«A diferencia del resto de la región pampeana no sufrimos ni una décima parte de lo que sufrieron otros», manifestó Walter Miranda, director del INTA de General Villegas.
Primero fue el golpe de calor y la sequía extrema, que afectó no solamente a las personas y a las mascotas sino que también generó estrés en los cultivos. Esta semana se caracteriza por las lluvias y temperaturas frescas. Esta enorme amplitud de condiciones climáticas: ¿Impacta en el rendimiento de los cultivos?
Para hablar de este tema Actualidad consultó a Walter Miranda, director del INTA General Villegas: «Fueron dos semanas extremadamente distintas. Cuando tenemos temperaturas que superan los 35 grados y se dan algunas condiciones más, como humedad relativa baja o suelo con escasa humedad, hablamos de golpe de calor. Lo que se habla para las personas, lo mismo es para los cultivos. En este caso el que más lo puede haber sufrido es el maíz de primera, que tiene un período durante el cual se fijan los granos en el choclo y donde se define el tamaño del choclo. Ese período fue entre el 10 y el 13 de enero, entonces todo lo que pasó antes repercute en lo que va a ser el rendimiento del cultivo. En el caso de la soja de primera ese período arrancó a principios de enero. En los cultivos ese período se denomina ‘período crítico’ porque es crítico para la determinación final del rendimiento de la producción. Todo lo que sucede en ese período repercute en el rendimiento. En el caso de las temperaturas altísimas puede impactar un poco en los granos del marlo de maíz, que algunos no se terminen de cuajar y se reabsorban. Puede terminar en una espiga que no sea completa», explicó Miranda.
No obstante, el director del INTA sostuvo que la ola de calor no afectó tanto a nuestra zona: «A diferencia del resto de la región pampeana no sufrimos ni una décima parte de lo que sufrieron otros. Por mi cargo me toca viajar mucho y puedo asegurar que de Lincoln hasta Junín y de Junín a Buenos Aires la seca que hay es tremenda. Las plantas de maíz no superan el metro, metro veinte de altura. Están marrones. El maíz de primera ya no se recupera en esa zona. Sí tiene chances el maíz tardío. El maíz de primera es el que se siembra entre mediados de septiembre y los primeros días de octubre, mientras que el maíz tardío es el que se siembra los últimos días de noviembre o los primeros días de diciembre. En este caso los maíces tardíos están en estado vegetativo y todavía no estarían sufriendo las mermas de rendimiento que pueden estar sufriendo los maíces de primera».
Y agregó: «Cuando uno veía el mapa de condiciones de estrés de los cultivos, la zona nuestra parecía un oasis. En el partido de Hipólito Yrigoyen, que es uno de los trece partidos que componen la Experimental, nos pidieron el aval para solicitar la emergencia agropecuaria por exceso hídrico cuando todo el país estaba pidiendo la emergencia agropecuaria por sequía. Por suerte no nos tocó sufrirla a nosotros. Estas lluvias alivian un poco lo que se estuvo sufriendo en otras zonas y en la zona nuestra ayudan, porque ya estábamos necesitando una ayuda mayor».