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jueves, octubre 3, 2024

María Eugenia Bargero: Desatar un suspiro en cada puntada

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Dice la artista textil y autora del libro «Luneville o el libro de la inspiración», Mariana Guagliano, que en la muestra de la artista María Eugenia Bargero «Desatar un suspiro», «…los objetos encontrados convertidos en receptáculos de un nuevo saber se cuelan con su vida, conforman una nueva forma de ver el mundo, donde la visita al pasado se hace necesaria, para volver al hilo que une un hecho con otro, desanudarlo, desandarlo, desatarlo, y así crear un nuevo relato. La primera bocanada de aire que comienza a salir, despacio…”

La exposición de las obras textiles de María Eugenia, será la primera en primera persona, la primera en particular y personal. Y no es en cualquier contexto. Es en el marco del Museo Carlos Alonso, un lugar que para los villeguenses, es el refugio sagrado de los artistas.

La apertura de esta muestra temporaria será este jueves a las 20 horas.

María Eugenia lleva un apellido bungense, aunque hace años está radicada en la ciudad de Villegas con su familia. Ingeniera agrónoma por formación académica, dejó su profesión para dedicarse a ser mamá.

María Eugenia Bargero: el reflejo del entorno.

Textiles heredados

Ella dice que la muestra tiene muchas cosas de Bunge, porque utilizó «textiles heredados» ya que la base de lo que hace es «trabajar con telas con historia o telas en desuso que van a ser descartadas. Y tengo muchas telas de allí, así que va a estar presente también mi pueblo.»

Aunque ser artista textil es algo que surgió como respuesta a la pandemia y evolucionó a la velocidad del rayo, Eugenia asegura que «los textiles me acompañaron siempre» y «desde chica mis tías me enseñaron a tejer y a bordar.»

Tras las primeras lecciones familiares, en el hogar agrícola del pueblo aprendió la técnica del bordado. Y llegó la pandemia. Y con ella, la necesidad de un rescate y la posibilidad de «tomar clases y acercarme a lo textil desde el lado del arte», lo que significó «una oportunidad muy importante porque empecé a conocer otra gente y a entrar en muestras colectivas», explicó.

Quilt y patchwork en Gramado, Brasil

Obras que viajan

Además de participar en muestras colectivas en la Argentina, también presentó sus obras en forma presencial, durante todo el año en Brasil. Se trató de una muestra de retratos que se expusieron en San Pablo, en una galería en Río de Janeiro y hasta hace una semana en el Instituto Cervantes en San Pablo.

En forma virtual, estuvo que tuve unos kilts en Gramado (Brasil), en Houston (Estados Unidos) y ahora acaba de ser convocada para participar del VI Encuentro de Arte Textil en Zaragoza (España), a inaugurarse virtualmente en el mes de noviembre.

María Eugenia define todo este tiempo de proceso artístico como «explosivo», por la vertiginosidad con que todo sucedió, en un par de años.

En la apertura, la villeguense estará acompañada de «una gran artista, que es mi profesora y la curadora de la muestra, que es Mariana Guagliano, que me acompañó mucho, me sostuvo y fue una gran guía este año para llegar a este momento.»

El arte de bordar

El arte textil

Bargero señaló que a los primeros artistas textiles les costó mucho incorporar al textil y más al bordado o al tejido como un arte. Entonces era algo doméstico. No era algo artístico.

Y como a los primeros artistas que se abrieron paso les costó tanto, «a los que empezamos nos brindan más acceso» y «uno se siente contenido en una comunidad» y también «en los grupos de estudio online, donde compartimos aprendizajes, compartimos nuestra vida y se han generado afectos y vínculos con personas de otros países. Se crea una linda comunidad», describió.

Meditar y cicatrizar heridas

Para Eugenia el textil siempre fue como un espacio de sanación, para ir «cicatrizando heridas.»

«No ha pasado un día de este último año, en que no he bordado. Aunque fueran unos diez minutos antes de dormir. Es parte de mi vida, es algo muy placentero, muy terapéutico, como un estado de meditación necesario» para estar presente, para ausentarse, para dormir o para ocuparse.

Desatar un suspiro

El nombre de la muestra tiene que ver «con los procesos personales que fueron ocurriendo a lo largo de la muestra», como «el último suspiro de la última voluntad, eso que uno va va dejando con cada puntada», aseguró.

«La muestra tiene que ver mucho sobre mi entorno rural, sobre lo que viví con el trabajo como agrónoma.»

El entorno de la vida rural influye en los textiles heredados, en sábanas, manteles y objetos domésticos.

«Se van a sentir rodeados de cosas que uno ve cotidianamente y del paisaje rural, no de de lo que uno ve cotidianamente», detalló.

Animarse a hacer y a ser

Buscar un espacio de pertenencia. Atravesar la incertidumbre y dar el salto para dedicarse exclusivamente a lo que siente como propio.

Desatar un suspiro que «tiene que ver mucho con la sanación de uno» y al que «hay que animarse. Hay que tener un poco de coraje» y dejar de hacer cosas para uno y empezar a mostrar. A eso la llevó la pandemia. A compartir lo que hacía.

«El arte textil es una técnica que lleva mucho tiempo, porque de pronto te sentás a bordar una flor y estás un mes, por lo que la perseverancia es fundamental», indica.

Retrato sobre el trazado de Bunge, obra que continúa de gira y destila pertenencia

La familia

Según cuenta María Eugenia, el montaje de esta muestra «es movilizador para mí.» Porque siempre hay un contexto que permite la expresión.

«Tengo el apoyo de mi familia, porque sin el apoyo de mis hijos y de mi marido, no se puede lograr, porque son esos afectos que te van sosteniendo. Para poder mostrar y para poder para querer subir un escalón, yo necesito ese apoyo efectivo de todos los que me rodean», manifestó Eugenia.

La muestra que inaugura el jueves a las 20 horas, permanecerá en el Museo Carlos Alonso hasta el 15 de enero. Como para ir y volver. Y volver. Y descubrir en cada puntada, la intención de la artista.

Taller de bordado de Mariana Guagliano

El viernes 7 de octubre, a las 10 de la mañana, la artista textil Mariana Guagliano dará un taller de bordado en el Museo Carlos Alonso, con una de las técnicas que están en las obras, que es una de las técnicas antiguas de bordado que se utilizan en esta expresión artística.

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