El 13 de junio se celebra el Día del Escritor en la Argentina porque ese día, pero de 1874, nació Leopoldo Lugones en Villa María del Río Seco, Córdoba (Argentina). Este hombre fundó la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
Quién fue Leopoldo Lugones
Además de escritor, Lugones fue poeta, ensayista, cuentista, novelista, dramaturgo, periodista, historiador, pedagogo, docente, traductor, biógrafo, filólogo, teósofo, diplomático y político. Con sus cuentos se transformó en el precursor y uno de los pioneros de la literatura fantástica y de ciencia ficción en Argentina.
Realizó viaje por Europa y vivió en París antes de que estallara la Primera Guerra Mundial. Cuando regresó a Argentina fue el director del suplemento literario de ‘La Nación’ y bibliotecario del Consejo de Educación.
Desencantado con la política argentina, insatisfecho por su tarea en una biografía de Roca en la que no podía avanzar y sacudido por una infidelidad, Leopoldo Lugones decide terminar con su vida en una isla del Delta de Paraná el 18 de febrero de 1938 ingiriendo una mezcla fatal de whisky y cianuro.
Definición de escritor
Se llama escritor al individuo que se dedica a escribir: es decir, a plasmar ideas a través de palabras que representa mediante letras sobre un papel u otro soporte. Por lo general la denominación de escritor se reserva para quien crea obras escritas, sobre todo cuando dichos trabajos pertenecen al terreno de la literatura (la disciplina artística centrada en la expresión verbal).
Creación de obras escritas
Es importante indicar que saber escribir no implica convertirse en escritor. Los escritores tienen como oficio, ocupación o profesión el desarrollo de textos; aunque también, en ocasiones, se menciona como escritor a aquel que produce obras literarias por placer en su tiempo libre.
A nivel general, se entiende que el escritor dispone de aptitudes y conocimientos técnicos y teóricos para la creación de obras con determinadas cualidades. Los escritores están en condiciones de combinar las palabras, utilizar los signos de puntuación y gestionar otros recursos de manera tal que sus textos sean considerados de calidad por su estética o por otro motivo.
Amor eterno Deja caer las rosas y los días una vez más, segura de mi huerto. Aún hay rosas en él, y ellas, por cierto, mejor perfuman cuando son tardías. Al deshojarse en tus melancolías, cuando parezca más desnudo y yerto, ha de guardarte bajo su oro muerto violetas más nobles y sombrías. No temas al otoño, si ha venido. Aunque caiga la flor, queda la rama. La rama queda para hacer el nido. Y como ahora al florecer se inflama, leño seco, a tus plantas encendido, ardientes rosas te echará en la llama. (Leopoldo Lugones)