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sábado, octubre 5, 2024

Valeria Pennacino y la dificultad de comer sano en las fiestas

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Se acerca Nochebuena, Fin de Año y tanto las cenas como los almuerzos son los protagonistas, con los tradicionales excesos. Pero comer en esta época no tiene por qué convertirse en un suplicio y en un recuento permanente de calorías.

La Licenciada en Nutrición, Valeria Pennacino, pasó por los estudios de ACTUALIDAD y habló sobre cómo llevar a cabo una alimentación saludable en las Fiestas, pese a lo complicado que puede hacerse.

Consejos para Fiestas saludables

En primer lugar, explicó que es difícil hacerle caso a los nutricionistas en un mes tan convulsionado gastronómicamente como diciembre, donde se celebran Navidad, Año Nuevo y las despedidas de 2023 también son protagonistas.

Sabiendo lo que significa este pasaje del año, lo que se le pide al paciente es mantener el peso y no aumentarlo, algo que se hace mucho más complejo. «Son períodos donde se trabaja para no aumentar el peso», sostuvo.

La «desintoxicación» de las fiestas es la limpieza que se realiza posterior a los almuerzos o cenas pesadas. Valeria dijo que la forma exacta de «lavar» el estómago es seguir la rutina y volver a las comidas principales, acompañadas en lo posible de frutas y verduras.

A su vez, expresó que es preferible no excederse en lo que respecta a la «comida basura»; y una recomendación es tratar de no saltear comidas, porque «vas a seguir teniendo hambre al cabo del ayuno».

Una de las sustancias que se consume mucho en esta época festiva es el azúcar, la cual «no tiene propiedades nutricionales, vitaminas ni minerales». No obstante, en lo cotidiano, «no es necesario sacarla por completo de nuestra alimentación, porque brinda calorías».

La vitalidad de la actividad deportiva

La actividad física, sea o no deportiva, mejora mucho la calidad de vida. Valeria se refirió al tema y dijo que «las distintas ofertas mejoran la parte física y ósea, e implican una mejora en la absorción de la glucosa, la presión arterial, la circulación de la sangre y el estado de ánimo».

Pero también aclaró que la actividad física no siempre conlleva a la pérdida de peso, porque hay otros factores ajenos a las calorías bajadas.

Asimismo, destacó que General Villegas tiene un alto nivel de actividad deportiva, así como de variedad de propuestas.

«Todo tiene que estar articulado, hay que comer sano y moverse constantemente», añadió. Y mencionó que, sobre todo a la gente mayor, le cuesta entender que hacer musculación es sumamente efectivo y necesario, aunque se trabaja día a día en esta concientización.

Las emociones y la alimentación

Por otra parte, hizo hincapié en el vínculo que se ve reflejado entre lo emocional y la alimentación. «La emoción siempre tuvo una relación muy fuerte con la gastronomía, porque uno descarga comiendo», subrayó Valeria.

Y manifestó que esto se evidenció en la pandemia, donde el encierro provocó que muchas personas liberaran sentimientos mediante la comida.

La profesional se refirió al tratamiento que se realiza con chicos que deben comer sano; y comentó que la alimentación saludable en niños es distinta a la de adultos, porque es complicado evitar ciertas comidas ‘chatarras’ en los más pequeños, ya que esto puede producir un «crecimiento con frustraciones».

La desinformación

La ignorancia y el poco conocimiento puede traer consigo una base de alimentación complicada de afrontar. Por ejemplo, Valeria se centralizó en la harina, que resulta prohibida para las mesas de muchas familias.

Por eso, aclaró que «el hecho de no comer harina se ha vuelto una moda mal explicada y de mala fama. Hay que saber diferenciar entre harinas refinadas y de cualquier cereal, legumbre o fruto seco, que tienen buena calidad de alimentación. Todo con un límite de exceso».

La Licenciada en Nutrición resaltó la importancia de la educación alimentaria, sobre todo en la lectura de la información nutricional de cada producto.

Y se refirió además a la complicación que significa comer saludablemente y a un precio económico. «Hay que saber diferenciar entre una compra y otra. Vale la pena pagar lo necesario para estar bien de salud y resignar otras comidas ‘chatarras'», dijo.

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