Para el Dr. Carlos Palombo, médico cardiólogo, hoy a cargo de la dirección médica del Hospital Gral. de Agudos Dr. René Favaloro de La Matanza, «una de las claves en salud es la educación en salud y en este punto los medios de comunicación son una clave indispensable.»
El médico, que durante muchos años formó parte de la comunidad de General Villegas y estuvo a cargo del Hospital Municipal, está convencido que «el concepto de educación para la salud es clave y es mucho más barato que cualquier otra estrategia que se pueda usar cuando hay enfermedad.»
El diálogo al aire en el programa Cuidarte Más, de los sábados en la mañana, por FM Villegas, surgió a partir de una imagen que Palombo subió a sus redes, donde se veía a un niño participando de su propio estudio médico, que era un ecocardiograma, con un texto que hablaba de la importancia que reviste anticipar a los chicos qué es lo que se les va a hacer y darles control de la situación.
Anticipar lo que va a ocurrir para llevar tranquilidad
«En primer lugar, decir que no soy especialista en niños, pero me toca muchas veces atender niños» y la realidad es que «en particular en los chicos, uno tiene que anticipar lo que va a ocurrir para llevarle cierta tranquilidad», manifestó.
Para muchos chicos, ir al médico tiene que ver con inyecciones, vacunas, dolor, incomodidad en la revisación, y hasta pudor por desnudez.
«El chico en general, entra con cierto temor a la consulta médica y generar anticipación por lo menos le baja los niveles de incertidumbre y ansiedad. Se puede hacer de la consulta algo un poquito más agradable y llevadero», insistió
En el caso de la cardiología en particular, hay que auscultar el corazón e intentar que sea en la mayor calma posible para poder obtener más datos de esa examen médico.
«En el caso en particular de este niño que aparece en la foto (obviamente le pedimos autorizaciones a su mamá), él mismo operaba el traductor del ecógrafo y yo acompañaba con mi mano para que lo hiciera bien» y aclaró que de otra forma «no me lo dejaba hacer, se resistía a subirse a la camilla, pero cuando lo llevé por el lado lúdico y le sugerí jugar a que él era el doctor, empezó a gustarle la idea. Desde ese lugar accedió a hacerse el estudio, que por supuesto, no es doloroso.»
La espera para entrar al consultorio
Taquicardia, aumento de la presión arterial, ansiedad y miedos suelen aumentar en algunos pacientes mientras esperan para ingresar al consultorio. Si alguna vez sufrió estos síntomas, es bueno saber que sucede mucho más a menudo que lo que se cree.
De acuerdo a lo expresado por Palombo, «cuando vamos a un médico estamos algún nivel de ansiedad y de alerta. Si es un chequeo, porque pensamos que pueden encontrar algo. Es muy habitual escuchar que alguien no va al médico porque cree que van a encontrar algo.»
«Ese nivel de estrés o de estrés antes de entrar, ya es una alarma encendida y el cuerpo se prepara como para una situación de estrés. No es poco habitual y por eso existe lo que llamamos presión arterial de consultorio», explicó.
Ante esta situación de modificación de la presión arterial por ansiedad, los médicos hacen varias tomas en distintos momentos de la consulta.
Palombo indicó que él lo hace hacia el final de la consulta «después de haber charlado haber dejado niveles de ansiedad, para tratar que esa presión sea lo más normal posible y sacarle el contexto de estrés.»
La humanización de la práctica médica
El mensaje más importante de la foto posteada por el profesional, tiene que ver con la humanización de la práctica médica, que lamentablemente, se va perdiendo.
«Lamentablemente, hoy es un escenario habitual desde mis funciones en salud pública de conducción y en mi práctica privada de consultorio, como muchos pacientes empiezan a cambiar de profesionales porque no encuentran ese ida y vuelta con su médico. Entran al consultorio y son simplemente un número más. El médico no tiene tiempo, no quiere o no puede escuchar y, a cambio, piden quinientos mil estudios», puntualizó.
Esto que puntualizó Carlos Palombo, tiene que ver en muchos casos, con la necesidad de eficientización de recursos, en lugares donde, por regla, los médicos no pueden tardar más de un tiempo de consulta, porque deben cumplir con una cantidad de pacientes diarios.
La pregunta del millón es ¿cómo se puede realizar un diagnóstico médico y la escucha del paciente en ese tiempo?
«Cuando uno analiza las causas, se encuentra con que esta situación tiene que ver con sobre demanda en el sector público, donde no alcanza la oferta para la cantidad de turnos a la población y la disminución en el recurso humano, que generan tuneras a 90 días o 120 días. La gente protesta, se queja y entonces, ahí el sistema presiona al equipo y pide que se atiendan más pacientes», explicó.
El problema, según manifestó el médico es que «no está resuelta la oferta que estamos haciendo tanto el sector público como el privado, a la población.»
Desprestigio en el valor de la consulta médica
Pero también existe otro tema, que tiene que ver con el sector privado y que es el rendimiento de cada consulta.
Sobre esta situación, Palombo señaló que «lamentablemente, los prestadores y los financiadores del sistema privado, desprestigian la consulta médica en el valor que le ponen. Es mucho más caro hacer una resonancia, te deja más plata que hacer una consulta. La consulta médica, por lo menos por estos lares, está un promedio de 1200 pesos pagada por cualquier financiador.»
La cuenta es simple. Los costos de un consultorio, el sueldo de secretarias, papeles, insumos, servicios, impuestos. «El valor de lo que me llegó para pagar representa por lo menos hacer 100 consultas en un mes, entonces uno se pregunta cómo cierra esto. Bueno, cierra haciendo más estudios y metiendo más pacientes en menos tiempo», aclaró.
«El menos culpable es el trabajador de la salud y tampoco tiene culpa el paciente, que es el que necesita la prestación del servicio. Hay una resolución que tiene que ver con sincerar lo que está pasando», señaló Palombo.
Escuchar lo que el paciente tiene que decir
La anamnesis es la recopilación de información proporcionada por el propio paciente al profesional de la salud, durante una entrevista clínica. En esta escucha al paciente se pueden evitar una gran cantidad de estudios.
Carlos Palombo manifestó que en la anamnesis «tengo más del 80 o 90% de los diagnósticos.»
El médico cuenta que hacía un momento acababa de dejar el consultorio una paciente que había ido a distintos hospitales y consultorios porque le subía la presión y en cada lugar le daban cada vez más medicación.
«La clave era que la presión subía hacia el final de la tarde porque siente melancolía y angustia. No hay que tratarle la presión. Hay que tratar por qué entra en melancolía y angustia cuando baja el sol, que es algo muy habitual en los adultos mayores. No se dieron el tiempo de preguntarse por qué entraba en melancolía a esa hora», consideró.
«Yo perdí un poquito más de tiempo y entonces estoy atrasado. El paciente que espera empieza a ponerse inquieto, pero si no brindo ese rato de escuchar qué te pasa o ver quién sos, voy a perder mucho dato importante y no voy a llegar un diagnóstico apropiado. Y esto te digo que es sistemático. Cuando le dedicás tiempo es cuando realmente se llega a un diagnóstico apropiado y después la gente es lo que valora», manifestó el médico.
«Las personas requieren que nosotros sepamos quién es ese individuo, quién es esa persona, más que la presión que tiene o qué colesterol. Cuáles son las determinantes que hacen a su salud, con quién vive, cómo vive, por qué vive como vive, de qué trabaja», consideró.
El concepto de salud es absolutamente integral
De modo que, para Carlos Palombo, «el concepto de salud es absolutamente integral y va mucho más allá, pero muchísimo más allá de si tiene 14 de presión o si tiene 200 de colesterol. Es todo un ser humano que está atravesado por distintas situaciones que hacen a su salud.»
Cuando el paciente ya es conocido, hay datos que ya no hacen falta. Se puede intuir lo que le pasa, apenas pisa el consultorio.
«A algunos pacientes míos que conozco mucho les digo que vienen a que les imponga las manos (risas), porque en definitiva solo charlamos. A veces se trata de acompañarlos», sostuvo.
La educación en salud
«La educación en salud debe ser una política de Estado, para evitar un montón de cosas, costos en salud, para que los médicos no pidamos quinientos estudios, para que la gente no vaya trescientas veces al médico o pida turnos innecesarios que no hacen falta», concluyó Palombo.
Más allá de lo que describe Foucault, como el ojo clínico o primera impresión, es preciso jerarquizar la escucha, que requiere dedicar tiempo a la tarea de escuchar y preguntar. Tiempo tan preciado y ponderado por lo escaso, puede ganarse y no ser visto como una pérdida.
La palabra comunica con otros y es para esos otros para quienes los médicos ejercen la tarea de diagnosticar, tratar, aliviar y a veces curar. Con el habla y el oído se participa y con la mirada se es un espectador.
Sin destronar al encumbrado ojo clínico en el oficio médico, tal vez sea hora de reivindicar la escucha, reparar en la palabra y aguzar el oído clínico.
*Celina Fabregues es periodista. Conduce Cuidarte Más por FM Villegas, los sábados de 9,30 a 12 horas, programa que se repite a las 19 del mismo día.