El Dr. Valerio Vasconi, especialista en otorrinolaringología, se refirió a la hipertrofia adenoamigdalina o adenoides (nariz) y amígdalas (garganta), durante su paso por Cuidarte Más, el programa de FM Villegas 91.1, que se emite los sábados de 9.30 a 12 horas.
Según el profesional, en términos médicos, las popularmente conocidas como «carnes crecidas», hablan de «una hipertrofia, que es el agrandamiento de las vegetaciones adenoideas que están en la parte posterior de la nariz y de las amígdalas palatinas, que están a los costados de la campanita del paladar blando.»
De acuerdo al especialista, «a las amígdalas las vemos a simple vista cuando abre la boca el paciente y para ver las adenoides, hay que pedir una radiografía de perfil de cavum.»
El Dr. Vasconi mencionó a «un gran profesional, un antiguo médico que cuando hice mis primeros pasos en la carrera, decía que uno ya tiene una idea de la patología al paciente cuando atraviesa el umbral de la puerta.»
Apenas el paciente ingresa a consultorio se ve «la forma de caminar, la manera de respirar, las facies de la cara; es una observación en líneas generales», manifestó.
En este patologías, «es muy característica la respiración de los pacientes con adenoides: respiración adenoidea. Significa que llegan con la boca abierta, hacen ruido al respirar. Esto se observa en el consultorio, no hace falta ningún examen. Esto da idea de que hay una obstrucción en la vía áérea, que puede ser un simple resfrío o vegetaciones adenoideas en la nariz», señaló.
Después de los extremos, el equilibrio
Para Vasconi, hubo una «época brava para mi especialidad», en referencia a la cantidad de «operaciones de garganta» que se realizaban.
Incluso, contó que «hay anécdotas reales de que iba un chiquito a operarse acompañado por un primo o un amigo y terminaban operados los dos» y añadió que «cualquier persona que se haya operado en esa época lo va a recordar de una forma no muy agradable, porque se hacía con el paciente despierto.»
«De una primera etapa de operar absolutamente a todos, se pasó a otra etapa de no operar a nadie, que también es una barbaridad y ahora, estamos en un equilibrio donde se opera cuando hay síntomas», explicó.
El médico indicó que «las cosas han cambiado bastante» y agregó que «siempre les cuento a mis pacientes que mi hija tiene carnes crecidas en la garganta. Ella abre la boca y yo veo dos pelotas de carne que no le generan absolutamente ningún síntoma. Por lo tanto, uno las mira de reojo y el día que eso genere un problema, una obstrucción o infecciones a repetición.»
Mal aliento
Hay una patología relacionada con las carnes crecidas con las amígdalas y que se da más en adolescentes, que es el mal aliento. «Eso sucede porque en esas amígdalas, en algunos casos, hay pequeños pocitos donde se deposita el material del alimento que se va ingiriendo, se descompone ahí y genera olor», expresó Vasconi.
No es tan cierto, pero tampoco es mentira
En el saber popular suele repetirse que «las carnes crecidas forman parte de las defensas de los niños y que no hay que operarlas porque quitamos defensas. No es así 100%, pero tampoco es mentira», apuntó.
La realidad es que estas carnes crecidas forman parte del anillo linfático de Waldeyer, ubicado en la garganta y en la nariz también y que forma parte de las defensas. Por eso se inflama mucho, porque en los primeros años de vida, los chicos reciben todo tipo de virus y bacterias nuevos para su organismo, que reacciona defendiéndose.
«Cuando esa función inmunológica, que no es la única, se convierte en un problema, ahí se piensa la cirugía. Los extremos no son buenos. Estar en el medio, en este tipo de caso, no significa ser un tibio. Ningún extremo es bueno», destacó.
Antes de la cirugía, prueba con spray nasal
Valerio Vasconi aclaró que la decisión no siempre es quirúrgica y señaló que «cuando vemos un chico que respira mal, lo primero que se hace es un tratamiento de prueba con un spray nasal que tiene corticoides, intra nasal y va directo a la zona de conflicto. Muchas veces es un tejido inflamatorio y con ese tratamiento se puede desinflamar con muy buenos resultados y no volver a recaer en la patología.»
«En caso de que se suspenda el tratamiento y vuelvan los mismos síntomas, es necesario tomar otras medidas, porque las consecuencias son muy importantes. Básicamente, es la obstrucción en la vía respiratoria», enfatizó.
Si bien la cirugía de carnes crecidas adenoideos no es tan común en adultos, «pueden quedar algunos que no fueron operados por miedo de los padres o por la etapa en la que no se operaba a nadie», aseveró.
Ronquidos
En cambio, tal como informó el especialista en otorrinolaringología, «la cirugía de amígdalas es mucho más frecuente en adultos y forma parte de una gran patología que se da en chicos o en adultos con carnes crecidas, que es el ronquido.»
«Cuando aparece un paciente roncador, lo primero que hay que mirar es nariz y garganta, porque son las zonas de conflicto. En un adulto, quizá en la nariz no sea a causa de adenoides, sino que tenga que ver más con el tabique, los cornetes, que son las estructuras nasales, pero sí las amígdalas», aseguró.
Las amígdalas forman como una pelota de carne que obstruye la garganta y dejan como consecuencia chicos que respiran mal y roncan. El médico fue categórico al afirmar que «los chicos no tienen que roncar» y además, que las «apneas o hipopneas obstructivas del sueño, que son pausas respiratorias durante el sueño, generan falta de oxígeno, señal de alerta en el cerebro y despertares nocturnos o micro despertares. Se altera totalmente la calidad de sueño.»
Mala dentición y facies adenoideas
Otro problema que provoca la respiración con la boca abierta es «la mala dentición. Los dientes empiezan a deformarse. El paladar se transforma en una cúpula más elevada. Empieza a cambiar la forma del macizo cráneo facial. El mentón se va para atrás un poquito y genera una retrognatia y dientes más hacia fuera. Se llaman facies adenoideas y provocan ese tipo de cara particular, porque respiran con la boca abierta, lo que hace que se seque la garganta», sostuvo.
Es común en estos casos que existan dolores matutinos en la garganta al levantarse en la mañana. Eso es porque «lo más probable es que haya respirado con la boca abierta durante la noche», afirmó Vasconi.
Además de todo lo anterior, al respirar por la boca también se producen caries «porque no hay saliva que proteja el esmalte dental.»
Mal durante la noche, mal durante el día
Por supuesto, según el Dr. Vasconi, «si durmió mal en la noche, por todo lo que implica esa mala respiración, lleva a un mal día. Por lo tanto, son chicos que se sienten cansados, con muy mala cadencia diurna.»
«Si al mal sueño, agregamos dolor de garganta crónico porque respira mal, se puede generar otra consecuencia de esas carnes crecidas, sobre todo de adenoideos, al tapar el tubito que comunica nariz con oído, (trompa de eustaquio) ocasionando que se acumule líquido en el oído y provocando pérdida auditiva», detalló.
No es pequeño el detalle, ya que a una etapa crucial de la vida, en la que el aprendizaje está a pleno, se le agrega pérdida a educativa. «Entonces escucha mal, se distrae en el colegio porque porque no escucha lo que le dicen, se aburre y no aprende cómo corresponde», expuso.
Los mocosos
Otra de las señales de alerta, es el moco permanente en la nariz, que puede ser una alergia o una infección que dura un tiempo y se va, pero «los adenoideos estacan el moco en la nariz, no dejan que el moco caiga por atrás, que es lo normal. En un chico con moco permanentemente en la nariz, se debe evaluar si tiene carnes crecidas detrás de la nariz.»
De la evaluación que el médico haga en cada caso en particular, dependerá si corresponde seguir un tratamiento o si se trata de un posible candidato a una cirugía. «Cuando veo que la obstrucción es total y considero que no vale la pena perder el tiempo con un spray nasal, les digo: te asusto, no me conocés, pero te opero. Hay casos que es una pérdida a tiempo hacer un tratamiento médico», consideró Vasconi.
Respirar
Hete aquí como un movimiento, totalmente involuntario como es respirar, puede beneficiar o afectar a todo nuestro cuerpo, alcanza a todos los órganos.
El Dr. Vasconi contó a modo informativo que «quien ha tenido un tapón de cera y nota la pérdida auditiva, tiene que saber que eso está pasando en un chico que tiene líquido en el oído. Está escuchando debajo del agua, porque en lugar de haber un medio aéreo en el oído medio, donde está la cadena osicular, que son los tres huesitos que transmiten el sonido, tiene agua, por lo que está perdiendo 40 decibeles, en promedio, de pérdida auditiva, por algo totalmente solucionable.»
Una de las costumbres y los placeres más grandes que tenemos la posibilidad de vivir como padres es darte una vuelta durante la noche, para contemplar cómo duermen. Sobre todo, porque es un momento de observación.
Sobre esto, Vasconi relató que «una de las grandes cosas que observan los padres es el mal dormir y después de la cirugía van asustados a la habitación para ver si está respirando, porque ya dejó de hacer ruido, dejó de roncar.»
La pandemia de covid también dejó en claro en valor de la respiración, de tratar de lograr la mejor respiración posible. Como se despidió el Dr. Valerio Vasconi, «uno se da cuenta del valor de las cosas que tiene, cuando no las tuvo y cuidarlas cuando las puede recuperar.»
*Celina Fabregues es periodista. Conduce Cuidarte Más por FM Villegas, los sábados de 9,30 a 12 horas, programa que se repite a las 19 del mismo día.