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General Villegas
martes, octubre 15, 2024

En el Día Nacional del Árbol, el Centro de Historia nos habla de Los Arbolitos, tal como se había denominado a General Villegas

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Desde el año 1901, cada 29 de Agosto se celebra en nuestro país el Día Nacional del Árbol, para promover la toma de conciencia sobre la importancia que tienen los árboles para el ambiente.

La conmemoración fue propuesta por el Dr. Estanislao Zeballos y resalta la importancia de este recurso natural. Los árboles oxigenan el aire, protegen el suelo y reducen los efectos del calentamiento global, entre otras de sus numerosas y vitales funciones.

En este contexto, el Centro de Historia local nos habla hoy de «Los Arbolitos», recordando que «nuestro Partido recibe por ley en 1886 el nombre de General Villegas, pero anteriormente se denominaba Paraje Los Arbolitos y no ‘tres arbolitos’, como popularmente se conoce; así se encuentra en los documentos de archivo».

«Una de las consultas que se repiten en el Centro de Historia es: «¿Qué árboles eran los -Tres Arbolitos-?». Inmediatamente acudimos a la publicación de Uriarte y Ballari, (Mar de pastos, 2019) y damos la respuesta», agregan desde el Centro de Historia y, a su vez, comparte un artículo de ACTUALIDAD del 25 de mayo de 1996 «que hemos recuperado desde el Cehir, para difundir a qué especie hace alusión el primer nombre de nuestra localidad: Paraje Los Arbolitos».

El texto dice:

«Un grupo de vecinos y ex-vecinos de General Villegas cada vez menor, constituyen por así decirlo, «La historia viva», oral y escrita de esta ciudad, pues ellos han tenido contacto directo con los pioneros, los primeros pobladores que se aventuraron o establecieron en estos lugares: rincón noroeste de la provincia de Buenos Aires, donde jalonando como mojones se conocían con una toponimia mapuche-castellana los parajes para ubicarse en ella, Los Caldenes, El Árbol Solo, Banderaló, Fuloo, Blanca Manca, Curopotro, Ainelco, etc. Todos estos parajes tienen una historia o una leyenda que le he escuchado o la he leído en bibliografía y documentos […]

Eran tres chañares que como faro en la inmensidad pampeana, marcaban desde muy lejos que al noreste de su posición se encontraba una laguna casi permanente, ella significaba: agua, alimento y descanso.

Puntas de flechas, bolas arrojadizas, manos de morteros, restos de cacharros encontrados en ella, atestigua el paso de tolderías desde el tiempo prehispano, pues el pampa deja el arco y la flecha cuando domina el caballo.

Se decía que esta laguna estaba unida por una senda al Camino de los Chilenos, que era una gran rastrillada ensanchada por los arreos de hacienda maloqueadas, en camino para ser vendidas en Chile, previa una invernada en valles de Neuquén. Hoy esta laguna no tiene ni la extensión ni la forma de aquel entonces, se ha convertido en un hermoso parque recreativo.

Para poder ubicar donde estaban los tres chañares se debe señalar el rumbo Sur-Oeste a unos centenares de metros del borde de la actual laguna. El primero de estos chañares fue abatido cuando se hizo el camino al Cementerio [poco después de concluido el conflicto con «La Colonia» por el asiento de las autoridades]. Los otros dos restantes en 1912 cuando se construyó el terraplén para el FFCC Trocha. Todos estos datos me los comentó, entre otros, Don Ramón Oleaga, que fue testigo desde su infancia, pues estaban en la ruta que todos los días hacía a caballo desde su casa, en Villegas, hasta la chacra donde su padre acopiaba hacienda, justo frente al terreno reservado para el futuro cementerio. En esta forma fue testigo de su existencia y de su desaparición.

Este lugar lo ubicaría actualmente en el camino al Cementerio cuando bordea el terraplén del Trocha, casi a la altura del cruce con la ruta 188.»

La nota la firma con sus tres iniciales J. L.O. Jorge López Oleaga. Profesor y coleccionista, ciudadano activo y comprometido con la cultura ya fallecido.

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