El «Rojo» se impuso 4 a 3 sobre la «Juve» en los primeros 90 minutos de una serie que promete muchas emociones. La revancha, el próximo sábado en el 30 de Abril.
La semifinal de ida entre Ingeniero y Juventud tuvo todos los condimentos que se esperaba de un clásico. Sobre todo no faltaron las emociones.
Finalmente la alegría fue toda del equipo local. Ingeniero White corrió siempre desde atrás, pero en el epílogo del encuentro lo dio vuelta y se quedó con la ventaja de cara a la revancha del próximo sábado.
El buen clima acompañó en una tarde que quedará en el recuerdo de todos los amantes del buen fútbol.
Ambos equipos se ganaron su lugar en las finales del año, luego de obtener sendos títulos. Juventud se coronó en el Clausura e Ingeniero hizo lo propio en el reciente Tridecagonal.
Para este primer duelo, el «Rojo» no contó con tres de sus jugadores más importantes en su alineación titular: Lucas Fernández, Camilo García y Carlos Salom, todos suspendidos. En sus lugares ingresaron Ricardo Ariznabarreta, Ignacio Duhalde y Juan Bengoechea.
En la visita, Mastruzzo le otorgó la titularidad a Martín Rubiños, quién habitualmente partía desde el banco. El «Salpi» aprovechó muy bien su chance.
Un gran marco de público se acercó al estadio de Ingeniero para precenciar este duelo clásico. Para la suerte de todos los espectadores, ambos equipos dieron un recital de goles y emociones.
Los dos salieron a atacarse desde el primer minuto. Juventud volcó su juego sobre la banda izquierda, dónde Javier Carrizo tuvo un duelo particular con Kevin Bornes.
Al no tener a Fernández, Ingeniero abusó mucho de los centros para quedar en situación de gol. Bornes y Bonino fueron sus principales lanzadores.
En la primera llegada clara del partido, Juventud abrió el marcador. Desborde de Javier Carrizo por izquierda, centro perfecto y gol de Rubiños.
La respuesta del local fue inmediata. Centro razante de Bonino, Bengoechea controló dentro del área, pero su disparo salió apenas desviado.
El trámite se tornó en un golpe por golpe constante. Bornes tuvo una tarde para el olvido en el costado defensivo. El ex Belgrano de Santa Rosa la pasó muy mal a la hora de contener a un endiablado Javier Carrizo.
Pese a los problemas defensivos ocasionados por el jóven de la «Juve», el «Rojo» se las ingenió para llegar al empate.
Bornes escaló por el sector derecho, llegó hasta el fondo y metió un centro muy preciso a la cabeza de Ignacio Duhalde. Bautismo de gol en primera división para el enganche de tan solo 15 años.
El gol de Duhalde le propinó un leve impulso a Ingeniero, que durante 15 minutos dominó mejor la pelota.
Mariano Díaz probó desde la larga distancia, pero su tiro libre pasó a centímetros del arco defendido por Hebert Cortina.
Cuando parecía que los locales tenían controlado el partido, apareció nuevamente Javier Carrizo. El talentoso delantero le birló la pelota a Bornes, metió otro centro pasado para Rubiños que no falló en la definición. Misma fórmula y mismo resultado que en el primer gol.
Los visitantes terminaron mejor la primera etapa. Algunas apariciones de Tolosa, más el sacrificio de Santiago Cuenca fueron los puntos altos de los dirigidos por Mastruzzo.
Federico Lucero estuvo a nada de igualar el encuentro cuando terminaban los 45 minutos iniciales. El delantero aprovechó una desinteligencia en el fondo de Juventud y quedó de cara al arco. Su definición no fue acertada.
En el complemento, Ingeniero salió con más fuerza en su búsqueda por igualar el marcador.
Bonino insistió yendo al ataque y probando desde lejos, pero sin suerte.
Así como la conexión Carrizo – Rubiños se repitió en los dos primeros goles de los azules, la de Bornes y Duhalde también tuvo su efecto para los tantos del «Rojo».
Centro de Bornes y cabezazo goleador de Ignacio Duhalde. En esta oportunidad hubo algo de responsabilidad de Hebert Cortina. El arquero pudo haber hecho algo más para evitar la caída de su valla.
El ritmo frenético del partido no se detuvo en ningún momento. Los dos buscaron la victoria y lo dejaron en claro con sus planteos. El desgaste físico no fue un impedimento.
El ingreso de Nicolas Díaz le dio otro aire a la ofensiva visitante. El ex Atlético Villegas provocó mucho peligro con sus constantes contragolpes.
Rubiños desperdició dos situaciones muy claras para convertir su hat-trick. La primera fue en un pie a mano con Puga. La segunda con un cabezazo que el arquero desvió al córner.
Pero la insistencia del «Salpi» finalmente tuvo su recompensa. El centrodelantero recibió una gran habilitación por parte de Cuenca, giró sobre su cuerpo y sacó un zurdazo formidable que se incrustó en el fondo de la red. 3 a 2.
La balanza pareció inclinarse en favor del visitante. La desesperación le jugó en contra a un Ingeniero que no encontró respuestas en ataque y que extrañó horrores los aportes de Fernández y García.
Pero el ingreso de Sepúlveda cambió definitivamente el libreto del partido. El experimentado atacante no tuvo la misma ingerencia que en el duelo con Atlético, dónde marcó un gol. Lo suyo fue algo más simple pero a la vez muy complejo.
En un descuido defensivo, Juventud quedó mal parado atrás e Ingeniero lo aprovechó de contragolpe. En esa jugada, Sepúlveda forcejeó con Aicarde y el ex Sportivo le cometió una falta que derivó en su segunda amarilla. Por consecuencia, Mario García le mostró la roja y el camino hacia los vestuarios.
La expulsión de Aicarde desconcertó completamente a Juventud e impulsó aún más a Ingeniero.
Al igual que en el Malbrán, Federico Lucero apareció en el momento oportuno e igualó el encuentro. El delantero emuló su gol frente a Atlético. Derechazo cruzado desde la izquierda al ángulo derecho de Cortina. Golazo.
El final del encuentro fue no apto para cardíacos. Cualquiera de los dos pudo llevarse la victoria, pero fueron los locales quienes le dieron rienda suelta a la locura, gracias a la aparición inesperada de Joaquín Barale.
Barale, jugador de sexta división, se vistió de héroe en un cierre de película. El jóven de 16 años anotó el gol agónico con el que se materializó el triunfo del «Rojo».
Todo comenzó con Ignacio Duhalde, que recuperó la pelota casi en el córner izquierdo y con lo último de sus energías metió un centro pasado para que Barale anotase el gol de la victoria.
Triunfazo agónico de Ingeniero en lo que sinceramente fue el mejor partido del año en la Liga de Fútbol de General Villegas.
Desde el trámite futbolístico ameritaba a un empate. Los juveniles de Ingeniero tuvieron la última palabra e inclinaron la balanza en favor del «Rojo».
Juventud estuvo cerca, pero finalmente se quedó con las manos vacías. De todas maneras, los de Pablo Mastruzzo tienen las armas suficientes como para revertir una serie que está más que abierta.
La revancha se jugará el próximo sábado a las 18 horas en el estadio de Juventud Unida.
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Ingeniero 4 (Ignacio Duhalde -2- , Federico Lucero y Joaquín Barale)
Jonathan Puga, Nicolás Roldán, Facundo Bonino, Kevin Bornes, Gastón Jara, Mariano Díaz, Juan Bengoechea, Ricardo Ariznabarreta, Federico Lucero, Ignacio Duhalde y Lucas Monzón. DT: Ezequiel Echeverría.
Suplentes: Elías Gutiérrez, Juan Cruz Pereyra, Santiago Tula, Juan Satragno, Matías Sepúlveda y Joaquín Barale.
Cambios: Joaquín Barale por Juan Bengoechea, Matías Sepúlveda por Kevin Bornes y Juan Satragno por Matías Sepúlveda.
Juventud 3 (Martín Rubiños -3-)
Hebert Cortina, Luciano Gritta, Lautaro Peralta, Alexis Navarro, Santiago Cuenca, Enzo Aicarde, Martín Rubiños, Blas Carrizo, Javier Carrizo, Manuel Tolosa y Maximiliano Díaz. DT: Pablo Mastruzzo.
Suplentes: Juan Cuello, Martín López, Martín Orozco, Nicolás Díaz, Facundo Subiaga, Nazareno Gómez e Iván Díaz.
Cambios: Nicolás Díaz por Manuel Tolosa y Nazareno Gómez por Blas Carrizo.
Expulsado: Enzo Aicarde.
Árbitro: Mario García.