«GPS, villeguenses por el mundo» recorre una nueva historia tras el primer aniversario del programa de los villeguenses, bajo la conducción de Esteban Mutuberría.
ACTUALIDAD fue afortunado en este caso de hablar con María Lucía Vicentín, la protagonista número 52 desde aquel lejano 24 de enero de 2023.
De familia aventurera, está radicada hace cinco años en suelo español. 31 años y muchos sueños por cumplir en el viejo continente. Desde la Moreno y Pringles hasta Barcelona.
Primeros pasos
La villeguense fue Promoción 2009 en el Colegio María Inmaculada y, tras egresarse, se mudó a Capital Federal para estudiar la carrera de Ingeniería Industrial.
Antes de recibirse, comenzó a trabajar. En el transcurso del estudio, realizó un intercambio estudiantil por el que pudo viajar a Barcelona, España, en 2015. De acuerdo a la experiencia expresó: «Fue una aventura muy linda e inolvidable».
En la capital de la comunidad autónoma de Cataluña se mantuvo durante seis meses. Fue allí donde «comenzaron las ganas de explorar el mundo». Es por eso que inició todos los trámites necesarios para obtener la ciudadanía italiana.
Comienzo de una nueva vida
En 2018, cuando vivía en Capital Federal, conoció a Octavio, su actual pareja. Él también tenía intenciones de irse del país, de hecho ya contaba con ciudadanía española.
Un año después, luego de mucho tiempo esperando, por fin llegó la ciudadanía italiana para María. «Ya no teníamos excusas», dijo. Ante esto, ambos tomaron la rotunda decisión de partir a España, más específicamente a Barcelona, en 2019.
Mucha sorpresa no hubo por parte de sus padres acerca de la decisión de emigrar, porque la insistencia de viajar tampoco era algo nuevo. Además, dijo que «ellos priorizaron mi felicidad y mi futuro. Yo quise perseguir mis sueños».
«Marita», como se la conoce, tiene cuatro hermanos radicados en Europa, lo cual ablandó un poco su elección de emigrar, sobre todo para sus padres.
Vida laboral
Barcelona es una ciudad española, capital de la comunidad autónoma de Cataluña, de la provincia homónima y de la comarca del Barcelonés. Con una población de 1.660.435 habitantes a enero de 2023, es la segunda ciudad más poblada de España y de la península ibérica después de Madrid, y la décima de la Unión Europea.
Antes de llegar a suelo europeo, la joven se contactó con un ex compañero de facultad que se encontraba trabajando en España. Fue él quien terminó allanando mucho el camino para conseguir oportunidades laborales.
Tanto que llegó al viejo continente «con un contrato de trabajo en la mano». Distinto fue el caso de su pareja, quien pudo encontrar un trabajo después de casi dos meses de permanencia. «Venir con trabajo facilitó todo. Eso era lo más difícil en un principio», dijo.
Actualmente, la villeguense trabaja en una empresa tecnológica que tiene relación con la Ingeniería Industrial, ya que está en la parte de operaciones. «Lo bueno es que hay mucha flexibilidad, así que me sirve», manifestó.
"La tranquilidad y comodidad no se negocia"
Se mantuvieron en la gigante ciudad española hasta la pandemia, donde optaron por cambiar los aires por una localidad mucho más pequeña y en la que no tengan que viajar tanto para llegar al trabajo. Finalmente, eligieron establecerse en Pineda de Mar.
Impresiones de la cultura española
La sociedad española, al igual que cualquier otra en el mundo, es muy distinta a la argentina. María comentó que son mucho más cerrados y fríos, mientras que «a nosotros nos destacan por la calidez social».
Por el tema del idioma, Barcelona es un sitio particular, ya que en algunos sectores se habla Castellano y en otros sitios se comunican con el Catalán. Esto le ha traído alguna que otra contingencia a la hora de dialogar y comunicarse.
Tierra ajena, pero costumbres propias. María se encargó de llevar tradiciones argentinas a suelo español: el asado, el mate y las facturas son algunas de las comidas nacionales que se encargó de mantener en otras tierras.
Con respecto a la opinión que conservan los españoles de los argentinos, indicó que «varía mucho». A nivel social, el argentino es visto de manera muy solidaria y sociable, pero al mismo tiempo de forma charlatanes y chamuyeros. En la parte laboral, creen que los argentinos empiezan a trabajar en una edad temprana y por eso maduran rápido.
Con vida en España, pero corazón en Argentina
Más allá de residir hace bastante tiempo en España, la joven no ocultó su amor por Argentina, tierra por la cual siente un afecto distinto a cualquier otro. Allí es donde viven los vínculos más importantes de su vida, a los cuales extraña mucho.
«La tecnología ayuda para mantenerse en contacto, pero no hay que engañarse. No hay otra cosa más linda que mirar a los seres queridos a los ojos y vivir los momentos en persona», manifestó.
Y explicó que su amor por General Villegas no va a cambiar por nada en el mundo y formará parte de su identidad, pese a la lejanía. «Cada vez que voy a mi ciudad la paso súper bien y me vuelvo con el corazón lleno», expresó.
En su transcurso por tierra europea nunca se le pasó por la cabeza volver definitivamente a Argentina, más allá de algún que otro debacle lógico en el camino. «Siempre estuve bastante decidida y nunca miro para atrás», sostuvo.
Planes para el futuro
Al corto plazo, la visualiación de María es seguir en España. «Nuestra situación y estilo de vida nos gusta mucho», subrayó. No obstante, se mantienen abiertos y flexibles a cualquier propuesta que surja en el camino.
Con respecto a una posible vuelta a Argentina, respondió que no cierra las puertas. «No ver a mi hija crecer en un entorno argentino en algún momento puede ser muy duro. Lo mismo si se cría lejos de mi familia y hogar. Por eso digo que no se sabe», manifestó.
Por último, uno de sus deseos para vacacionar en algún momento es llevar a cabo un safari en Sudáfrica. «Me gusta mucho la naturaleza», afirmó. Y también sueña con viajar a Islandia, para disfrutar de las auroras boreales.
Una historia llena de sueños y fantasías, como en la películas. Así se describe la vida de María, quien fue en busca de sus objetivos desde muy pequeña y los alcanzó. Lejos de sus tierras, pero en una cultura parecida. Con las puertas abiertas para regresar, en algún momento, a su lugar de origen. Porque no importa el tiempo que pase ni la distancia. El corazón será siempre argentino, siempre villeguense.