22 C
General Villegas
viernes, enero 24, 2025
InicioSociedadUn ruido silencioso sobre ruedas, tiñó de azul la plaza principal

Un ruido silencioso sobre ruedas, tiñó de azul la plaza principal

El lunes a las 14 horas Aderid realizó llevó adelante una actividad en la plaza principal por el Día internacional de Concientización del Autismo, que se tuvo lugar el domingo 2 de abril.

En comunicación con la directora de la institución, Analía Campana, el encuentro sobre ruedas en la plaza tuvo el objetivo de «hacer un poco de ruido silencioso y poder hablar de una problemática que avanza a pasos agigantados y empatizar con la familias y con las personas que tienen este diagnóstico, para quienes la vida no le es tan fácil.»

El «ruido silencioso» del que habló la profesional tiene que ver con que, a la mayoría de las personas que presentan algunos de los trastornos del espectro autista, «los ruidos muy fuertes como bombas, petardos, ruidos de motos, los desregula y los perjudica» a tal punto que «se ponen muy nerviosos, se autoagreden o agreden a algún familiar o cuidador, les genera convulsiones», es decir, les desata una crisis muy dolorosa.

El ruido silencioso que reunió al grupo vestidos de azul o con algún accesorio de ese color que identifica a la concientización del síndrome, fue «un llamado de atención para hablar de autismo porque cada niño, el hijo de cada uno de nosotros, nuestros hijos, seguramente están compartiendo un aula con un chico con características de autismo, con el diagnóstico completo o con chicos que tienen hipersensibilidad auditiva y si un compañero grita o hace ruido, es probable que territorialmente, lo esté pasando mal», advirtió Analía Campana.

«Esos chicos tienen que saberlo, porque va a ayudarlos a mejorar el rendimiento escolar», aseguró.

Día de Concientización del Autismo

Los casos de TEA (trastorno del espectro autista) siguen en aumento en todo el mundo, aunque aun se desconoce la causa y se sigue estudiando para encontrar la razón del crecimiento.

Las personas con autismo, tienen «morfológicamente un cerebro distinto, una estructura diferente y pese a que se sigue estudiando, no se sabe cuál es la causa», aportó.

De acuerdo a lo expresado por la directora de Aderid, En General Villegas «hay mucha cantidad de chicos, algunos con diagnóstico y otros con algunas características o indicios.»

«Los niños con autismo tienen mucha dificultad para conectarse y vincularse con las personas porque les cuesta mucho comprender el idioma no verbal. Tienen hipersensibilidad auditiva, visual, táctil, olfatoria. Son personas con ciertas características particulares, lo que hace que su vinculación con las personas sea muy compleja. Tienen muchos problemas de socialización, principalmente los adolescentes, a quienes les cuesta mucho tener amigos.», señaló.

En General Villegas, la cuestión no es menor. Según Campana, «cualquier docente puede decir que en el aula tiene un caso. Probablemente,  haya uno cada 40 aproximadamente, que es un número altísimo», destacó.

En cuanto al sexo, que observa que «las mujeres tienen otro tipo de características, porque a los varones les cuesta un poco más arrancar con el lenguaje, pero después aparece. Las chicas no tienen tanta dificultad en vincularse, pero tienen mucha dificultad en la creación, entonces copian absolutamente todo lo que otros hacen, necesita mirar al otro para poder hacer o desarrollarse.»

«Todos tienen problemas sensoriales, que habla de procesamientos sensoriales inadecuados. A veces hay chicos muy inquietos, otras veces son extremadamente quietos dentro de la aulas. Es una problemática que se ve mucho y cuesta mucho saber qué hacer. Por eso hay tanto movimiento de los papás también, para sostenerlos en las escuelas y que ellos puedan seguir estando», indicó.

La directora de Aderid expresó además que «necesitamos que las familias que tienen hijos con autismo, entiendan que tienen que ser parte de las escuelas» y los demás padres, ver «cómo pueden empatizar con esas mamás, que a veces salen con sus hijos agobiados y entender que no gritan, ni se enojan a propósito. Por eso necesitamos de mucha empatía para todo.»

Todas las cosas que para un chico es algo cotidiano y parte del disfrute, como un cumpleaños, el apagar la vela, el aplauso, la música, los ruidos, hacen que un niño con TEA se vea como alguien que se porta mal, pero en realidad, están regulado, no puede controlarse dentro de una situación social.

Muchas veces, los papás se frustran porque no pueden festejar un cumpleaños o llevarlos a fiestas de otros compañeros, porque no soportan las cuatro horas de clase en la escuela, «todos los miedos que les provoca a los papás el hecho de que su hijo tenga un acompañante terapéutico, sacar el el certificado de discapacidad, las desregulaciones, la falta de sueño», explicó.

Es muy difícil de comprender porque no hay ningún estudio o un remedio que pueda solucionarlo. «Hay que readaptar toda la vida de esa familia a las características de cada chico, porque todos son diferentes. Hay que hacer una adaptación de contextos importantísima. A veces lo calma una pantalla, dar un celular o ponerlo en la computadora, pero aunque lo calma en ese memento, es totalmente dañino para estar en la sociedad y  hay que readaptar otra vez. Esa estrategia no es la mejor. Hay que cuidarlos mucho de eso», apuntó Analía.

La profesional selañó que es muy importante que «cuanto antes se diagnostican o cuanto antes lleguen el tratamiento, es más beneficioso.»

Por último, la directora de Aderid se dirigió a las familias de personas con autismo «para que sepan que entre todos como comunidad, vamos a intentar acompañar de la mejor manera y lo más humanamente posible.»

Concientización sobre el autismo, un ruido silencioso y azul sobre ruedas