La medida del gobierno local de trasladar a varios de los animales que se encontraban en la calle al Centro de castración provocó una manifestación de proteccionistas y vecinos frente a la municipalidad.
Esos dos hechos abrieron el debate sobre los perros de calle, que incluye a los animales abandonados por sus dueños, los que nacen en ese estado de desprotección total y los animales cuyos dueños los dejan en la calle.
Actualidad dialogó con la secretaria de Producción y Medio Ambiente sobre la medida tomada, quien explicó que «la medida que se tomó el viernes fue ante numerosos reclamos que llegaban a la secretaría para quitar de la vía pública aquellos animales que podían atentar contra contra la salud, ya sea porque corrían a las bicicletas o porque mordían.»
Por ese motivo, se salió a «levantar estos perros de la calle y se los trasladó al Centro de castración, que es donde tenemos los corrales y caniles», informó.
Explicitó además que «se levantaron de la calle diez perros de los cuales quedaron ocho porque dos fueron regresados.»
Montoya manifestó que después de eso «decidimos hacer un registro de todos los animales que ingresan al centro de castración y, en base a eso, quien se lleve a un animal va a tener que firmar una declaración jurada diciendo que se hace responsable y queda a cargo del animal que retira.»
La funcionaria indicó que «nos comunicamos con los Ministerios también, porque es algo que ya se venía trabajando desde hace rato. Veníamos hablando con los distintos municipios a ver qué acciones tomar y nos pareció que esta era la menos agresiva porque se procuraba no solo cuidar la salud de las personas, sino también ver el bienestar animal.»
«Estos pobres animalitos que la gente arroja y abandona muchas veces en la calle no son culpables y tenemos que hacer algo por eso», añadió.
«Respecto al grupo de proteccionistas, recibí un mensaje de una de ellas pidiendo por un animal que alguien había abandonado cerca de la virgencita (Ruta 33) y nos comunicamos con Rojo (Secretario de Seguridad) para poder detectar en las cámaras quién es el responsable y poder cobrar la multa que corresponde, porque es una irresponsabilidad enorme arrojar a un animal a la vía pública», expresó.
Tanto desde Apavi como de otros grupos proteccionistas, se ha reiterado el reclamo porque no logran una audiencia para hablar de este tema con funcionarios, para aplicar políticas que resuelvan el problema para todos los vecinos que integran esta sociedad, pero también para los animales.
Sobre esta posición de no atención de los funcionarios por parte de Apavi, Montoya aseguró que «ahí hay una falacia muy grande, porque en abril me reuní con las proteccionistas pertenecientes al grupo de Apavi en la Secretaría de Producción, cuando se estaba por inaugurar el refugio en la calle Robledo.»
«Ante un reclamo de los vecinos, las convoco para ofrecerles el espacio del Centro de Castración y me responden que ya estaban avanzados en la obra, lo que era entendible, porque habían hecho una inversión y un movimiento para poder instalarse donde están hoy en día», agregó Montoya.
Sobre los proteccionistas, la funcionaria manifestó que «no comprendo por qué no se apoya una medida que intenta resguardar la vida humana, porque muchos dicen que no se hizo nada, pero ahora estamos haciendo.»
Asimismo, la secretaria señaló que «es un reclamo constante y es responsabilidad de municipio actuar en estas situaciones. No lo hacemos por maldad y no queremos que los animales salgan heridos. Eso de tratar a la gente de asesina me parece muy agresivo, porque no es la intención.»
«Nosotros queremos dar respuesta a los reclamos de vecinos que nos llegan todos los días, por agresiones de animales en la vía pública, porque no pueden mandar a los chicos a la escuela solos, porque se caen de las motos y nosotros estamos obligados a dar una respuesta», aseguró.
Según Montoya, «la respuesta fue quitar la vida pública a los perros que eran más agresivos y darles un hábitat en el que se les da de comer, se los cuida y se pusieron dos personas», de las que una estará a cargo de los animales y mantenimiento y la otra, para control.
Sobre la posibilidad de diálogo y un trabajo en conjunto con Apavi y otras personas que protegen los derechos de los animales, que insisten en el reclamo de políticas que resuelvan el problema, la funcionaria indicó que «las castraciones se hacen todos los días, son gratuitas, como las vacunaciones.»
Agregó además que «hay dos veterinarios trabajando en el área de castración. Obviamente siempre decimos que hay que mejorar» y sobre las castraciones masivas, «coincido en que hace falta, pero no siempre están los recursos.»
Mariel Montoya anunció también que «tenemos un proyecto de ampliación para el Centro de castración, para el sector de espera, que es algo en lo que también se está trabajando.»
En este momento, por el espacio físico con que se cuenta, «no podemos recibir más de trece animales por día.
Por otro lado y según manifestó la funcionaria, se están haciendo visitas dos veces por semana a los pueblos y destacó la labor de los veterinarios «que están trabajando muy bien y muy fuerte.»
Todos somos responsables
Además de la obligación del estado municipal de hacer cumplir las ordenanzas vigentes, cuando se habla de superpoblación, existe la responsabilidad de los vecinos, Algunos porque los abandonan y otros porque no hacen castrar a sus animales y se deshacen de los cachorros en cualquier lugar.
«Nos tenemos que hacer cargo de los animales que tenemos, no podemos desligar esa responsabilidad y dejar que sufran en las calles y que se vuelvan agresivos por la situación y terminen lastimando a alguien», apuntó Mariel Montoya.
Cada ciudadano «debe hacerse responsable y tener a los animales adentro de sus casas, no tienen por qué estar en la vía pública», añadió.
Montoya anticipó que se va a realizar una campaña de adopción desde el municipio, pero aseguró que «liberar a los animales no es una solución al problema y nosotros tenemos que dar una respuesta a los reclamos que llegan.»
«Tener animales en la calle es un riesgo para la salud, no solo de las personas sino también de los animales, pero es un riesgo enorme que asume el municipio y si el eslogan es liberar los animales, no se condice con lo que queremos hacer», finalizó.