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lunes, septiembre 8, 2025
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La Columna Económica por Omar Emín / El nuevo dólar soja: efectos colaterales

Pese al nuevo dólar soja a $200 que se anunció el domingo, con el fin de acelerar la liquidación de divisas del sector agroexportador, los analistas creen que igual luce como una tarea «difícil» cumplir con la meta de acumulación de reservas comprometida con el FMI para el tercer trimestre.

Se aseguró que con este tipo de cambio diferenciado para la soja, que tendrá vigencia hasta el 30 de septiembre, el sector privado comprometió una liquidación de u$s5.000 millones para este mes.

Para los analistas, este nuevo dólar soja tendrá más éxito que la versión anterior, porque representa una mejora más atractiva en el precio. Pero dudan de si alcanzará para cumplir con la meta de reservas trimestral con el FMI. Algunos creen que es posible; para otros, es improbable. Sin embargo, todos advierten por los efectos colaterales que tendrá la medida a futuro.

Algunos analistas señalaron que el dólar soja proporcionaría un incentivo a liquidar stocks de soja y reducir liquidación de otros productos y subproductos agropecuarios (menos oferta de maíz, algo de trigo que aún podía liquidarse y otros), y estimaron que en el neto de todo el sector agropecuario podría haber unos u$s1.200 millones más de liquidación a la que se esperaba en septiembre».

Los economistas coinciden en que la medida «disipa» la idea de una devaluación en septiembre, pero no representa una solución de fondo al problema cambiario y de escasez de reservas, y es solo un parche para para ganar tiempo, al tiempo que advierten sobre las implicancias que tendrá la medida en el futuro. Alegan que más allá de lo que se pueda lograr en septiembre, los anuncios tendrán fuertes implicancias a futuro porque son un reconocimiento de que se necesita corregir la apreciación cambiaria; es razonable esperar que los demás exportadores reclamen un tratamiento igualitario al que recibió el complejo; una vez que termine este programa transitorio, el complejo sojero tendrá incentivos a esperar un nuevo programa para volver a exportar; y los importadores tendrán mayores incentivos a acelerar sus compras.

Los supuestos u$s5.000 millones que ingresarían en septiembre implican un adelantamiento de exportaciones, el dinero que entra hoy es el que hubiera entrado en octubre, noviembre. Hay que ver los riesgos que esto genera, porque a partir del 1 de octubre nadie va a querer liquidar; va a provocar escasez, con lo cual puede ser contraproducente si no se pone todo esto en un esquema más racional y de largo plazo.
También se prevé un empeoramiento de reservas netas en meses siguientes por menos liquidación, dado que habrá apuro por liquidar ahora, pero luego habría un desincentivo esperando nuevas excepciones.
En este contexto, aseveraron que hay costos que el Gobierno va a tener que administrar, fundamentalmente, una mayor emisión monetaria que va a estar asociada a los pesos que el BCRA tendrá que lanzar al mercado para comprar esos dólares que se van a liquidar.

Fuente: iProfesional