Lo que parecía ser un mero acto de protocolo, en una cálida mañana de sábado, y con clima de fin de año, fue el marco de un fuerte descargo del intendente Alegre sobre el conflicto que mantiene con los gremios que agrupan a los empleados municipales.
Fue enla inauguración de la temporada del balneario, donde Alegre, sin demasiados preámbulos y tras agradecer brevemente a quienes colaboraron en la apertura pidió «decir algunas palabras respecto de la situación que nos toca vivir.»
Dijo que hay unos pocos privilegiados a los que nos les importa el resto del personal; que deben entender (los gremios) que el poder lo tiene el gobierno, que es quien tiene la capacidad para administrar y para fijar los horarios; que no le va a temblar el pulso porque sabe que está en el camino correcto; y que en definitiva será la Justicia quién dará la razón a una de las partes.
«Yo vengo a ser intendente en un momento muy difícil de nuestra historia argentina como país. En un momento muy difícil para todos los argentinos. Y me tengo que hacer cargo de un municipio que también tiene muchas dificultades y que hay que ordenar. Es imposible pensar que se pueda hacer todo para que la gente lo aplauda. Sería muy lindo cuando uno le concede algo, como bien decía el Padre que al que gana le dan los laureles. Pero nosotros tenemos que tratar que toda la gente pueda tener laureles. No sólo unos pocos. Cuando digo unos pocos, son algunos que tienen algunos privilegios que pretenden sostener a cualquier precio, sin importar el tema del resto de los compañeros. Hay muchos trabajadores en la municipalidad que tienen 30 horas y pocos módulos de eso. Nadie los defiende. Nadie los mira. Lo único que están mirando son los que están arriba, que tienen 480 módulos y 48 horas, entonces todos miran esa situación y no la de todos», comenzó su argumentación.
«Y entonces dicen que nosotros vinimos a sacarles beneficios que son derechos adquiridos. Y no es cierto. Íbamos a intentar hacer un acuerdo y no pudimos porque siguen sosteniendo las mismas cuestiones. Entonces yo digo; el acuerdo va a decir que yo los estafé y no. Hagan el juicio. Nosotros vamos a contestar la demanda y que sea la justicia la que diga cómo son las cuestiones. Si tienen razón, les pagaremos y si no tienen razón, empiecen a entender que el poder lo tiene el gobierno. O sea, el que tiene la capacidad para administrar, para fijar los horarios, es el gobierno. No hay acuerdo que pueda cambiarlo. Hay una ley que establece un acuerdo, una ordenanza que el régimen horario en el municipio es de 30 horas. Que la municipalidad abre a las siete de la mañana y cierra a la una de la tarde. Son 30 horas. Después puede haber horarios excepcionales de acuerdo a los servicios que se prestan. Los enfermeros tienen más, los que están en seguridad tienen más horario, pero no es un derecho adquirido. No es algo intangible, se hace en función de los servicios y el que determina eso es el gobierno», explicó con especial énfasis Alegre.
«No hay otra persona, porque es el que le toca la responsabilidad de administrar el conjunto, entonces muchos creen que son derechos adquiridos, no son derechos adquiridos. Hay fallos de la Corte Suprema de Justicia que establecen que esas son facultades privativas del ejecutivo. Entonces, claro, cuando se hacen acuerdos, se establecen privilegios porque terminan dándole solamente horarios especiales a los amigos. Y yo les puedo garantizar que en el municipio hay infinidad de empleados que tienen solamente 30 horas y nunca se quejan y trabajan. Entonces, cuando a uno le toca la difícil tarea de venir a ordenar lo que alguien desordenó, no es fácil, para eso no hay aplausos», continuó su mensaje, cuyo contenido a esa altura opacaba el motivo de la convocatoria.
Pero había más: «Pero yo les digo que en estos días, que teóricamente deberían ser o son de alegría para la mayoría, algunos no le están pasando bien. Les han llegado a muchos notificaciones de que cesan en sus funciones y yo les puedo garantizar y ofrecerles a que vayan todos al municipio y les voy a mostrar por qué. Porque hay resoluciones establecidas por el gobierno anterior que establecen que esos empleados cesan sus funciones el 31 de diciembre. Dentro de la planta de personal en el municipio hay empleados que están ya nombrados, en la planta transitoria hay jornalizados y hay agentes temporarios mensualizados. Los agentes temporarios mensualizados tienen un período de duración que se fija y se termina en el 31 de diciembre. Muchos de ese personal que ha quedado en este momento sin contrato fueron contratados por el gobierno anterior.»
«Yo les muestro a todos lo que haga falta -prosiguió-. Lo que pasa es que obviamente nos toca a nosotros la responsabilidad ahora de ordenar esas situaciones. Pero invito a cualquiera y les muestro la pila de resoluciones que hay del año pasado, donde se designaban ATM -agentes temporarios mensualizados- para cumplir funciones sólo hasta el 31 de diciembre. Hay otros empleados en la planta transitoria que son los jornalizados que no tienen fecha de cese. Hay en ambas plantas, aproximadamente 100 personas. Esto no quiere decir que van a quedar todos afuera. Simplemente quiere decir que hay que tomarse un tiempo para reordenar toda esta situación, porque dentro de esos agentes temporarios mensualizados hay muchos que fueron puestos en el último tiempo por «necesidades» -vamos a ponerle llamarle necesidades- o por ambiciones políticas, que buscaban conquistar votos. Entonces no puede ser que el resto de la sociedad tenga que hacerse cargo de este tipo de cuestiones que, además afectan al resto del personal. Todos los que tienen 30 horas que trabajan en la municipalidad y que hace años que están en esas condiciones terminan siempre perjudicados para arreglar estas situaciones.»
En el cierre expresó: «Nos ha tocado la difícil tarea de hacerlo, pero les voy a aclarar que no nos va a temblar el pulso porque estamos convencidos que es lo correcto. Nosotros tenemos que pensar en toda la gente. Tenemos que pensar en los humildes, en los que están mal, en los que hoy no tienen un pan dulce y no vamos a defender o sostener de ninguna manera privilegios que atenten contra un razonable manejo de los recursos para que alcancen para todos. Hemos hecho un esfuerzo fenomenal para que la pileta esté lista y funcione. Cuando nos hicimos cargo, no estaba la bomba, hubo que salir a buscar la bomba porque la tenían en un lugar para reparar. No teníamos pintura suficiente, lo que había se distribuyó también en los pueblos para pintar las piletas de los pueblos. No había cloro suficiente, se compró un poco y se hizo un esfuerzo fenomenal para poder vaciar la pileta y que esté hoy en condiciones. Por eso le agradezco a toda la gente que trabajó mucho, entre ellos Fernando Galli, que hizo mucho para que se pueda trabajar en esta situación. Debo reconocer que hay muchos empleados que se han sumado a esta idea del cambio de visión, que significa que hay otra autoridad que tiene una visión distinta de cómo se manejan las cosas y que está hecha para tratar de administrar los recursos de manera equitativa para todos. Este es el desafío hoy.»