En los últimos días el Servicio Meteorológico Nacional informó que la Argentina está atravesando una agobiante ola de calor. Las temperaturas irán en ascenso llegando a máximas de 40 grados en algunas provincias. El organismo emitió alerta naranja y alerta amarilla para algunas zonas; y pidió a la población tomar recaudos y evitar exponerse al sol durante largos períodos.
De qué tratan las alertas
Según informó el SMN, la alerta naranja indica un efecto «moderado a alto en la salud» debido a las altas temperaturas que se presentan, generalmente en verano. «Pueden ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo», agrega.
El alerta amarillo, en cambio, es una alteración leve a moderada en la salud de las personas, aunque «pueden ser peligrosas, sobre todo para los grupos de riesgo, como niños y niñas, personas mayores de 65 años, y aquellos con enfermedades crónicas».
Desde el organismo también informaron que «estas situaciones son clásicas de los períodos cálidos del verano»; y que «ocurren porque lo que predomina son las altas presiones que favorecen el ingreso de una masa de aire muy cálida del norte de la Argentina».
La importancia de hidratarse
Frente a este contexto, Actualidad dialogó con la Licenciada en Nutrición, Valeria Pennacino, quien se refirió puntualmente a los adultos mayores, que «pierden el reflejo de la sed, entonces si no los estimulás, si no los ayudás para que tomen agua, es raro que ellos te pidan. Y ahí es donde viene la deshidratación».
«Estar en un lugar fresco, oscuro, con ventilación y ofrecerles líquido todo el tiempo», recomendó. Y agregó que «lo mismo pasa con los más chiquitos. El agua se puede saborizar natural, con rodajas de naranja, de pomelo, pepino o menta; y se le da un poco de sabor, sin agregarle azúcar, porque esto los termina dañando desde otro lado».
La recomendación es tomar «dos litros diarios de agua (8 vasos), aunque también depende de la actividad que uno haga. Si es alguien que hace deporte al mediodía, debe agregar más líquido y algún mineral, porque se pierde bastante sodio con la transpiración, entonces se baja la presión y uno está como más cansado», sostuvo la profesional.
«Hacer deportes después del mediodía no es lo idea -sostuvo- pero están acostumbrados, adaptados. El tema es que escuchen su cuerpo y si tienen algún síntoma distinto que frenen, que no sigan, porque hace mucho calor. Sí tienen que llevarse más agua, agregarle algún mineral y, dependiendo de los kilómetros que vayan a hacer, agregarle también glucosa, algún azúcar».
Pennacino también aportó el dato de que para hidratarse «hay que buscar estrategias, porque no sólo se trata de agua. Puede ser gelatina, algún jugo, compotas de frutas y tomar el líquido frío, el te o el café con leche frío queda muy rico, yogures, son forma de hidratarse. Pero en el caso de la gente mayor no hay que esperar que pidan, porque no lo van a hacer, hay que ofrecerles».
Aseguró por otro lado que «el mate también hidrata,» y que «hay estudios que lo demuestran, porque el riñón funciona». Y que «incluso aquellos que están en la pileta se tienen que hidratar».
¿Tengo un golpe de calor? ¿Qué señales da el cuerpo?. «Habitualmente no orinan, se les baja la presión, les falta reacción y estímulos, están menos activos, cansados», sintetizó Pennacino.
Ensaladas creativas. Alimentarse bien, de manera saludable, fresca y liviana es otra de las recomendaciones. Y para salir de lo habitual en este sentido, la profesional aportó una receta rápida y agridulce. «Espinaca, pera, roquefort y nueces, queda muy rica».
Entre risas comentó también que «una vez me sobró ensalada de lechuga e hice una tortilla. Después vi que Narda Lepes la hacía en su programa de televisión».
«Si no querés prender el horno o las hornallas, podés recurrir a la lechuga, tomate, zanahoria, arvejas, lentejas, soja texturizada, atún de alguna latita (la enjuagás bien para eliminar el exceso de sodio) y tenés una ensalada súper completa. No necesitás tener el bife carne o de pollo en el plato de comida. Con las legumbres se hacen re buenas combinaciones», añadió.
También dijo que «el zucchini crudo rallado queda riquísimo en una ensalada, mezclándolo con alguna verdura que le de un poco de humectación, para que no quede tan seco. Queda exquisito, como la remolacha rallada cruda o el repollo cocido, que uno lo asocia más con lo crudo. Pero suele verse salteado en los woks y queda muy rico».
«Arroz, atún, huevos, pickles, que son excelentes porque están en vinagre, son fermentos y son buenísimos para el intestino -continuó-. Aparte se pueden consumir como colación, para picotear, en lugar de pan o galletitas, salvo que tenga gastritis o algún problema de estómago. La pasta que sobró, que se puede mezclar con alguna verdura de ensalada».
Las opciones son varias y mezclar lo que tenemos en casa puede ser una alternativa.
No olvidemos la fruta. «Su consumo es muy importante, además tiene líquido. Y el azúcar es natural, del propio alimento. Distinto es el azúcar agregado, eso es lo que hace mal», sostuvo la Licenciada en Nutrición.
«Hay que aprovechar las de estación, que se supone son más económicas. Melón, sandía, duraznos y ciruelas», ejemplificó.
Mejorar la calidad. «Uno tiene que ir pensando en mejorar la calidad de lo que come y eso evita el proceso de una enfermedad, hacer una mejor sintomatología en el caso de que ya se tenga una patología crónica, por ejemplo», sostuvo.
«La obesidad trae muchas complicaciones para la salud, articulares, emocionales, cardíacas, presión, diabetes, oculares… podría seguir. Son muchas las complicaciones cuando uno, comiendo un poquito mejor -porque no se trata de no comer nada de lo que te gusta- y un poco de ejercicio, se podrían mejorar y tener una mejor calidad de vida», concluyó.