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jueves, noviembre 7, 2024

Matías Salvaneschi y una vida de desafíos por el mundo

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«La vida está llena de aventuras», parece una frase hecha y que poco a poco pierde valor. Pero «GPS, villeguenses por el mundo» nos sigue dejando historias fantásticas de grandes luchadores que persiguieron sus sueños y le «dieron la vuelta al mundo».

Esta vez, el protagonista fue Matías Salvaneschi, villeguense de 44 años que está radicado en México. Hijo de Jorge y Eliana Gasulla, lleva más de 25 años fuera del país. En su visita a General Villegas, pasó por los estudios de ACTUALIDAD y habló de todo junto a Esteban Mutuberría.

Los primeros pasos

Los comienzos de Matías se dieron en el colegio «El Nacional» (EES N°7), donde se egresó a los 18 años. Posteriormente, siguió la carrera de Licenciatura de Economía en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Tras recibirse, tuvo su primera experiencia en el mundo laboral en una empresa de bebidas alcohólicas. «Un director de recursos humanos me dijo que analice bien esta oferta y, con el pasar de los años, me di cuenta de que tenia mucha razón», contó.

Crecimiento laboral

Pero su carrera fue en total crecimiento, ya que en 2005 trabajó dentro del Ministerio de Economía, donde se mantuvo por tres años en el sector público. «Nuestra tarea estaba dentro de las Investigaciones Antidumping y estaba regida por la OMS, fue una experiencia más que interesante», detalló.

De allí pasó a trabajar en una consultora económica de Roberto Lavagna, ex ministro de economía, donde Matías se encarga de asesorar y defender a las empresas en casos de Antidumping, todo lo contrario a su profesión anterior. «La consultora estaba en un momento difícil», comentó.

Desde ese lugar se le abrió la posibilidad de ingresar en la empresa de Campari, la compañía productora de bebidas alcohólicas y no alcohólicas con más de 40 marcas. El villeguense no dudó en aceptar y se sumó a la industria como planificador financiero en 2011.

«Fue algo complicado en el comienzo porque pasé a cobrar la mitad de lo que estaba ganando, pero era sacarme la espina pendiente de trabajar en una compañía multinacional», señaló.

En este transcurso, Matías fue elegido como uno de los 20 CFO (directores financieros) más importantes de México. «Es un orgullo, me tomó por sorpresa. De alguna manera se está premiando a la compañía, que tiene mucho que ver», afirmó.

«En Oaxaca México, donde tenemos el palenque para producir el Mezcal Montelobos».

En enero de 2016 recibió una propuesta que consistía en ser el responsable del área de finanzas dentro de la misma empresa pero en Perú: «Me cayó justo y fue un crecimiento importante para mi carrera. Tardó bastante tiempo en concretarse, porque recién en enero de 2017 me terminé yendo a Lima», dijo.

Su vida en Perú 

La experiencia de Matías en suelo peruano fue «alucinante». Y agregó: «Tengo los mejores recuerdos y me hice muchos amigos».

Por otra parte, destacó la gastronomía de aquel país: «Es una de las mejores en todo el mundo y relativamente muy barata. La cultura de ellos está expresada en la gastronomía».

El villeguense contó que su mejor anécdota fue en Perú, específicamente en la previa de un partido de Alianza Lima: «Yo tenía un amigo que estaba dentro de la barra brava del club y sin saberlo, terminó llevándome a la casa de una mujer que parecía un conventillo. Tomamos cerveza, comimos ceviche y luego llegó un joven con una bolsa de Ron. Fuimos a la cancha, pasamos el cacheo y en medio del partido llenaron la bolsa con gaseosa Coca Cola (comprada dentro del estadio) y se armaron un Cuba Libre».

Maras, Valle Sagrado, Perú.

¿Como llegó a Guadalajara?

«Campari tiene una infinidad de productos, el abanico es muy grande», expresó. A partir del crecimiento exponencial que tiene el Tekila en Estados Unidos, Matías llegó a Jalisco, estado de Guadalajara, donde se realiza el proceso de la bebida.

Guadalajara es el estado más tradicional y popular de México. «Esto tiene sus pros y contras», sostuvo. Además, explicó que lo más conocido en el exterior de México es de Guadalajara: mariachis, tekila, los «Cartel», entre otros. Sin embargo, confesó que es una zona donde la gente es «cerrada y clasista».

Actualmente, Matías está de visita por General Villegas, su «destino obligado de todos los años». Además, explicó que «si estoy en Argentina debo pasar por la ciudad, me hace muy feliz».

Planes para el futuro

El villeguense fue contundente y manifestó: «En los próximos años me gustaría seguir esta carrera internacional y vivir en Europa con la compañía».

Además, contó un deseo personal a largo plazo: «Deseo vivir de verano en verano, por ejemplo, seis meses en Argentina y seis meses en Europa. Sé que es un poco ambicioso, pero es un gusto que me quiero dar». Asimismo, aclaró que General Villegas estaría dentro de los planes en este proyecto a futuro.

¿Qué se extraña de General Villegas?

Matías no anduvo con vueltas y explicó que el «motor» que lo lleva a volver es la familia y los seres queridos. «Desde que me fui en 1998 regresé todos los años y lo voy a seguir haciendo, me siento grande en una ciudad pequeña», sostuvo.

Asimismo, confesó una sensación personal de sus viajes y estadías por diferentes países: «A medida que van pasando los años conozco a más personas, visito más países y eso me hace sentir insignificante y muy chiquito en el mundo, es una sensación extraña».

Sin embargo, aseguró que cuando llega a General Villegas vuelve a sentirse «contenido y tranquilo». Además, indicó que «hay momentos que abrazan, ya sea comer unas pizzas o un asado con la familia, me hace sentir acompañado y seguro».

Muchos conocen a Matías Salvaneschi por su relación con el básquet cuando se encontraba en la ciudad. No obstante, confesó haberlo dejado de practicar hace mucho tiempo. «Se puede decir que fui parte de la primera generación dorada del básquet en Villegas, no por talento, pero sí por haber sido la primera», bromeó.

Anécdotas 

Una de las mejores experiencias personales del economista se dio en Capadocia, Turquía: «Le tengo un poco de miedo a las alturas, pero me subí a los tradicionales globos de ese lugar y fue algo increíble. Estar sostenido en el aire fue una de las sensaciones más placenteras y agradables que me tocó vivir».

Capadoccia, Turquía. «Una de las experiencias más lindas que tuve».

Otro recuerdo en suelo turco: «Después de las guerras a ellos les quedaron ciudades subterráneas y fuimos a visitar una de ellas. Estábamos bajando por los túneles y me cayó la ficha de dónde estaba, en un sitio que alguien había construido en algún momento de la historia y por consiguiente era mítico».

No podía faltar Perú, específicamente en el Machu Pichu, una de las grandes maravillas mundiales: «Junto a varios amigos villeguenses recorrimos esta maravilla del mundo, que tiene una energía especial».

Machu Pichu, Perú.

Por último, recordó su experiencia en el Océano, donde nadó con tiburones ballenas: «Me asusté bastante pero fue alucinante, por suerte eran veganos», finalizó entre risas.

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