Edgardo Matilla presenta «Cosa Mía», un espacio que pretende ofrecer a todos los villeguenses una combinación de originalidad, arte y diseño.
«Este año me replantee mi actividad y pensé en un espacio donde le pueda ofrecer a la gente cosas que a mí me gustaría tener o regalar. Cosas que yo hago o que en algunos casos elijo», dijo Matilla, artista y docente.
El espacio se inaugurará próximamente en la calle Alberti -entre Pueyrredón y Sarmiento- delante del taller de cerámica ya conocido por la comunidad. La intención es ofrecer algo diferente, objetos de autor que se mantienen en las antípodas de la producción en serie. Gusto y trabajo artesanal son algunas de las cualidades de la propuesta.
«Yo intento que los objetos me representen, desde lo que me gusta hasta los materiales que utilizo. Desde cosas simples hasta una obra en cerámica. Cuando uno compra objetos de arte está comprando cosas que no pierden su valor. Con el tiempo se revalorizan y se hacen nuestras, volviéndose pequeñas formas de algo que no se pierde», destacó.
A su vez, Matilla puso énfasis en el valor de los objetos y como éstos se vuelven especiales en la medida que son elaborados pensando en el otro.
«Va más allá de lo económico. Por esta razón ‘Cosa Mía’ es un lugar donde se puede encontrar un presente, un detalle, algo especial, que tiene mucho más significado que el que guarda en sí mismo», expresó.
El espacio promete ofrecer bijouterie y pinturas de autor, inaugurándose posiblemente en el transcurso de la próxima semana. «Por el momento estamos tratando de terminar de acomodar todo», expresó el villeguense.
Por otra parte, Matilla continúa llevando adelante su taller de cerámica, que se volvió más grande ante la cantidad de alumnas interesadas en sumarse a la iniciativa. «Es muy grato recibir gente que te elige para que le des clase y para pasar un momento de distracción, asociado al aprendizaje. Cuando uno hace algo en cerámica, papel o alambre, una pequeña parte está ahí», manifestó.
Como nueva propuesta, la Biblioteca de Banderaló abrió un Taller de alambre y el artista invitó a los vecinos a sumarse a la iniciativa.
«Cuando uno realiza cosas que pretenden ser lindas y el otro las recibe gratamente, el objetivo está logrado. He dedicado toda mi vida a tratar de hacer cosas para que al otro le gusten. En ese trabajo está la esencia de mi propuesta», finalizó.
