Ricardo Péculo brindó una Capacitación en Tanatología para empleados de Cooperativas de la zona a cargo de servicios especiales. La actividad fue organizada por la Cooperativa de Piedritas, en el Salón Cosmopolita.
«Es la primera vez que estamos por acá. La idea es capacitar al personal del área de servicio fúnebre para que puedan contener a una familia, saber qué corresponde en cada caso y en cada religión. Siempre digo que las ceremonias ayudan a aliviar el dolor», mencionó el disertante.
Ricardo Péculo es Tanatólogo (Instituto Internacional de Ciencias Tanatológicas) y especialista en Ritos Funerales. Además, dirige el Instituto Argentino de Tanatología Exequial y es docente en la Tecnicatura de Gestión para Empresas Fúnebre (UNDAV). Su hermano fundó la empresa fúnebre a los 18 años y jamás creyó que sería una de las más grandes del país. «Después la vendió y yo me dedique a capacitar, asesorar empresas y cooperativas en todo el país», aclaró el especialista de una ciencia tan novedosa como particular.
«Mi intención es que las cooperativas se renueven en todo lo que es el servicio fúnebre. A veces muchas de ellas -y no me refiero a Piedritas- hacen bastante capacitación en electricidad, telefonía e internet y servicios fúnebres lo dejan de lado. Yo siempre digo que el servicio más genuino que dan las cooperativas es el fúnebre».
El Tanatólogo hizo un recorrido por los servicios más conocidos que le tocó llevar adelante a lo largo de toda su trayectoria. Entre ellos, el traslado del General Perón de la bóveda del cementerio de Chacarita al mausoleo de la quinta de San Vicente, añadiéndose a su historial José Luis Cabezas, Menem junior y Rubén Juárez. «En este sentido no los llamo importantes porque todos lo son», aclaró.
La larga lista de capacitaciones y estudios en distintas partes del mundo puso el acento en «qué es lo que necesita la gente», con el objetivo de transmitir su experiencia a quienes se encuentran en el servicio fúnebre. «Lo importante es comprender los sentimientos de la gente, entender su estado de ánimo para, a partir de ahí, poder brindar lo que cada persona está necesitando. Si no se logra ésto, entonces no sirve», manifestó Péculo.
En este sentido, a lo largo de la capacitación los presentes pudieron incorporar conocimientos tanto de la tanatología como lo que deben tener en cuenta a la hora de brindar un buen servicio. Entre los concurrentes se encontraron las Cooperativas de Piedritas, Santa Eleodora, Villa Saboya, Cañada Seca, Santa Regina, Bunge, Charlone y Banderaló.
«No es lo mismo despedir a una persona llorando que homenajeando la vida. Para nosotros un velatorio no marca que una muerte ocurrió, sino que una vida fue vivida. Nuestro trabajo es honrar esa vida y hacia ese lugar debemos ir», destacó el tanatólogo; y agregó que «la muerte es un acontecimiento cultural y las culturas varían de acuerdo a los contextos».
En relación a la Pandemia
El especialista puso énfasis en cómo la pandemia modificó las lógicas que se manejaban a nivel social; y como la gente sufrió por no poder despedir a sus seres queridos en un velatorio o a través de la vigilia.
«Al principio durante la pandemia la persona fallecida iba solo a cremación y sus familiares sufrían muchísimo al no poder despedirse. Muchos incluso, por religión o por ideología, rechazaban esta práctica aunque no tenían opción. En estos momentos el fallecido puede ir a tierra, pero no a nicho. Hay costumbres que han ido cambiando en este tiempo, por ejemplo no se hicieron más velatorios y fueron reemplazados por una despedida de unas pocas horas».
El cambio cultural para Péculo modificó las formas de sobrellevar el duelo, algo que destacó como parte de la tanatología. De la misma forma aclaró que se comienza a elaborar luego del velatorio.
«La base de la elaboración del duelo está en la despedida en los homenajes y esto es lo que trato de hacer, que la gente pueda comenzar una buena elaboración de su duelo. En estos tiempos se volvió complicado al privársele a la persona de una despedida», dijo.
Tanatología
La Tanatología se define como aquella ciencia que estudia lo relevante a la muerte. Según el especialista es nueva en Argentina, a pesar de estar desarrollada en otras partes del mundo.
«El fundamento de la tanatología es el ‘buen morir’ y el trabajo es todo a partir de la muerte. El médico forense es un médico tanatólogo, hay psicólogos tanatólogos que se dedican específicamente a la elaboración del duelo y estamos los tanatólogos exequiales, que hacemos nuestro trabajo a partir del fallecimiento», explicó Péculo.
Otro de los puntos que abordó la capacitación fue incorporar el conjunto de novedades de la tanatología al trabajo dentro de las cooperativas. «Al hablar con los chicos me comentaron que acá todavía no se está haciendo nada. Entonces mi idea fue que vayan incorporando muchas de estas cuestiones, pensando siempre desde el sufrimiento de la gente», sostuvo el tanatólogo.
Las capacitaciones para empleados de cooperativas y diferentes empresas se llevaron adelante en diversas regiones de la Provincia, entre ellas General Villegas. «El objetivo está en que los lugares que visitamos puedan actualizarse lo más que puedan, respecto de lo que aparece no solo en Argentina sino también en otros países».
Expectativa
Ricardo Péculo, quien se encuentra radicado en San Luis, hizo un recorrido por las experiencias que le dejó su trabajo; y la satisfacción que le produce acompañar a las personas en sus momentos más difíciles.
«En los tiempos más duros la gente no está en condiciones de razonar o de pensar. Por este motivo, lo que podemos hacer nosotros desde este lugar es ayudar a que ese instante no sea más complicado», expresó.
En cuanto al conjunto de anécdotas, el especialista recordó los pedidos particulares con una gran carga simbólica que han hecho varias familias. «Me han pedido que ponga adentro del ataúd una caña de pescar o que vele a determinada persona con su vestido de novia. Hay muchos pedidos que más que anécdotas son pedidos con un profundo sentimiento».
El tanatólogo espera que los lugares que visitó puedan adquirir conocimientos para ponerlos en práctica en sus propios servicios fúnebres, siempre teniendo en cuenta que lo más importante son las personas.
«Todo lo que uno hace lo realiza pensando en la gente, en su pesar. En los pueblos, tanto acá en Piedritas como en otros, hay tiempo para aprender, para cambiar y, sobre todo, para vivir. Hay tiempo para todo, eso es invalorable y hay que aprovecharlo», finalizó.
