Sin lugar a dudas las energías renovables se presentan como las energías del futuro. Dada la sustentabilidad de las mismas y el creciente auge, hacen que cada vez tengan mayor preponderancia y presencia en nuestro país.
Nuestro partido no es ajeno a ello y no tenemos nada que envidiar a otras provincias o distritos. En la localidad de Cañada Seca emerge, frente a la ruta 33, un parque solar portentoso.
Este parque, tras haber tenido muchas idas y vueltas, en el presente se encuentra trabajando de manera óptima para lo que fue pensado y diseñado en tiempos pasados. Tal proyecto cuenta con el apoyo de un programa provincial (PROINGED) de incentivos y de un productor (Savigliano) que cede el campo. De esta manera se logró instalar el tan ansiado parque solar de una hectárea que producirá una potencia total de 500 KVA/hora.
El parque inyecta energía a una línea rural de 13.2KV de la Cooperativa local y se suma al resto de la red. La potencia instalada, estando el parque solar a plena generación, es el equivalente aproximado al 80% de toda la demanda de Cañada Seca en zona urbana y rural. El horario de mejor rendimiento del parque solar es el de más calor, o sea las primeras horas de la tarde. Coincide con el horario de mayor demanda de energía por el gran consumo de los acondicionadores de aire, y es el momento más crítico que soporta el sistema eléctrico. Cañada Seca le da lugar a la energía distribuida, la cual consiste básicamente en la generación de energía eléctrica por medio de muchas pequeñas fuentes de energía en lugares lo más próximos posibles a las cargas.
PROINGED facilitó también a la escuela de Cañada los recursos físicos para que ésta acceda a las energías renovables, siendo así la única en el partido con este sistema. Actualmente dispone de paneles solares en el techo, termotanque solar, cocina solar y luminarias LED para toda la escuela, quedando a la vanguardia de la conversión de energías sustentables.
El pasado acuerdo de Kyoto comprometía a los países industrializados a reducir los gases de efecto invernadero, y el actual acuerdo de París habla expresamente de que se requerirán transiciones y transformaciones en todos los sistemas y aspectos de nuestra sociedad: energía, alimentación, uso del suelo, transporte, industria, ciudades. Es imperioso un gran cambio productivo y cultural para reducir el calentamiento global y evitar la ocurrencia de daños catastróficos e irreversibles. En nuestro país se dio vigencia a la ley Yolanda (ley N° 27.592), que es una norma nacional de Argentina que busca formar integralmente a las personas del sector público en materia ambiental. Esto incluye a todos los empleados públicos del poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
Argentina necesita llevar a cabo una transformación de su sector energético que posibilite articular crecimiento económico, inclusión social y cuidado medioambiental, la generación de puestos de trabajos genuinos y especializados de acuerdo con los objetivos de desarrollo sostenible. Cuanto antes se logren implementar las medidas y acciones necesarias para realizar esta transformación, menos costoso resultará el proceso de transición para el país.
Es tiempo de transformación. Las condiciones están dadas para cambiar crisis por oportunidades, convertir desechos en insumos. “Las energías renovables son un cambio de paradigma”. No es solamente un cambio de tecnología, sino que también están asociadas al cambio de modelo de desarrollo y del modelo de consumo. Y, a partir del cambio del modelo de consumo, también el de producción de energía. Ese cambio de paradigma hace que el ciudadano no sea un sujeto pasivo que simplemente consume, sino que éste tome conciencia del problema y se vuelva un actor protagónico en ayudar al planeta, a salir de la encrucijada en la que se encuentra.
No hay culpables, sino responsables. La civilización, producto de una extrema codicia, ha puesto en jaque al lugar donde habita. Parece irrisorio, pero no lo es: si continuamos mirando hacia el lado equivocado, seremos observadores pasivos de la destrucción de nuestro propio ecosistema y, por consiguiente, de nosotros mismos.
Podemos tomar cartas en la cuestión y revocar este dilema, instaurar políticas ambientales, capacitación en las industrias, educación en las instituciones de toda índole, en materia de medio ambiente, aprender de las energías renovables, el uso racional de la energía, responsabilizarnos socialmente y poder ser los artífices de este cambio ambiental.
* Coach ontológico