada la naturaleza de la muerte de la escritora (Virginia Woolf se suicidó ahogándose en el río Ouse a la edad de 59 años); por su parte los defensores de la estatua sostienen que esconder la estatua en una calle residencial sería una ofensa al legado de la escritora, citando la falta de esculturas de mujeres en la ciudad de Londres.
Actualmente no quemamos brujas en la hoguera pero existe un nuevo puritanismo (neo inquisición) ubicado en ciertos sectores de la sociedad, que intentan adueñarse de lo «políticamente correcto.»
Este concepto (la neo inquisición), consiste en una práctica cultural que apunta a la reputación de las personas o instituciones que no adhieran a cierta ideología, que protege a supuestas víctimas del modo de vida occidental, tiene sus propias escalas de valores y establece diferentes distinciones entre lo que esta bien y lo que esta mal. Quienes adscriben a estas posturas, en cualquier punto del planeta que sea, tienen algo en común, jamás de los jamases han pagado salarios y sus correspondientes aportes, con todo lo que ello trae aparejado (arriesgar, emprender, dar trabajo a otras personas y empresas).
Sus adeptos, como ocurría con las antiguas persecuciones de brujas, están dispuestos a someter a las turbas y a los tribunales populares de los medios de comunicación y al poder de las redes sociales a quienes no adhieran, desafíen o ignoren sus pensamientos; todo ello por supuesto, sin un debate de ideas, circunstancia que conduce a que en ámbitos como el educativo, donde se supone que las personas deben adquirir elementos para aprender a pensar; esta misión se verá altamente dificultada si las ideas incómodas están fuera del límite de lo discutible.
Como consecuencia de ello, observamos que no se pueden defender fácilmente ideas como la meritocracia, pues estas serían expresiones de discursos que pretenden afianzar la dominación de algunos grupos sobre otros, también es muy difícil la defensa de ciertos parámetros estéticos o de salud, como prueba de manera evidente la reivindicación de la obesidad. También el uso del idioma por parte de determinados grupos, como síntoma «de libertad» sin pensar que esto, lejos de ser un concepto libertario, es genuinamente totalitario; hecho ya analizado por George Orwell en su clásico 1984, donde todo desvío de la neo lengua (new speak en la obra citada), sería vista como una herejía y por lo tanto, algo imposible de ser pensado, ya que todo pensamiento depende de la palabras que la neo lengua ha depurado.
Esto conduce a narrativas generadas con la influencia del engaño como por ejemplo la mas reciente «ganamos perdiendo» como opuesto al «habiendo ganado hemos perdido», o los anteriores porque esto no es nuevo en nuestro país, «somos campeones morales» (al regreso de alguna competencia deportiva donde evidentemente no ganamos), la inseguridad es una «sensación» (cada vez mas profunda), «los que apuesten al dólar van a perder», «los argentinos somos derechos y humanos», «el que depositó pesos recibirá pesos y el que depositó dólares recibirá dólares», «la culpa de la inflación la tienen los empresarios», «vamos a estar mejor» y otras frases matadoras que el público en general y a fuerza de bombardeos repetitivos, va incorporando a su mundo sin cuestionar su origen y su racionalidad, circunstancias que más tarde conforman ya un estilo de vida en esa persona que ha sido acribillada por argumentos y narrativas que no cuestionó, así como tampoco se tomó un tiempo para debatir esos enfoques y ver si coincidían con su idea de la vida. Es así que no resulta difícil encontrarse con personas que esgrimen argumentos «adquiridos», sin debate, ni cuestionamiento alguno y que cuando tienen que pasar a la acción por algo que les interesa o les afecta … operan en contra de aquellos preceptos (a tales fines recordar el ejemplo de cierto periodista, extremo defensor de una tendencia política, que cuando instaló un supermercado lo primero que hizo fue quejarse de los impuestos y aportes que tenía que pagar).
Fuentes inspiracionales: Alex Kaiser – La Neo Inquisición – Persecución, Censura y Decadencia Cultural.
(*) Omar Emín es Licenciado en Administración y Contador Público. Colabora en medios de comunicación en temas fiscales, laborales y económicos en general. Socio fundador de Echenique, Emín, Albín & Asociados, firma dedicada a trabajos profesionales de carácter administrativo, laboral, contable e impositivo. Se desempeñó en el ámbito educativo universitario, terciario y secundario, con algunas experiencias en educación a distancia en el nivel universitario.