El villeguense, actual jugador del Deportivo Riestra, habló sobre el histórico ascenso del «Malevo» a la primera división del fútbol argentino.
Fermín Antonini vivió una temporada de ensueño. Allá lejos en el tiempo quedaron las lesiones ligamentarias sufridas en Sarmiento de Junín. El «Colo» arribó a Deportivo Riestra con claras intenciones de realzar su carrera futbolística y vaya si lo logró.
Contra cualquier tipo de pronóstico, los Malevos de Pompeya fueron la grata sorpresa del Reducido de la Primera Nacional. El elenco de Matías Módolo superó a cada rival que se interpuso en su camino y así logró el objetivo de ascender a la máxima categoría del fútbol argentino.
En dicha hazaña hubo un gran aporte de Antonini, quién fue un titular indiscutido para el entrenador blanquinegro. Módolo confió en el ex Eclipse para que sea una de las piezas principales en su mitad de la cancha.
Fermín jugó un total de 35 partidos en la temporada, todos partiendo como titular. No marcó goles, aunque esa no era su labor en el equipo.
Lejos quedó aquel Fermín «lírico» que deslumbró en las inferiores de «La Maquinita». El «Colo» entendió que para hacerse un lugar en el fútbol profesional debía adaptarse a lo que pidan los entrenadores. En esta ocasión, Módolo pidió sacrificio y eso fue lo que el villeguense le brindó.
Con la euforia del ascenso aún latiendo fuertemente por los pasillos del Bajo Flores, Fermín se hizo un espacio y comentó sus propias sensaciones en una charla con OVACIÓN:
«El haber quedado en la historia del club significa mucho para nosotros», manifestó el villeguense. A lo que agregó: «La Primera Nacional es un torneo muy largo y competitivo. A medida que avanzamos nos fuimos ilusionando cada vez más. La final ya era un premio enorme para el plantel, pero a su vez también le habíamos agarrado el gustito a ganar».
A pesar de tener desventaja deportiva en la mayoría de los duelos, Riestra supo encontrarle la vuelta y superar a rivales que a priori eran más fuertes. «En el último tramo de la temporada encontramos la solidez necesaria para poder cumplir el objetivo principal. Creo que el momento bisagra fue cuando eliminamos a San Martín de Tucumán, más que nada por el contexto de ese partido. Una vez que pasamos esa instancia, nos sentimos preparados para todo», sostuvo quién también vistió la camiseta de Flandria en el 2022.
Fermín también habló del apoyo que recibió por parte de todos sus allegados: «Todos las personas que estuvieron a nuestro lado en este camino forman parte del ascenso. Sin ellos nada hubiese sido posible. Familiares, amigos, compañeros, cuerpo técnico, hinchas y dirigentes. Riestra es un club muy humilde y con mucha hambre de gloria, esa fue la clave que nos llevó tan lejos», subrayó el mayor de los hermanos Antonini.
El fútbol siempre da revancha es una frase muy utilizada en estos tiempos. La carrera de un jugador profesional encuentra muchos obstáculos, queda en cada uno saber cómo sortearlos. «Esta es una profesión dónde lamentablemente hay más tristezas que alegrías. Cuando me lesioné, me aferré mucho a mi familia, a mi novia y a mis amigos. Ellos me dieron la fuerza necesaria para continuar con mi sueño. Amo jugar al fútbol. Es algo que vivo con mucha pasión desde muy chico», se expresó Fermín al recordar sus lesiones.
Con el ascenso consumado, el Deportivo Riestra estará ante el gran desafío de armar un plantel acorde a lo que implica jugar en la máxima categoría del fútbol argentino. Antonini, que vence contrato a fines de diciembre, expresó su deseo de poder continuar en la institución: «Uno como futbolista siempre quiere jugar en primera. Todavía no hemos hablado con el club por una posible renovación de contrato. Seguramente en los próximos días se van a ir definiendo esas situaciones. Ojalá se me de, estoy muy agradecido con toda la gente de Riestra», concluyó.