Nuevas historias, relatos y estilos de vida de los nuestros, ya sean familiares, amigos, conocidos o coterráneos, en distintas latitudes del planeta. Esteban Mutuberría y «GPS, villeguenses por el mundo» recorren el corazón de cada hogar -y distintas partes del mundo- con sus protagonistas.
En el programa número 19, fue el turno de Mariana Odetto, una mujer de hierro que a sus 33 años sigue peleando por sus sueños, ahora en España. Hija de Patricia y Luis Alberto, Mariana tiene mucho para contar.
Primera experiencia en el exterior
Egresada en la Escuela N°1 en 2008, la villeguense siempre soñó con vivir en el exterior, aunque recién en 2018 lo pudo hacer realidad, cuando partió rumbo a Andorra.
«Tenía un amigo trabajando allí, el cual me comentó que este país recibe a los extranjeros aún sin presenter visa. Fui en busca de trabajo y quien me empleó hizo un permiso por temporada, con acceso a todos los derechos», explicó.
La elección de este país estuvo basada en la falta de dinero, aunque consideró que dar el primer paso en el exterior iba a abrirle las puertas y brindarle mas posibilidades.
Los motivos de su partida fueron el aburrimiento de la rutina y la monotonía: «Siempre hacía lo mismo y empecé a plantearme el futuro para mi vida».
Para su fortuna, la familia se tomó muy bien la decisión de emigrar: «Ellos siempre quieren lo mejor para mí y me acompañan en cada iniciativa, más allá de los miedos lógicos».
Mariana confesó que, desde su inicio en esta aventura, nunca se arrepintió de la decisión tomada: «Cuando estaba terminando de tramitar la ciudadanía, quedé un poco sola en el pueblo, entonces me agarró una sensación de confusión. Pero fue solo un sentimiento de querer irme de ese lugar y que termine rápido ese trámite, después de eso mi viaje continuó y nunca me volvió a pasar».
Viajes fugaces por Europa
Mariana explicó que su bisabuelo nació en el norte de Italia, por lo que averiguó cómo podía hacer la ciudadanía italiana, algo que logró posteriormente y la llevó a mudarse, durante seis meses, a la región de Sicilia.
En el medio de su tramitación viajó a Portugal, específicamente a la ciudad de Porto, donde se mantuvo dos meses. «Hice un voluntariado y trabajé en una fábrica de empanadas argentinas», contó.
Posteriormente estuvo durante un mes en la Isla de Corfú, perteneciente a Grecia, donde realizó un voluntariado.
Complicación por la pandemia
Al estar durante un año fuera del país, Mariana regresó a Argentina para visitar a su familia. Luego decidió viajar a Brasil, pero en el medio de esta estadía apareció el Covid-19 en Sudamérica. Por esta razón debió quedarse seis meses en suelo brasileño, sin trabajo.
Volvió a Argentina en busca de dinero y regresó a Andorra, lo más fácil económicamente. Esta experiencia no fue la deseada por la villeguense, por lo que averiguó nuevos rumbos.
Establecimiento en España
Ante esto se movió a Tenerife, España, lugar donde perduró por dos meses y trabajó en lugares referidos a la cocina. Ante la flexibilización de la pandemia, Mariana anduvo de gira por distintos países europeos, trabajando en festivales.
Después de tantos viajes, se estableció en Tarifa, un municipio español de alrededor de 20.000 habitantes perteneciente a Cádiz y muy cercano a Marruecos. «Es un lugar muy lindo y también pequeño, conocido por ser ‘La ciudad del viento’, donde se practica mucho el deporte Kitesurf», opinó.
Actualmente se encuentra haciendo un voluntariado, donde realiza distintos tipos de tareas a cambio de alojamiento y comida. «A lo largo de mi estadía por el exterior he trabajado de todo, en apartamentos, campos, pinturas, cocinas, por nombrar algunos», dijo.
Además, estudia monitora de yoga a distancia: «Pude obtener tiempo para mí y estar un poco más relajada que antes».
Luego hizo una reflexión acerca de su experiencia por el exterior en estos años: «Desde que salí de mi zona de confort y pegué el salto al exterior, me han pasado cosas hermosas. Una empieza a conectar con el presente y las puertas se abren».
Planes para el futuro
La villeguense comentó que actualmente no tiene una idea a futuro, ya que eso conlleva un gasto innecesario de energía. «Me parece super importante tener objetivos, pero no planificar tanto las cosas, porque tenemos que estar conectados con nuestro presente y el día a día. Para mí no existe el futuro, es lo que se crea en el presente», afirmó.
Por ahora, mencionó que no tiene intenciones de regresar a Argentina, debido a que su idea es seguir viajando: «Me gustaría ir a Nueva Zelanda o Australia, porque tengo las ganas de nutrir mi conocimiento del inglés».
Sus próximos objetivos son aprovechar la temporada de verano, trabajar y disfrutar de la naturaleza, algo que nunca pudo hacer hasta el momento. Además, anhela finalizar su estudio de Monitora de Yoga, con el fin de tener una herramienta más laboralmente.
¿Qué es lo que más extraña de Argentina y General Villegas?
«Lo que más extraño es la contención y el amor por mi ciudad, ya sea de la familia o de la gente. Igualmente una encuentra gente hermosa en los viajes y personas argentinas que te hacen sentir esa calidez que nos caracteriza. La tecnología facilita la comunicación y la cercanía con los seres queridos».
Por otra parte aseguró que, a lo largo de su aventura, siempre fue bien tratada. «Yo tengo la sensación de que la gente siempre simpatiza con los argentinos, en todos lados, no se por qué», indicó.
Anécdotas
Al hablar de su recuerdo más latente en estos últimos años, Mariana no dudó: «En mi primer viaje, la valija estaba completamente llena. Si bien me había llevado abrigo, desconocía mucho de Andorra y su clima. Entonces cuando llegué, me encontré con un lugar repleto y cubierto de nieve, así que bajé y me caí, porque era algo nuevo para mí. Fue una experiencia muy linda y graciosa por ir a lo desconocido».
Mariana sabe que con esfuerzo y voluntad se llega muy lejos. Es por eso que, más allá de las dificultades que se puedan presentar, resigna su comodidad a cambio de cumplir sus objetivos. Las cosas llegan con el tiempo, por eso disfruta el momento y vive el presente. Un estilo de vida diferente de una como nosotros, pero en otras tierras.