Eduardo «Vasco» Lazcano y Néstor «Bocha» Gramaccini regresaron de la travesía en la que recorrieron a caballo unos 700 kilómetros desde General Villegas hasta la localidad cordobesa de Cerro Colorado.
¿Por qué el viaje que comenzó a fines de noviembre? Por un amigo de Lazcano que desde hace 15 años organiza cabalgatas en los cerros, van siempre y esta vez les propuso llevarle una yegua percherona para los carros; y una mansita de andar para la hija de 15 años de otro amigo.
Este lunes «le pusimos el moño a esta travesía, volviendo con cuatro de los seis caballos que partimos; y con Porota», dijo entre risas Lazcano, haciendo referencia a la border collie que los acompañó.
«Nos salió mejor de lo que lo habíamos planeado, con kilómetros y paradas, más allá de que ya habíamos hecho el recorrido en camioneta», agregó. ¿Qué se puede resaltar? «La generosidad de la gente, cómo nos recibió y atendió», respondió sin dudar.
Solamente un carguero los acompañó en el recorrido que hicieron «sin apoyo, sin nada. Hay gente que lo ha vivido así en otra época y cuando lo ven, se emociona», expresó Lazcano, satisfecho porque «logramos entregar a Roberto las dos yeguas. Salió todo perfecto».
En las paradas, «la gente nos albergaba y otros se entusiasmaban con la idea de hacer algo así. Además puede servir para que los más jóvenes, que no lo han visto o conocido, lo puedan hacer», dijo.
De manera risueña, Gramaccini se refirió a la pava que llevaron y que prácticamente no tuvo uso, «porque en todos lados nos calentaban el agua»; y la cacerola nueva, de teflón, que volvió sin utilizar, «porque la solidaridad de la gente es tremenda, así que hasta gastamos muy poca plata en comida. Realmente se desviven por ayudarte, por brindarte todo. Y ya tenemos invitación para hacer la cabalgata de Cura Brochero».
Una travesía en la que, también, «uno va conociendo personas, haciendo amigos y sumando contactos en esta época de la comunicación», añadió.

La dupla había salido de General Villegas hacia Cerro Colorado con seis caballos, de los cuales dos quedaron entregados. El retorno fue en trailer, con camioneta. «Volvieron cuatro animales y la Porota, que ahora se la pasa durmiendo», comentó Lazcano entre risas.
También mencionaron que a los kilómetros recorridos en la travesía, le sumaron una cabalgata. «Nosotros llegamos a Cerro Colorado el jueves al mediodía, descansamos e hicimos la cabalgata que se hace allá todos los años. Esta es la primera vez que la hacemos con nuestros caballos, para ellos una zona nueva, de montaña».
Fueron alrededor de 30 kilómetros, «con otro paisaje, por senderos de mula que se van abriendo a machetes. Los animales no están adaptados a la zona, pero anduvieron muy bien», acotó Gramaccini, quien no pudo evitar emocionarse al recordar a su padre, tropero, «que andaba siempre así y yo lo viví de muy chico, haciendo tropas».
Agradecidos de que «todo salió muy bien», reconocieron que «una vez que llegás, la meta está cumplida y dan ganas de volver».
Lazcano tiene 61 años y viene de una familia tambera; Gramaccini, con 64, comentó que «hace dos años tuve un accidente importante con dos caballos y la pasé muy mal», por lo que agradeció «que puedo seguir haciendo lo que me gusta».
Una travesía, un sueño cumplido, un recorrido a caballo para «alimentar el alma, recordar de donde venimos y que no se pierda lo nuestro», concluyeron.

