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miércoles, septiembre 10, 2025
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Los árboles, dueños de la memoria | Por José Luis Azurmendi*

Es elogio a los árboles. Basta con decir que sin ellos la tierra sería un desierto. Esos seres orgánicos proveedores de oxígeno purifican el aire que respiramos, combaten la erosión y regulan las lluvias. Las ciudades los necesitan no solo para que las embellezcan sino también para que neutralicen en parte la contaminación ambiental,  protejan a sus habitantes del sol  en  los veranos y brinden refugio a los pájaros que reducen la cantidad de insectos.

Es bueno saberlo de la importancia de los árboles y los peligros de su eventual extinción, la amenaza en muchas partes del mundo como en las selvas pulmón (Mato Grosso) y bosques. En 1991 la sanción de la Ley Provincial 11.093 estableció la celebración en agosto del  mes del árbol.

No es demasiado considerando la utilidad de cientos de especies forestales y frutales. Los árboles protegen nuestra vida. Protejámoslos de aquellos que no los respetan, los inconscientes que los hieren con clavos o colocando carteles, desafortunadas incisiones y desproporcionadas podas. No irse demasiado por las ramas.

Sabido es que el arquitecto y paisajista Carlos Thays creó en Capital Federal el Jardín Botánico y caso un centenar de parques, plazas y paseos públicos, embelleció la Plaza de Mayo y la del Congreso, entre otras. El Parque Tres de Febrero llegó a tener en 1810 alrededor de 142.000 árboles. También proyectó el Parque Nacional Iguazú (Agua Grande) y más de 200 parques privados. Thays había nacido en Francia el 20 de agosto de 1849 y en 1891 fue designado director general de los paseos públicos de Buenos Aires. Falleció en 1934. Es justo recordarlo en el mes del árbol.

Hojas en el  aire

  • En 1590, poco después de la segunda fundación de Buenos Aires, se ordenaron penas para quienes cortasen los algarrobos que había en la por entonces aldea hacia el lado del Riachuelo por lo que significaban para el ganado. En 1607 se tomaron medidas para evitar la tala y desmontes. En 1619 el Cabildo instó a estancieros y chacareros a plantar árboles.
  • Un hecho desafortunado en el ex vivero Municipal de General Villegas. En agosto de 1996 desconocidos hacharon un ciprés de más de 40 años.
  • Dice el árbol: «Apréciame porque soy la viga que soporta el techo de tu hogar, las tablas de tu mesa y la puerta de tu casa. Cuando naces tu cuna es de mi madera y cuando mueres tu ataúd lo será también».
  • Según la Biblia son cuatro las pantas consideradas en el Antiguo Testamento: olivo, granado, higuera y morera.
  • Yo digo que el amor a la naturaleza no es una superchería literaria ni vagas añoranzas de ignoto ciudadano confundido. Es la fuente de la juvencia del hombre, ayer, hoy y siempre.

*José Luis Azurmendi es un asiduo lector de Actualidad. Trabajador de la construcción, veterano deportista, lector desde siempre, gusta volcar al papel sus vivencias. Y compartirlas.