El director de la Escuela Agropecuaria «Nelly Brown de Emerson», Néstor Montoya, dialogó con ACTUALIDAD sobre la situación que se vive en el establecimiento educativo debido a las últimas precipitaciones.
«Nosotros tenemos contabilizados 385 milímetros en un corto tiempo. Hemos recibido prácticamente la mitad del agua que nos corresponde por año, de acuerdo a los registros históricos de lluvia», sostuvo Montoya.
Y agregó que «el tema es que la escuela siempre ha tenido las consecuencias del agua, en función de que frente a la institución hay un terraplén que hace de contención para proteger que el agua que viene bajando del noroeste del distrito no ingrese a la ciudad cabecera. Entonces, actúa como un reservorio a pesar de las obras que se realizaron en 2017, que incluye el alteo del camino y también de ese terraplén».
Montoya explicó que «hay un terraplén que ingresa a la escuela y uno que forma un anillo de protección, de aproximadamente 70 hectáreas, donde quedan incluidos los edificios escolares y algunos entornos formativos. En ese círculo de protección, cuando hay un exceso de agua como ahora, hay una compuerta que permite vaciarlo en la medida que el nivel de agua exterior esté más bajo. Una vez niveladas las aguas -internas y externas-, se pone en funcionamiento una bomba pivas para desagotar ese sector de protección».
«Aquí el agua que inunda la escuela tiene sus orígenes -continuó-. No sólo lo que llueve sino también la que viene como caudal superficial. Todo eso hace elevar las napas freáticas, que afloran. Entonces, lo que es la parte externa recibe mucha agua de Bunge; y la interna además de la de lluvia, la de afloramiento de napas. Eso dificulta varios aspectos».
En esta oportunidad la parte edilicia de la Agraria «no ha sido afectada por el agua», destacó su director, «pero afecta en otros aspectos que tiene que ver con el funcionamiento de la escuela. Las napas se contaminan, incluso en esta ocasión hemos sufrido la caída del transformador de energía eléctrica que abastece a la institución (ahora ya repuesto)», manifestó.
Pérdidas
El director del establecimiento educativo manifestó que «en el entorno formativo han sido importantes las pérdidas, porque todo lo que estaba sembrado con maíz fue literalmente tapado por el agua. El sorgo forrajero también está en buena parte bajo agua, al igual que la soja. Las pasturas, que están en la parte más alta del campo (en 420 hectáreas) tienen mucho encharcamiento. Es la parte menos afectada, pero también sufre sus consecuencias».
«A veces las pérdidas no se ven ahora, sino con lo que deje la inundación, porque nosotros tenemos un planteo de producción en el campo básicamente pastoril en la base forrajera, pero con maíz de cosecha propia; y este año eso no lo vamos a tener. A los valores que tiene el cereal actualmente, es mucha plata», añadió.
El agua baja, pero de todos modos ingresa
Así lo describió Montoya respecto a lo que está pasando en el predio del establecimiento educativo. «Si uno ve hacia el sector izquierdo, con la escuela de frente, se ve que el agua ha bajado, pero en el sector derecho no se nota que baje. Incluso creo que no tiene la salida que debería tener hacia el Aero Club y el cruce en la Ruta 33. Posteriormente el agua tiene que seguir su cauce pasando por la ex Aceitera, cruzar el terraplén de la vía y la Ruta 188, con destino a la laguna de Laureles», describió.
«La situación de la escuela es muy parecida a la de muchos campos vecinos, porque estuve recorriendo la zona. El daño que causa esto a niveles de anegamientos es muy importante para todos los sectores», añadió.
"Lo que se reclama son obras"
Montoya se refirió a la visita esta semana del subdirector de Escuelas Agrarias, Oscar Bernal; y del referente de Educación Técnico Profesional (ETP) Región 16, Horacio Killin.
«Ellos deben llevar información a La Plata, adonde también llevaron fotos y quedaron sorprendidos, pero también ocupados en este tema. Estamos trabajando para paliar esta situación y atenuar el impacto que pueda tener en la escuela. Lo que reclaman distintos sectores de la comunidad son obras con una envergadura que trascienda lo local y el agua tenga su destino definitivo en la Cuenca del Salado», sostuvo Montoya.
Y aseguró que «donde se han hecho obras, el impacto ha sido menor. Lo vimos en 2016/2017, la escuela tapada por el agua y en el norte del Partido, con la obra del Canal de las Horquetas, esa situación no se vio».
"Nosotros estamos trabajando para estar en la escuela"
«Nos pueden llegar a complicar nuevas lluvias, porque las napas están muy altas. Eso nos preocupa. Hoy están haciendo refacciones en la parte de cocina y comedor, terminando los baños nuevos que habían iniciado el año pasado. Pero la escuela está ubicada en un sector que no favorece en esta situación», sostuvo Montoya.
De todos modos, quiso llevar tranquilidad a las familias de los chicos que concurren al establecimiento educativo. «Nosotros estamos trabajando para estar en la escuela. Si no podemos, como nos ha sucedido en otras ocasiones, tenemos alternativas. Las clases de la Escuela Agraria se van a dar, sea en la institución o no. Estas emergencias siempre las hemos sorteado», expresó.
Y destacó que «el tambo sigue funcionando. En los entornos formativos estamos trabajando. Lo estamos haciendo con cerdos, pollos y conejos. Siempre decimos que estas situaciones problemáticas tienen que transformarse en pedagógicas, para que los chicos conozcan y aprendan las posibles soluciones que tienen los problemas que se nos plantean, como las inundaciones y las sequías».