La Presidente del Consejo Escolar, Karina Gianolio, charló con ACTUALIDAD y dejó mucha tela para cortar con sus declaraciones. Entre algunas temas tratados, se refirió a los fondos para comedores escolares y los preparativos de cara el inicio del ciclo lectivo.
Desde el fines de diciembre y hasta la actualidad, el Consejo Escolar se encuentra funcionando en el Centro Cultural Molino Fénix donde, a partir de este miércoles 14 de febrero, deja el horario de verano para comenzar a trabajar, nuevamente, en el habitual de 8 a 14 horas.
La institución está formada por seis consejeros, tres de ellos pertenecen a un espacio político (Juntos por el Cambio) y los otros tres a otro (Unión por la Patria). Según Gianolio, desde el primer día de trabajo les aclaró que «la campaña política terminó y no hay ninguna camiseta que nos diferencie. Ahora nos ponemos a trabajar todos por las escuelas de General Villegas. Cada decisión que se toma es en equipo».
Desde el organismo trabajan con distintas áreas del municipio. Y, a su vez, la presidente del Consejo invitó a todas las instituciones a acercarse: «Son bienvenidos, estamos con los brazos abiertos», expresó.
«Estamos muy contentos. Somos muchos y se formó un equipo muy lindo», dijo; al tiempo que mencionó que durante las primeras semanas fueron de diagnóstico y, al día de hoy, se está haciendo un relevamiento por escrito de cada escuela, más allá de las visitas que realiza el Consejo con la secretaría de infraestructura.
Por otra parte, comentó que tiene planificado distintos viajes a La Plata para informar cuestiones que suceden en el ámbito escolar villeguense. «No es lo mismo cuándo uno está presente. Hay muchas cosas para reclamar o pedir; y solamente se logran en forma presencial. La pandemia dejó la virtualidad, pero no hay nada como marcar presencia», sostuvo.
«Este Consejo Escolar sí está presente. Todos saben que si llaman van a tener respuesta, quizás no instantánea, pero llegará al final. Eso es algo que nos diferencia de la gestión anterior. Nos haremos cargo y solucionaremos las problemáticas. Nos va a llevar un tiempo, pero lo haremos», apuntó.
Problemáticas y contingencias
Gianolio manifestó que el relevamiento realizado obligó a mantener preocupación por la infraestructura de las instituciones educativas. En su gran mayoría, la problemática es por los techos, situación que a su vez afecta la parte eléctrica. «Estamos tratando de satisfacer necesidades, aunque sin dinero se hace difícil», comentó.
Asimismo, mencionó que «no tenemos un arquitecto que nos ayude a pensar; esto se da desde hace bastante tiempo. Creo que sucede por falta de gestión», contó. En este contexto, el Consejo cuenta con la colaboración de la arquitecta Alejandra Matellán, secretaria de Planificación y Desarrollo Territorial del municipio.
Más allá de lo que es infraestructura, dentro del Consejo existen deudas. Una de ellas está relacionada con el transporte escolar y otra con el servicio de agua, «pero sin la partida depositada no se pueden saldar, porque el Consejo Escolar no tiene ese monto. Si bien las partidas están asignadas, el dinero aún no está», aclaró Gianolio en este sentido.
Especificó también que «los transportistas son proveedores del Consejo»; y que «el monto por kilómetro que se les paga a cada uno de ellos lo determina la provincia, no nosotros».
Ahí es donde surge la polémica, ya que el valor que brinda la Provincia muchas veces no es acorde a lo que el transportista necesita. «No hay nada definido todavía», anticipó Gianolio.
Aumentos del SAE
El Servicio Alimentario Escolar (SAE) es un programa del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires que tiene como objetivo garantizar, a través del sistema de comedores escolares, una adecuada nutrición de los alumnos que concurren a las escuelas públicas provinciales.
El SAE tiene, por un lado, el DMC (desayuno, merienda y comedor) y, por el otro, el programa MESA bonaerense. Karina explicó el funcionamiento de ambos y dijo que el menú de los niños lo determinan los nutricionistas.
El «DMC» cumple con el desayuno y la merienda en las escuelas con horarios simples; y a esto se le suma el comedor en las instituciones con jornadas completas.
En tanto, MESA Bonaerense es un programa del Ministerio de Desarrollo, cuyo objetivo es promover el derecho a una alimentación adecuada, saludable y nutritiva de niñas, niños y adolescentes que asisten a escuelas públicas, a fines de aportar a su crecimiento y desarrollo en un ambiente saludable.
Con respecto al SAE, la Provincia anunció en los últimos días una entrega de fondos mucho más amplios. Esto quiere decir que los montos por alumno subirán a partir del mes de marzo.
Según anticipó Gianolio, esto apuntará a mejorar no solo la elección de los productos, sino también la calidad. «La buena alimentación será un elemento fundamental para un buen aprendizaje», verbalizó.
En cuanto a MESA, adelantó que uno de los cambios será que cada escuela deberá llevar adelante una grilla donde se identifiquen los alumnos que reciben el módulo, con firmas y certificaciones de los responsables.
Proyectos en vistas al inicio de clases
La prioridad máxima para la institución es llegar al viernes 1 de marzo con la seguridad edilicia garantizada para los estudiantes, docentes y auxiliares. «Esa es nuestra meta, formar escuelas seguras, pese a que no todas se encuentran en las condiciones que deberían», dijo.
Otra de las inquietudes de cara al inicio de clases es tener el pasto corto, algo que es fundamental en esta época por las distintas enfermedades que se puedan transmitir por los mosquitos. En este sentido, reconoció que «el municipio no tiene la cantidad de recursos humanos ni materiales que se necesitan».
También se está trabajando junto a la Municipalidad por los caminos que llevan a las escuelas rurales, tema de prioridad para el Consejo, más allá de la poca cantidad de maquinarias con la que se cuentan en el área Vial. Por ello, habrá una reunión en el corto plazo con representantes de la Sociedad Rural, para analizar y rever propuestas.
«De esto se trata. Hay que trabajar, mirar y analizar de forma amplia y en conjunto, es la única manera de salir adelante. Dentro del Consejo Escolar hay una unión de equipo muy importante», destacó su presidente.
Una pequeña muestra fue el trabajo realizado en las Escuelas Abiertas en Verano, lo cual según Karina, «fue un reflejo de la forma en la que vamos a trabajar. Se hizo todo correctamente, teniendo articulación con distintas áreas del municipio».
Por otro lado, mencionó algunas preocupaciones que existen por obras pendientes, como la Escuela Secundaria N° 9 de Villa Saboya, la Escuela Especial N° 501, el CEF y las Escuelas Primaria y Secundaria N° 1 (declaradas en riesgo). «No se pueden tener escuelas inseguras. Nos llevará tiempo», sostuvo.
La participación en el fondo educativo
Tras la asunción de la gestión en diciembre, desde el Consejo han mantenido diversas reuniones con el municipio para emprender proyectos acordes al fondo educativo. Todo esto para trabajar en la infraestructura de educación en el distrito.
La planificación desde el Consejo es realizar un orden de prioridades y, de ahí, tomar decisiones. «Queremos saber cuáles son las demandas, armar un orden de prioridades y que todos sepan las necesidades. Es fundamental repartirse las urgencias».
Desde el organismo se propone no solo trabajar en conjunto con el municipio e instituciones, sino también con los cooperadoras de los establecimientos educativos. «Es de la única manera que se puede trabajar; y hay buen diálogo», manifestó.
Por último, destacó que el intendente del Partido de General Villegas, Gilberto Alegre, «se encuentra muy atento y pendiente a todo lo que sucede con el Consejo Escolar. Está siempre a nuestra disposición».