Si hay un país que se nos viene a la mente cuando pensamos en atletas y maratones es Kenia. Estas tierras africanas son conocidas mundialmente por su éxito y elevado desempeño en distintas competiciones de atletismo.
Sin embargo, este deporte no es lo único característico de Kenia y muy bien lo sabe Gina Gardini, «una de las nuestras». La charlonense de 38 años pasó por los micrófonos de «GPS, villeguenses por el mundo», para hablar sobre su estadía en suelo africano: su emigración al exterior, vida laboral y próximos objetivos.
¿Cómo surgió la idea de emigrar?
Julián, el esposo de Gina, también es kinesiólogo. En su profesión, siempre se especializó en Running, porque es maratonista y suele trabajar con atletas.
Es por eso que uno de sus sueños era visitar Kenia, la tierra de los mejores atletas. En 2018, se le presentó la oportunidad y tuvo la primera experiencia en este país por un mes y medio. Al regresar planteó una sorprendente oferta: «Él había quedado muy entusiasmado y analizó la posibilidad de vivir allá, pero yo no quería saber nada».
Además, todo esto sucedió en plena pandemia y varios países tenían su frontera cerrada, con excepción de justamente Kenia. Por esta razón y ante el deseo de emigrar, decidieron probar suerte en el país africano.
Sin embargo, esta opción no fue la primera barajada por la familia: «En un primer momento pensamos en Estados Unidos, luego en Australia y también en Europa por mi ciudadanía italiana. No nos fuimos por ninguna necesidad ni mucho menos, lo hicimos porque quisimos».
Asimismo, explicó la razón por la cual decidió, junto a su esposo, partir hacia África: «La vida es una sola y son llamados internos que se deben atender en un abrir y cerrar de ojos. Se puede volver a conseguir trabajo, porque el título no te lo va a sacar nadie, pero para aprovechar las oportunidades existen momentos».
Y agregó: «Siempre digo que los destinos de la vida fueron los que nos llevaron a la otra parte del mundo». El 24 de febrero del 2021 fue la fecha en que emigraron.
Su vida laboral
El oficio de Gina consiste en ayudar a las personas del exterior a llegar a tierras keniatas digitalmente, en un trabajo multifuncional. Además, contó que también ayuda a su esposo en dar clases virtuales y presenciales con atletas de élite.
¿Cómo es Kenia?
La ciudad donde está radicada la pareja se llama Iten, un lugar «similar al norte de Argentina». Es un pueblo que está a 2,400 metros sobre el nivel del mar y tiene una población de 3.000 habitantes aproximadamente. «Muchos atletas vienen a entrenar aquí por la altura. Se vive mucho de la agricultura y ganadería, es una zona muy rural», explicó.
Gina contó que la ciudad importante más cercana a Iten es Eldoret, que está a solo 35 minutos y es la quinta localidad más poblada del país.
También aclaró que le sigue costando el proceso de adaptación al país, ya que culturalmente es muy distinto. Sin embargo, aseguró que está acostumbrada a vivir en pueblos pequeños por ser de Coronel Charlone. «Es una experiencia de vida muy enriquecedora que sin la pandemia no se hubiera concretado», confesó.
Con respecto al clima, afirmó que «es espectacular», debido a que al encontrarse en altura siempre está cálido. «Los calores y fríos no son abrumadores», agregó.
Según la charlonense, el tema del idioma es uno de los más complejos, ya que hablan tres lenguas diferentes: el Suajili (oficial), Inglés (por sus colonias pasadas) y el idioma que practica cada una de las tribus asentadas.
En cuanto a la salud, dijo que es similar a Argentina. «En Iten tenemos un hospital público, pero si tenemos que hacer algo más especifico vamos a las ciudades grandes», declaró.
Sin embargo, contó que es un país que «se quedó en el tiempo». Una de las razones que afirman esta cuestión es el proceso de los niños en su infancia: «Me da mucha pena que deban ir a orfanatos desde tan pequeños, los hacen partícipe en todas las tareas, laborales y de la casa.». Además, habló sobre el machismo y la homosexualidad: «Estamos en el 2023 y son cuestiones naturalizadas de las que nadie habla, me cuesta mucho digerirlas».
¿Es caro vivir en Kenia?
La moneda local del país es el Chelín Keniano y solo 1 euro equivale a 136 chelines. Asimismo, comentó que Iten no es un lugar caro, pero sí Nairobi, la capital del país. «La pobreza que hay en Kenia no tiene nada que ver con lo que muestran los medios de comunicación», aclaró.
¿Qué se extraña de Argentina?
«Cada uno sabe por dentro que cuando te vas al exterior tenés pocas chances de volver y te vas despegando», contó. Gina aclaró que obviamente extraña a sus seres queridos, pero «aprendí a vivir con eso y por suerte no me agarran esos bajones depresivos».
«Algo que de verdad extraño es el queso,» dijo entre risas. «Yo vivía comiendo queso en Argentina y a lo largo de Kenia se hace muy difícil conseguir», dijo.
Diferencias entre Kenia y Argentina
Una diferencia abismal entre ambos países es la costumbre de tener muchos hijos en Kenia, algo no muy común en Argentina: «En nuestro país no pasa nada si alguien no quiere ni puede tener hijos, pero ellos lo ven muy extraño».
También explicó que en los colegios, sean privados o públicos, es obligatorio asistir con uniforme: «Hay muchas familias que no tienen la suerte o el dinero para comprar esta indumentaria, a veces se hace difícil».
¿Cómo ven a los argentinos en Kenia?
La villeguense manifestó qué, en su gran mayoría, los keniatas no suelen ubicar a los argentinos en el mapa. Sin embargo, aseguró que los más capacitados relacionan a Argentina con Messi.
Con respecto a su experiencia, mencionó que aprendió el «interés» de los keniatas con las personas «blancas», a quienes consideran como gente de dinero: «Debido a las colonias inglesas del pasado, la presencia del blanco ha sido algo muy fuerte acá».
De todas formas expresó: «Con nosotros nunca hubo inconvenientes. El Mundial de Qatar los volvió locos, cada vez que pasábamos por las calles nos felicitaban y alentaban, la verdad es que fue muy raro».
Planes para el futuro
Gina recordó que al irse de Argentina había ciertos planes, pero todo se fue dando de manera distinta. «Es por eso que no me gusta planificar ni me agarro de esas cosas, estamos abierto a muchas posibilidades», verbalizó.
En relación a futuro en Kenia, dijo: «Estoy más que agradecida con todo lo que me dio y enseñó este país, pero sé que no es mi lugar y en algún momento me voy a ir porque es parte de la vida».
No obstante, descartó la opción de regresar a Argentina en el corto plazo porque «hay muchas cosas nuevas por explorar y aprender en el exterior». Sin embargo, consideró al país como «tierra firme», ya que «siempre voy a poder caer y volver, mi corazón está allí».
Anécdotas
«Nos ha pasado de ir a comer a la casa de vecinos keniatas y nos recibieron en el piso porque no tienen otra cosa para ofrecer», recordó. Además, comentó que, para ellos, el simple hecho de recibir a una familia extranjera es un honor.
«Una vez nos invitaron a comer y cocinaron guiso de pollo, pero nosotros somos vegetarianos. Sin embargo, tuvimos que comer porque entendimos la situación en la que ellos viven económicamente», sentenció.