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sábado, octubre 5, 2024

Diego Mangini, de ser campeón con Juventud a buscar un mejor futuro en Francia

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Un nuevo programa de «GPS, villeguenses por el mundo» y otra historia de vida para contar. Bajo la conducción de Esteban Mutuberría, llegó el protagonista N° 36 del programa de los nuestros.

Esta vez fue el turno de Diego Mangini, oriundo de Isidro Casanova pero con el corazón en Banderaló, donde vivió gran parte de su vida y hasta fue campeón con Juventud. Historia emotiva, para disfrutar y valorar.

Primeros pasos 

Diego llegó a Banderaló a sus 15 años desde Isidro Casanova, donde pasó su infancia. El presidente de Juventud de aquel entonces lo fichó tras un torneo infantil, luego de haber jugado anteriormente en Almirante Brown, un equipo profesional de su ciudad natal. «Fueron años muy lindos. El fútbol villeguense es más cercano, la gente de Banderaló vive los clásicos de una forma especial», aseguró.

Luego una breve vuelta a su localidad de origen, Diego regresó a Banderaló a los 18 años y empezó a jugar en la Primera División de la «Juve». Con el elenco albiazul se consagró campeón en el recordado equipo del 2021, que derrotó en la final a Santa Rita.

Vida laboral y desafío en el exterior

Luego de ese título, muy especial en lo personal, el joven sintió que cumplió su deseo. Es por eso que abandonó el deporte y se trasladó a Buenos Aires para trabajar con otra de sus vocaciones; cuidar los caballos.

Después de un año en la capital de Argentina, se le dio la oportunidad de viajar a Europa a través de dicho trabajo, en septiembre de 2022. El destino inicial fue Sotogrande, un pueblo de la ciudad de Málaga, España. «Es una experiencia muy linda, desde subir a un avión hasta los mínimos detalles. Europa es hermosa».

Mediante su trabajo, pudo participar en algunos campeonatos nacionales de polo, donde obtuvo una gran performance. «Tuvimos la suerte de llegar en la Copa Oro y Plata a la final. Allí sacamos manta, la mejor yegua del torneo en las dos copas. Es un trabajo lindo y competitivo».

Tras esta primera experiencia en suelo español, se mudó a Chantilly, una comuna francesa situada en el departamento de Oise. «En Francia pude conocer la Torre Eiffel y otros lugares muy lindos. La meta es seguir viajando», comentó.

¿Se hizo difícil tomar decisiones?

Diego confesó que no fue fácil dejar tantas cosas de repente, como la vida en el pueblo o el fútbol, a lo cual ya estaba acostumbrado.

Pero sin dudas lo más complicado fue alejarse de sus hijas, con las que se mantiene en contacto a pesar de la distancia. Nicole tiene 13 años y Abigail 12. «Es un momento duro, yo estoy separado de su madre, pero siempre las veo y me comunico. Uno tiene que pensar en dejarles algo, un futuro a ellas», indicó.

Proceso de adaptación 

Recién llegado, le costó mucho adaptarse al estar lejos de su familia y los seres queridos, pero con el paso del tiempo se fue acostumbrando. Pese a lo complejo que fue en un principio, aclaró que nunca pensó en regresar al país, ya que «siempre soñé con vivir en Europa».

Sacando los afectos familiares, obviamente primordiales en su vida, lo que más extraña de Argentina es el fútbol: «Yo amo ir a la cancha, es una pasión que siempre tuve y fue muy duro».

Cómo nos ven los europeos

En cuanto al polo, su trabajo competitivo, mencionó que existe un gran aprecio y admiración por Argentina, uno de los países que mejor trato tiene con el caballo.

Por otra parte, argumentó que el fútbol también es un factor que se tiene en cuenta para hablar de nuestro país. «Muchas veces me han preguntado qué se siente ser argentino por ese motivo. En España se tiene mucho respeto por Argentina, en Francia más o menos».

Asimismo, expresó que le llamó mucho la atención la buena conducta que hay. «Por ejemplo, la gente pisa una línea de la calle y los autos frenan. Se cumplen mucho las leyes y las multas, hasta se puede ir preso. Ojalá nosotros pudiéramos ser así».

A su vez, mencionó que existe una gran libertad a la hora de salir a la calle. «Uno no se va de su casa pensando en que te pueda pasar algo. Son diferentes a nosotros». Por otra parte, contó que los colegios y la tecnología están muy avanzados en su desarrollo.

Planes a futuro 

La idea de Diego para los próximos años es clara: seguir viajando. «Me gustaría continuar con esta vida y recorrer muchos lugares lindos. A donde mi patrón me lleve, iré. Tenemos varios torneos en mente, estaré en Inglaterra cuatro meses y después voy a volver a París», dijo.

Sin embargo, nunca descartó ni aseguró volver a Argentina en algún momento. Mientras tanto, vive el presente a su manera, sin preocupaciones, haciendo lo que le gusta y eligió.

Casanovense de sangre, pero banderolense de corazón y alma. La historia de Diego Mangini, un recordado por los hinchas de Juventud, que dio un giro de 180 grados a su vida y resignó parte de su comodidad por el futuro de sus hijas. Típico de buen padre.

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