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lunes, octubre 7, 2024

Cuando el amor a la educación va más allá de las aulas

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La Asociación de Educadores Jubilados, presidida una vez más por Gladys Pinedo, se prepara para despedir el año 2022 el próximo 25 de noviembre en el Centro Vasco de nuestra ciudad, desde las 21 horas.

El costo de la tarjeta es de 3.300 pesos; y estarán en venta desde el jueves 17 al martes 22 en el Club Eclipse Villegas, de 10 a 11.30 horas.

La presidente, acompañada por Liliana García y Alma Cervetti, visitaron Actualidad; y entre charla y charla adelantaron que este jueves serán recibidas por el intendente Eduardo Campana. En ese encuentro, plantearían la necesidad de que la Asociación cuente con un espacio propio.

La Asociación

«Nuclea a jubilados y jubiladas docentes, bajo la modalidad de socios por una cuota mensual de 20 pesos. Pero en nuestros eventos están todos los que quieran participar, sean o no docentes, sean o no jubilados. Esta Asociación tiene muchos años y tuvo su gente que la llevó adelante», sostuvo Liliana.

«Para el que quiera saber qué hacemos -continuó-, nuestra misión es no perder el hilo entre nuestro pares. Obviamente no estamos en actividad, pero hay una esencia que nos sigue guiando con tres objetivos básicos: seguir generando momentos de amistad, compañerismo, acercamiento, no quedarnos aislados, que es lo social; poder cumplir una vez al año con un gesto solidario, aportando algo a instituciones que lo necesiten (este año se donó un horno microondas al Hogar de Ancianos); y lo cultural, organizando charlas de interés general para la comunidad y exposiciones, entre otras. Cada año surge una idea distinta».

Feria del Libro: Presentes

Después de dos años de no realizar eventos en el plano cultural, debido a la pandemia, la Asociación de Educadores Jubilados participó de la primera Feria del Libro que se realizó en General Villegas.

«Felices porque se acordaron de nosotros, nos tuvieron en cuenta y estuvimos con un stand que mostraba simbólicamente las actividades que realizamos. En este marco propusimos que los visitantes dejaran su mensaje en una especie de libro de visitas, no sólo su firma, dando una opinión en general sobre la educación. Para nuestra sorpresa, la gente se sumó y estuvo genial. Docentes, ex docentes, alumnos, ex alumnos, padres, los visitantes, se explayaron sobre distintos temas, como lo edilicio, programas educativos, actualización docente, siempre con mucho respeto y criterio. Eso nos va a dar un puntapié para seguir analizando eso y ver, desde nuestra comisión, qué podemos seguir aportando. Es un lindo disparador para seguir trabajando», comentó Liliana.

Gladys presidente

Gladys Pinedo, presidente una vez más de la Asociación, «después de varios mandatos que ya no recuerdo», expresó. «Conformando el equipo y trabajando todas unidas, con mucho compañerismo y proyectos, que es lo más importante», añadió.

Después de dos años «de dedicarnos sólo a lo administrativo, hemos renovado la comisión, como todos los años. Tenemos reglamento y lo hacemos como marca el estatuto», dijo.

Jubiladas, pero no inactivas

«Casi siempre somos las mismas personas a las que nos gusta seguir trabajando en distintos aspectos. Yo he venido muchas veces por el Museo Histórico Regional, pero la Asociación de Educadores Jubilados fue la fundadora de ese Museo. A mí me gusta estar mucho en las comisiones, para trabajar; y es lo que estamos haciendo», sostuvo por su parte Alma.

«Yo creo que los docentes, por tener que crear vínculos en cada establecimiento que hemos estado con mucha gente, padres, compañeros, nos entrenamos a ser sociables. Y a esta altura de nuestras vidas, cuando nos encontramos en un evento, es un bullicio, es muy lindo. Es un grupo de gente que trabajó, de pares, que se sienten con la satisfacción del deber cumplido. Nos sentimos en el mismo camino y es muy reconfortante», agregó Liliana.

Maestras, ¿eran las de antes?

«Yo estoy muy feliz y con mis compañeras jubiladas hago esta pregunta; y me dicen: ‘yo fui muy feliz en una escuela en el medio del campo’, o ‘fui muy feliz en la escuela más céntrica de Villegas’. Creo que la gente que perdura y sigue en educación es porque está bien. Tal vez hay cosas del momento que no te hacen tan feliz, pero la trayectoria, el accionar y la misión que tenemos nosotros, de pasar por la vida de un niño, eso ¿te hace feliz?. Si no es así, renunciás», sostuvo Liliana.

Y agregó que «todo tiempo pasado fue bueno y el actual también. Hay docentes muy comprometidas, muy profesionales, que les gusta, se capacitan, ascienden, colaboran, ayudan, asesoran, perduran. Eso es hermoso. Hay gente que podría estar jubilada, pero está en la dirección de una escuela dejando una huella impresionante».

Liliana reconoció que «tal vez en nuestro tiempo de docentes era más fácil, o ahora lo vemos así. Hoy la sociedad está muy difícil. Yo admiro a los docentes de este momento, porque hay muchos factores para los que no se prepararon. Quieren estar en el aula, ayudar a los chicos, verlos progresar y se tienen que ocupar de otras cosas. ¡Pobres!. Hay que acompañarlos, entenderlos y colaborar. Diría que el docente que está en actividad y perdura, es porque le gusta».

El sueño de la casa propia

La Asociación no cuenta con un espacio propio donde funcionar, una deuda aún pendiente que le plantearían este jueves al intendente Eduardo Campana, en el encuentro que está previsto luego de pedirle una audiencia en la visita que el Ejecutivo hizo en su stand, en el marco de la Feria del Libro, acompañado de la Jefe de Gabinete, Marina Justo.

«Tenemos muchas cosas distribuidas en distintas casas y cuando hacemos un evento hay que andar buscando en cada lugar», expresó Alma.

«Es muy necesario un espacio físico, porque parece todo virtual pero no lo es. Hay mucha historia, mucho archivo, elementos de trabajo, equipo de música, cosas conseguidas con mucho sacrificio y eso hay que guardarlo, porque incluso no es nuestro. Vendrán otras comisiones y habrá que pasarlo», añadió Liliana.

«Más allá de eso, el lugar es para hacer reuniones, charlas, talleres, porque no siempre los clubes están dispuestos a dar un espacio. O nos resulta muy grande, o muy chico. Las filiales de otros pueblos tienen todas. Incluso en algunos, son casas donadas para tal fin», concluyó.

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