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viernes, diciembre 13, 2024
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Acoso escolar: «Lo que antes podía ser un chiste, hoy tiene otros niveles de violencia»

Las directoras de Niñez y Adolescencia, Paula Solari; y de Educación, Silvia Varea, visitaron Actualidad para hablar del proyecto de ordenanza que propone la creación del “Circuito Municipal de Concientización, Prevención e Información sobre las problemáticas de Bullying, Ciberbullying y Grooming en General Villegas”, que fue presentado esta semana.

El pasado 2 de mayo se recordó el Día Mundial del Bullyng, que «en realidad, como el acoso escolar, existió siempre. Uno se encuentra con generaciones anteriores, padres o hermanos mayores, tíos; y te dicen que eso pasó siempre, naturalizando determinadas situaciones de violencia o de hostigamiento dentro del ámbito escolar», dijo Solari.

«Pero la sociedad viene cambiando; y las situaciones que antes podían ser un chiste o una burla, se han convertido en situaciones constantes, con otros niveles de violencia, con otras intensidades, con otra intención; se viene agravando. Entonces, de ser un chiste pasó a ser un daño», agregó.

Para Varea, el tema «se ha visibilizado más, sobre todo en los últimos tiempos y fundamentalmente de la mano de la tecnología, pero también ha cambiado el sujeto. Nosotros ¿recordamos algunos episodios?, ¿algunas situaciones?. Sí. ¿Cuál era nuestra respuesta? Nada, callábamos, soportábamos. Ahora este nuevo sujeto, este niño o adolescente, reclama, anuncia. Muchos callan, pero muchos otros contribuyen a que se haga más visible».

En este contexto, «uno duda si hay más casos, o si los hay en igual cantidad que antes, pero ahora son más visibles. También tiene que ver con un sujeto al que acompañan otros derechos; y entonces se anima a hacerlo visible», añadió.

Solari celebró «este poder hablar, poder decir, porque es la única manera que tenemos para empezar a trabajar. El bullying no es una situación que se da de manera aleatoria, tienen que darse determinadas situaciones. Hay que poder pensar que hay un agresor que también está sufriendo, buscando un reconocimiento de una manera poco adaptativa o con herramientas que no son las adecuadas pero, en definitiva, está demandando que lo miremos, que lo escuchemos. Hay algo detrás de eso».

«Y a su vez hay una víctima, un niño ubicado por algún motivo en una situación de debilidad. ¿Es correcto decir que el niño tiene características para ser «bullyneado»? No, bajo ningún punto de vista», añadió.

Entonces surge el rol de los adultos, los educadores en este caso, pero también los padres. «El padre está todo el tiempo con el niño; y el docente porque en Argentina tenemos un sistema que tiene 15 años de educación obligatoria. El chico está 4 horas, con 180 días de clase dentro de una institución educativa. El acoso escolar tiene dos leyes principales, la 26.892 y 17.450», sostuvo Varea.

«Tanto en la casa como en la escuela hay un adulto responsable de ese niño, por eso estamos aquí, Dirección de Niñez y Adolescencia y Dirección de Educación, porque además las acciones tienen que ver primordialmente con estas dos áreas», dijo la funcionaria.

Reconoció que «es cierto que hay situaciones de acoso que también se dan en fútbol o en el taller de pintura, por ejemplo, pero la frecuencia es menor. La ley no habla de esas otras situaciones, habla específicamente de la conflictividad social en las instituciones educativas, porque vivo en casa y porque voy a la escuela gran parte del año».

«Los niños necesitan a los adultos para ayudar a regular esas situaciones -aportó Solari-. Hablamos de dos escenarios: el niño que sufre bullying y el papá del niño que acosa, entonces debemos preguntarnos qué es peor: ¿ser padre y no tener herramientas con un niño que está sufriendo bullying? o ¿ser el padre del niño que hostiga?. Y ¿qué lugar estoy ocupando yo en esa escena?».

¿Qué se hace desde un establecimiento educativo cuando esto se advierte?

«La ley establece el armado de un acuerdo de convivencia con pautas mínimas a cumplir, como una manera de prevenir estas situaciones de acoso escolar, detectar, tratar y realizar un abordaje», dijo Solari.

Por su parte, Varea apeló al «compromiso en las instituciones. Tiene que ver con el rol, con la humanidad y el compromiso del docente. Si el niño advirtió, dio aviso, pidió ayuda y nadie lo escuchó o acompañó, seguramente inventó un recurso para tratar de defenderse de la situación. Cuando el chico no quiere ir la escuela o al jardín, cuando pide que lo cambien de curso, de escuela, más aún si son adolescentes, debemos preguntarnos por qué».

¿La Dirección de Niñez interviene en la institución?

«La verdad es que llega poco -reconoció Solari-. Hemos tenido algún que otro caso que hemos orientado y acompañado. Siempre entendemos que la escuela está haciendo algo con esto. Orientamos a papás, tratamos de generar encuentros con las familias que están involucradas, algunos acceden, otros no. Y entramos de nuevo en esta lógica de es mucho más fácil negar».

El proyecto que presentaron tiene la finalidad de prevenir este tipo de cosas.

Solari sostuvo que «las acciones están planificadas y, ordenanza mediante o no, lo vamos a llevar adelante. La idea de la ordenanza es que se establezca una política pública de niñez, adolescencia y educación. Se prevé el armado de un circuito de concientización, prevención e información para toda la comunidad, haciendo foco en que esto es una situación que ocurre hace mucho tiempo. Sin embargo, aún se desconocen un montón de cuestiones, cómo se arma, cómo se desarma, que hacer, cómo trabajarlo y que se pueda incorporar de manera transversal a todas las áreas e instituciones de Villegas».

Jornada y campaña de concientización

Por otro lado, Varea informó que desde la Dirección de Educación, «tenemos pensado para el jueves 12 en Punto Digital, en el club que nosotros llamamos ‘Asteroide Recargado’, la intervención de dos psicólogas, Julieta Bordachar y Valeria Reta, para trabajar con los chicos estilo taller».

Los encuentros se harán en las sedes del centro y del barrio La Trocha. «Y luego, a la tardecita, van a ir a una cancha deportiva para hacer una pequeña intervención antes de que comience el entrenamiento. Empezamos por fútbol porque es el deporte más popular», comentó.

Al mismo tiempo, adelantó que «tenemos pensado hacer además una campaña de concientización, que la graben los propios chicos y adolescentes, que ellos digan lo que quieren decir. Y, por otro lado, trabajar con los adultos, educadores y padres, mediante acciones con especialistas que puedan acompañarnos y capacitarnos con talleres abiertos a la comunidad».