La Organización Mundial de la Salud encendió luces de alerta en abril, debido a la aparición de casos de hepatitis aguda en niños en varios países, a partir de los primeros casos detectados en Reino Unido. En la Argentina, el Ministerio de Salud conformó el 10 de mayo, una mesa de trabajo con representantes de distintas sociedades científicas, que tendrá como objetivo realizar un seguimiento epidemiológico y analizar en profundidad los casos sospechosos de hepatitis aguda grave de origen desconocido en población pediátrica.
Los especialistas coincidieron en que se trata de casos aislados y que todos los años se registran en el país este tipo de situaciones con cuadros similares de hepatitis agudas graves sin diagnóstico, que han sido siempre una de las principales causas de falla hepática en la población infantil. Por el momento, no se han registrado durante este año más casos que los que ocurren habitualmente y no hay ninguna causa que indique una situación de brote en nuestro país.
De todas maneras, Actualidad conversó con la médica pediatra Carolina Rada, quien consideró que «todos los casos que se han detectado hasta ahora, son de chiquitos que van de entre uno y dieciséis años. En general, estas hepatitis suceden, muchos deben tener recuerdos de cuando el hermano tuvo hepatitis, el vecino que estaba amarillo y encerrado», pero -agregó- «lo que se está dando en particular es que no se llega a la causa. Frente a un caso clínico de hepatitis, se buscan motivos que pueden ser virales, tóxicos, medicamentosos, metabólicos, puede haber montón. En este caso no se detecta una razón en particular y, además, es grave.»
La palabra grave remite a que «más o menos el diez por ciento de los chicos que padecieron la enfermedad están en lista de trasplante. Hablamos de una hepatitis que genera una falla hepática tal, que requiere un trasplante de órgano», explica la médica.
«A principios de mayo apareció el primer caso en Rosario (Santa Fe), un nene de 8 años, pero hay ocho niños más que están en estudio», manifiesta la pediatra, quien agrega que «los casos a nivel mundial casi llegan a trescientos y, por ahora, la única pista es que podría estar relacionado con el adenovirus que, si bien es un virus que circula, que no es nada nuevo ni apareció de golpe como el Covid, no solía producir estas cosas.»
También se está investigando si hay algún tipo de relación con el Covid, «porque en algunos de los casos se han encontrado infecciones comunes», pero no hay mucho más.
Síntomas a tener en cuenta
Entre los posibles síntomas a tener en cuenta en los chicos, la doctora Rada mencionó «el tono amarillo en la piel, dolor abdominal, vómitos, que empiecen con diarrea, aunque puede haber algún otro síntoma, incluso algo respiratorio.»
La pediatra insiste en que «hay que estar atentos. Y el mensaje es siempre el mismo: si tu hijo tiene síntomas, hay que hacer la consulta con el médico», quien decidirá si hay que pedir «laboratorio, estudios por imágenes, toda una batería de cosas que, según el caso, se va a ir desplegando. Lo importante es que el paciente llegue a la consulta, que tenga el acceso a esa consulta y que pueda ser evaluado por un profesional para ver si estamos dentro de lo que habitualmente pasa, o es algo diferente.»
Medidas de prevención
- Cuando una persona está enferma, hay que mantener la distancia.
- Taparse con el codo al estornudar o se tiene tos, porque como todo virus se transmite también por las gotitas de flugge, que son gotitas microscópicas de saliva que todos eliminamos cuando hablamos.
- No compartir fomites (superficie de objetos que llevan microorganismos patógenos y por lo tanto pueden servir como la fuente de infección), como utensilios, tazas, menos en el caso de un niño que está enfermo.
- Muy importante: completar los esquemas de vacunación, porque una vez más las vacunas salvan vidas. El programa obligatorio y gratuito de vacunación cubre la hepatitis A y la hepatitis B. Dos enfermedades inmuno prevenibles, mediante vacuna.
«Tristemente dimos muchos pasos atrás durante el aislamiento por Covid, porque hubo muchos niños que quedaron fuera del esquema de vacunación habitual -asegura Rada-, porque los papás han tenido miedo de acercarlos a los centros de vacunación, o sacarlos de la casa. Les pedimos a los papás que chequeen el esquema de vacunación, que se lo muestren al pediatra, que se acerquen a las salitas o al hospital, que muestren los carnés de vacunas para ver si falta algo y poder completar los esquemas.»