Analía Álvarez y Edgardo Beltramone, ambos precandidatos a concejal por la lista de Juntos por el Cambio que propone a Romina Domínguez como intendenta, visitaron los estudios de ACTUALIDAD, en vistas a las PASO de agosto.
El primer precandidato a concejal señaló que «la convocatoria que estamos teniendo en los distintos pueblos del Partido es muy importante. Tenemos mucha gente interesada en escuchar nuestra propuesta y estamos gratamente sorprendidos, en un momento donde la gente descree en su mayoría de la política y de los políticos.»
Analía Álvarez aclaró que las necesidades de los pueblos y la de los distintos barrios de la ciudad cabecera no son exactamente las mismas, por lo que «hemos trabajado mucho las cuestiones del interior del distrito.»
Además, señaló que en las recorridas y a través de las redes, la gente «comienza a hacer foco en la necesidad de tener políticas de prevención en salud en general y también en forma particular, en políticas de prevención sobre adicciones, que es algo que vemos a diario.»
«Vemos que hay una ausencia y un vacío muy importante que quizá tiene que ver con capacidad de llegada a los barrios, con las condiciones de vida que tienen muchos sectores, relacionadas con la pobreza y con las condiciones de extrema vulnerabilidad en la que vive un conjunto de ciudadanos de la ciudad de General Villegas; y que los deja más desnudos frente a las incidencias de las drogas», expresó.
La profesional indicó que «tenemos que pensar en una política que llegue en serio y de verdad a todos aquellos sectores», por lo que «cuando pensemos en políticas públicas de prevención, la pata de la escuela y la pata de la inclusión en el deporte son cuestiones que no nos pueden faltar.»
Remarcando la necesidad de la «territorialidad» a la hora de construir políticas públicas, la precandidata sostuvo que «no se llega a los barrios», porque «desde el lugar físico donde funcionan las instituciones, hasta los horarios en los cuales se prestan los servicios, no hay una identidad con la manera en que funcionan las comunidades.»
«Hay que pensar en distintos turnos de funcionamiento de las instituciones, porque me parece que nos estamos quedando cortos. Tenemos pocos servicios y poca cantidad de profesionales, ya que los que hay no dan abasto», remarcó.
Por su parte, Beltramone afirmó que «la inseguridad va de la mano de la pobreza en algunos casos, de la falta de trabajo, de educación y de un montón de elementos que coadyuvan para tener un Villegas inseguro. Hay que ponerse a trabajar seriamente en esto.»
El precandidato advirtió que «hay cuatro ejes en los que estamos fallando. En primer lugar, tenemos que tener en el municipio un responsable de seguridad que sea incorruptible, idóneo y valiente. Esas tres cualidades no pueden faltar.»
En el segundo aspecto, «tenemos que trabajar en el tema policial y salir a sostener a aquellos policías que hacen su tarea de un modo correcto. Los tenemos que apoyar, que avalar. Debemos olvidar este sistema de puerta giratoria, esta cuestión zaffaronista que protege los derechos de los delincuentes y nadie protege los derechos de las víctimas, de la gente que sufre situaciones de inseguridad.»
El tercer aspecto es que «el municipio no puede invertir millones en cámaras de seguridad para que no estén en los lugares correctos; y aún estando en los lugares correctos, no las mira nadie. Esto quiere decir que la gente que está en el monitoreo está haciendo cualquier otra cosa menos lo que tiene que hacer, que es estar mirando la cámara de seguridad», enfatizó el precandidato a concejal.
Como último concepto, abordó el papel que juega la Justicia en el grave problema de la inseguridad, donde «el delincuente retorna más rápido a Villegas que la comisión policial que lo llevó» hasta Trenque Lauquen.
«No digo que sea tan fácil de corregir, pero hay mecanismos. El intendente se debe reunir con los fiscales que corresponden a nuestro distrito e interiorizarse de la situación. Si los fiscales vieran una voluntad política de cambio y de estar encima de la situación, no se resolverían a veces las cosas con tanta ligereza e ignorando los derechos de los ciudadanos», enfatizó.
«Si seguimos con esta historieta zaffaroniana y con esta desidia de que a nadie le importa, continuaremos con la puerta giratoria», expuso Beltramone; y añadió que «con un plan de seguridad integral, tendríamos que estar aportando un grano de arena más que importante para evitar este tipo de situaciones y mejorarlas.»
Respecto a la guardia urbana municipal, señaló que «los agentes deben ser reasignados adecuadamente para que cumplan realmente una función, sirviendo de ayuda a la policía.»
Finalmente, Analía Álvarez señaló que «hay que darle a la población en general los instrumentos para que se acerque a la escuela; y herramientas a las instituciones para que puedan trabajar con estos sectores más difíciles de la población, porque sabemos que en las cárceles están, básicamente, aquellas personas que tienen estudios primarios incompletos. Educación y prevención del delito tienen mucho que ver y, ahí sí, el municipio puede trabajar un montón de programas»