Como habitualmente lo vienen realizando los últimos años, alumnos de 5° y 6° año de ambas tecnicaturas de la EEST N°1 de General Villegas, realizaron un viaje de capacitación en empresas de Córdoba, como una actividad institucional.
El miércoles a la medianoche iniciaron el viaje, acompañados por los profesores César Bustamante, Mercedes Tassi, María Inés Mazzone y Braian Miranda. Al llegar visitaron la Torre Capitalinas, la Empresa O-Tek y cerraron la jornada con un paseo por el
centro histórico-cultural de la ciudad de Córdoba.
Luego visitaron la Fábrica Argentina de Aviones SA de Estado (FADEA), un orgullo nacional, en el que fueron acompañados por Juan Ignacio San Martín, nieto del Brigadier San Martín, quien dirigió la fábrica en sus inicios.
Más tarde recorrieron el Museo Usina Molet, primera usina hidroeléctrica de Córdoba, ubicada a metros del dique San Roque. La última tarde fue» recreativa y de actividad saludable», tal como figura en las redes del establecimiento educativo.
Para conversar sobre ese viaje, por el que trabajaron mucho durante meses para reunir los fondos, recibimos la visita en estudios de los alumnos Lucía Mercado (Electromecánica) y Joel Molina (Maestro Mayor de Obras), acompañados por la docente Mercedes Tassi.
La bibliotecaria de la escuela señaló que la elección del destino del viaje se debe a que «Córdoba es un polo industrial, no solo en empresas de vanguardia y de última tecnología, sino está toda la historia industrial de nuestro país que tiene su origen mayormente ahí.»
El viaje se realiza con los chicos de 5° y 6° año, porque en 7° año ya empiezan con las prácticas profesionalizantes y se dificulta más poder hacer este tipo de actividades», señaló.
Por otro lado, destacó que «también es la forma de abrirles la puerta a su futuro, porque si bien los alumnos de la escuela técnica egresan con un título profesional (maestro mayor de obras o técnico electromecánico) que les permite ingresar al mercado laboral, tienen la opción de seguir estudiando y este viaje es para mostrarles las posibilidades que les abren los títulos que van a tener en poquito tiempo más.»
Se trató de tres días muy intensos, de mucho aprendizaje y por supuesto, de momentos de camaradería. Para Mercedes, entre «todo lo que caminamos, el aprendizaje y lo recreativo quedaron pocas horas de descanso, pero fue muy productivo.»
Según opinó Lucía fue muy lindo ver «que a algunos chicos que no se hablaban y en el viaje todos eran amigos, todos estaban disfrutando. Fue muy bueno.»
Joel, por su parte, aseguró que lo que más le impactó fue «la fábrica de aviones, donde nos mostraron aviones como por ejemplo, IA-63 Pampa, el Hércules y otros aviones que se fabrican ahí» y remarcó que «tienen toda la tecnología que nunca pensamos que tiene Argentina» y que además se exporta a otros paises.
El viaje educativo trata de poner frente a los chicos las dos realidades hacia futuro que tienen según la especialidad técnica que han elegido. Y por eso, el recorrido y las visitas tienen que ver con cubrir las expectativas de ambas.
«Tratamos de que pudieran ver las opciones desde las dos tecnicaturas, por eso fuimos a una fábrica donde mayormente lo que ves son motores; pero además todo lo que es la obra civil, seguridad, higiene, sistemas, toda el sector de automatización. Pueden observar en la práctica todo lo que ellos vieron en teoría durante estos seis años. De alguna manera, identifican lo que vieron en un libro», sostuvo la docente.
En referencia a la visita a la empresa O-Tek, multinacional con su sede principal en la ciudad de Córdoba, de donde fueron sus primeros dueños, Mercedes explicó que se dedica a fabricar «caños pluviales o de desagües, columnas que vemos están hechas de un material que no es cemento» sino que buscaron la manera de utilizar materiales diferentes.
Supliendo al cemento hoy se utiliza resina, fibra de vidrio y una arena súper fina, que se procesan en distintos moldes en las máquinas que luego se exportan al mundo.
En el mismo lugar «se les brindó una charla previa sobre seguridad, higiene, recursos humanos, del tipo de operarios que requiere la empresa o los jerárquicos, que usualmente son ingenieros civiles, aeronáuticos, aunque uno se pregunte qué hace en una fábrica de caños», señaló.
El grupo hizo un recorrido por la manzana jesuítica, pudieron ver el cambio de guardia en el Cabildo y fueron a Torre Capitalinas, de 35 pisos muy visitada por el turismo.
Según afirmó Lucía, «las Torre Capitalinas son hermosas. Es muy alto, pero era muy lindo. Nos dieron una charla y después de bajamos al subsuelo donde nos mostraron cómo funcionan las instalaciones eléctricas, el sistema contra incendios que detecta cuando hay una temperatura muy elevada y se activa una lluvia. Todo está automatizado.»
Lucía es la única mujer en Electro (como los chicos le dicen a la especialidad Electromecánica), porque no hay casi chicas, se van todas a Maestro (MMO)», dijo casi con picardía por sentirse una precursora en la modalidad.
Joel, en cambio, dice que en este viaje vio «una banda de cosas que te enamoran», como las Torres Capitalinas de las que se pregunta «cómo alguien pudo haber hecho esto, haber planificado esto, haber dibujado esto. Y eso me gusta, me gusta lo que hago.»
Lo cierto es que la Escuela Técnica es opción para los que empiezan la secundaria con el plus de la residencia para quienes no viven en la ciudad, como Lucía, que es de Piedritas. Es una escuela que ha adquirido mucho movimiento el último tiempo y que continúa creciendo mucho.
Históricamente el «Industrial» albergaba a estudiantes de todo el país que venían a formarse como técnicos. Hoy con un edificio funcionando a pleno y con talleres que contienen todo tipo de herramientas, máquinas y tecnología, se puede decir, como afirman ellos mismos, «orgullo técnico».
La idea es agregar un nuevo viaje para los alumnos de 3° año, pero quedará supeditado a cómo se vayan dando las cosas a partir del año que viene.
Finalmente, Mercedes Tassi agradeció a los chicos y a sus familias que han trabajado muchísimo para recaudar fondos y sobre todo a la comunidad, porque «sabemos que nos tornamos un poco molestas las instituciones en general, porque cuesta cubrir costos. Este viaje salió un poquito más de un millón y medio de pesos» y para eso «trabajamos desde abril. Se hicieron empanadas, rifas, tortas, pizzas.»
Los docentes que acompañaron a los chicos, destacaron en un comunicado a las familias que «deben estar orgullosos porque sus hijos han tenido una conducta impecable estos tres días, como nosotros lo estamos de que sean parte de nuestra Institución», rodo un mensaje de esperanza en tiempos difíciles.
