Germán Polari, coordinador de la campaña de vacunación en el distrito de General Villegas, se refirió a lo sucedido la semana pasada en la posta de vacunación, en lo que respecta a la estafa que involucra a una vacunadora que, según dicen algunos testimonios, simulaba aplicar vacunas cuando en realidad no lo hacía; todo eso con el consentimiento de los particulares a los cuales les «vendía» el carnet de vacunación. «El Ministerio de Salud decidió actuar hasta las últimas consecuencias para que se sepa la verdad y haya Justicia», remarcó Polari.
Días atrás cobró trascendencia un hecho que levantó polvareda en General Villegas, la región y también en los altos estratos del Ministerio de Salud de la Provincia. Lo que se sabe es que una vacunadora de la posta de vacunación fue alejada de sus tareas desde la semana pasada y no regresó más. ¿Por qué? Porque se la acusa de prestar un servicio fraudulento a aquellos que no se querían vacunar pero sí deseaban contar con un carnet de vacunación que les permita circular, viajar e ingresar a eventos masivos.
Según se comenta, la profesional cobraba alrededor de pesos $35.000 por vacuna. La estafa ética y moral consistía en simular que vacunaba a las personas que contrataban el servicio y luego las registraba como vacunadas.
El comentario llegó a las autoridades de la posta de vacunación, quienes empezaron a seguir más de cerca a la vacunadora (que es, además, enfermera del Hospital) hasta que finalmente pudieron observar irregularidades. Eso derivó en la desvinculación de la profesional y en el inicio de una causa judicial por parte del Ministerio de Salud bonaerense, con denuncia penal radicada en la Fiscalía de Dolores.
Germán Polari, coordinador de la campaña de vacunación en todo el distrito de General Villegas, le reconoció a Actualidad que el hecho sí ocurrió. «Ha caído como un baldazo de agua fría y genera mucha indignación. No me expresé públicamente al respecto, entendiendo la gravedad del asunto y porque primero había que dejar que avancen ciertas cuestiones que tienen que ver con decisiones que pasan por el Ministerio de Salud. Recién ahora puedo hablar públicamente del tema. Hace unos días habíamos recibido, por aporte de una fuente confiable, un comentario de que en la posta había una enfermera que estaba ofreciendo un servicio por el cual la gente podía acceder al carnet de vacunación y al registro efectivo de la vacunación simulando la aplicación de la vacuna. Esto le permitiría a esta persona la posibilidad de acceder al pase sanitario aunque no quiera vacunarse», comenzó diciendo Polari.
Y agregó: «Cuando escuchamos eso lo primero que pensamos es que era mentira, más entendiendo que estábamos hablando de una profesional. Por supuesto que no podíamos dejar pasar el comentario. Hasta ese momento era solo un rumor. Sabíamos que la finalidad de esto era una finalidad económica. Había una suma dando vueltas en el aire: alrededor de 35.000 pesos por cada vacuna. Hasta acá todos rumores. No teníamos más que un comentario. Podía ser factible, pero teníamos que tener algo más sólido».
¿Cómo actuaron las autoridades de la posta ante esta sospecha?
«Alertados de esta situación nos preparamos para observar el trabajo de esta vacunadora. Con mucha sutileza manejamos la información entre muy poquitas personas hasta que se dio un caso que pudimos comprobar. Fue un caso muy concreto en el que una madre con su hija menor de edad se presentaron en la posta de vacunación a iniciar el esquema de vacunación, hace muy poquitos días. La vacunadora en cuestión le había informado al personal de la posta que estaba esperando a estas dos personas, que cuando lleguen le avisen. La persona que llegó estaba con su hija menor de edad: transitaron todo el circuito de la posta, accedieron al puesto de vacunación donde estaba esta vacunadora y pudimos comprobar que el acto médico de la vacunación fue un ‘acting’ (actuación o simulación), que no se pinchó ni a la hija, ni a la madre, que ambas se cubrían la una a la otra, intentando tapar y que no se vea el pinchazo. No se intervino de ninguna manera en ese momento. Solo se observó. Esta madre con su hija menor se retiran de la posta con su carnet de vacunación firmado por la vacunadora y registrado en el sistema porque nadie del personal en toda la línea de trabajo, salvo lo que estábamos observando ese caso detenidamente, estaba al tanto de esta situación en donde necesariamente hay una complicidad entre una profesional y las personas que se vienen a vacunar», afirmó Polari.
Lo que sucedió después es que los responsables de la posta le solicitaron a la vacunadora que se retire porque había una cuestión a resolver sobre su actividad laboral. «La invitamos a que se retire. En ese momento no se le dio ningún tipo de explicación y fue muy llamativo que tampoco la pidió. Eso fue muy raro. En ese instante se desvincula de la posta a esta vacunadora y se procede a informar a las autoridades del Ministerio de Salud. La verdad es que quedaron sorprendidos, no hay un antecedente así en toda la provincia y tuvimos que esperar indicaciones de cómo proceder. Hubo que comunicarse con distintos sectores del Ministerio para ver cómo afrontar el caso», reveló el coordinador de la campaña de vacunación.
Y añadió: «A la gente del Ministerio les pareció una aberración lo que pasó y estaban decidido a actuar hasta las últimas consecuencias para que se sepa la verdad y haya Justicia. Se dio intervención a la Dirección de Legales del Ministerio quienes decidieron no solamente separar de la posta a esta enfermera, sino que se radique una denuncia penal en la fiscalía de Dolores para que este hecho directamente se investigue por la Justicia y se pueda esclarecer el procedimiento, así como todos los involucrados y sus cómplices. Ahora el tema está en la Justicia, que va a avanzar tanto sobre la vacunadora como sobre los otros involucrados».
En caso de que se compruebe el delito la gravedad es mucho mayor teniendo en cuenta el contexto de pandemia.
«Esto que pasó me parece lamentable y amerita toda la indignación y el repudio y que se haga Justicia. El Ministerio de Salud va a avanzar con un sumario administrativo contra esta vacunadora. Incluso puede perder su licencia y su trabajo. Estuvo mal lo que hicieron porque desacredita todo el esfuerzo que hicimos para llevar la vacunación a la gente. Es una cachetada a las víctimas del COVID. Es lamentable. Pero, además, me preocupa que su salud está en riesgo porque figuran como vacunadas y no lo están. Yo las invito a acercarse a la posta de vacunación y que se haga efectiva la vacunación, que entreguen ese documento falso y firmado por una vacunadora con denuncia penal», sentenció.
«Esto que sucedió es un cachetazo muy duro, pero de ninguna manera nos va a hacer bajar los brazos. Redoblamos el esfuerzo en memoria de aquellos que no pudieron acceder a la vacunación, que fallecieron esperando. Todavía hay gente dudando. Les pedimos que sean solidarios y se acerquen a vacunarse. Queremos que esto se esclarezca y que haya Justicia. Esto nos hace mas fuertes y nos convence más de lo que estamos haciendo: hay que seguir vacunando porque es la única herramienta que tenemos. La vacuna salva vidas», concluyó.
