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jueves, octubre 3, 2024

La vida de Joaquín Gallego, el único villeguense en disputar un campeonato mundial

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«GPS» nos permite conocer lo más profundo de la vida de cada uno de los villeguenses que, por algún motivo, se encuentran en otra parte del planeta.

El protagonista en la edición número 65 es uno de los mejores deportistas villeguenses en la actualidad. Hablamos de Joaquín Gallego, el voleibolista de 28 años que supo brillar en el CEF N°52 hasta alcanzar el éxito deportivo por el mundo.

Incluso, disputó campeonatos mundiales y sudamericanos con el Seleccionado Argentino, dicha que solo él logró en nuestra ciudad. Con vida actual por tierras polacas, Joaquín nos cuenta toda su historia en «el programa de los villeguenses».

Sus inicios en la ciudad

Joaquín daba un clara muestra de talento desde sus inicios en el Vóley. Luego de brillar en tierras villeguenses, se mudó a la ciudad de Bolívar, uno de los puntos específicos si de dicho deporte se habla.

Todo esto apenas a los 15 años. «Fue un desafío. Terminé los estudios ahí, los últimos 4 años de la secundaria. Mi cabeza estaba puesta en el Vóley», dijo.

Primeras convocatorias y viajes con la Selección Argentina

Por medio del combinado nacional, Joaquín logró realizar sus primeras experiencias fuera del país, apenas a los 15 años. La gira inicial fue por Italia, en la ciudad de Roma.

«Pude conocer lugares que jamás me hubiera imaginado y menos con la selección de vóley. Hacerlo a tan corta edad fue fantástico y toda una aventura», expresó.

El comienzo de una historia en el exterior

Por primera vez de forma definitiva, Joaquín partió rumbo a Galicia, España, luego de la pandemia de Covid-19. Allí defendió la camiseta del Boiro Vóleibol de Galicia, un equipo ubicado en la localidad homónima dentro de La Coruña. Se mantuvo durante ocho meses.

Para fortuna del villeguense, su familia tuvo una buen recepción para con él luego de la decisión de emigrar. «Siempre me quisieron ver crecer y me apoyaron en todo. Me puso contento vivir esas oportunidades», manifestó.

Galicia es una Comunidad Autónoma con mucho peso en España, siendo la quinta con mayor número de habitantes de todo el país. Está compuesta por cuatro provincias: A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra, y su capital es Santiago de Compostela. Tiene un total de 313 municipios.

Pudo ser una complicación por convertirse en el primer destino, fuera del país, de Joaquín. No obstante, nada de eso sucedió. Una buena causa de ello es la facilidad del idioma. También destacó la belleza natural y la calidad social del municipio español.

Pero no fue la única experiencia, porque logró conocer otros sitios turísticos a nivel mundial dentro de Europa y Asia. «Con mis compañeros de selección pudimos salir a caminar por los centros de las ciudades en las giras internacionales», recordó.

Nuevo capítulo en suelo ibérico

Luego de su aventura en tierras españolas, optó por vivir nuevos aires en Portugal para defender las camisetas de Sporting de Lisboa. Se mantuvo durante dos años, previa a su salto al vóley polaco.

«Fue complicado el cambio. Se dio de forma muy distinta. Al idioma portugués me acostumbré de manera rápida por mis compañeros brasileros. La vida fue muy linda allá. Es una ciudad hermosa. La pasé muy bien», mencionó Joaquín.

En cuanto a lo deportivo, explicó que fue una experiencia positiva: «El club es de los más grandes. Tuve mucha fortuna. Entrenábamos doble turno y los entrenamientos eran muy duros». Incluso, vivió oportunidades únicas en varios partidos de fútbol del club, uno de los más históricos del país.

Lisboa es la capital de Portugal y su ciudad más importante. Su situación privilegiada en la desembocadura del río Tajo la convirtió en una de las ciudades más influyentes para la dominación del Atlántico.

Con respecto a la calidad social, manifestó que se sorprendió por la apertura de las personas. «Pensé que eran más fríos. Pero hice amigos que me perduran hasta el día de hoy. Son amigables», comentó.

Aventura exótica por territorio polaco

A mediados del 2023 llegó una chance inmejorable para su carrera deportiva. Es que fichó para el Slepsk Suwalski, de la liga de Polonia, una de los países más arraigados al deporte.

La posibilidad surgió por medio de un amigo argentino, que se encontraba jugando en el club, el cual influyó en el deseo de Joaquín. «Mis ganas de jugar fueron claves. El deporte ahí se vive de una manera increíble. Se podría comparar con el fútbol en Argentina. La importancia que se le da es muy grande. Es una de las ligas más fuertes a nivel mundial», dijo el villeguense.

Joaquín se radicó en Suwalski, una población en el voivodato de Podlaquia en el noreste de Polonia que posee alrededor de 75 mil habitantes.

«Tenía lo básico del inglés y no mucho más, porque el idioma polaco fue imposible. En cuanto a lo cultural fue demasiado distinto. Lo que más me llamó la atención es que la gente se pone en pareja mucho más jóvenes que nosotros. El clima era muy hostil y me costó mucho. Me sorprendió para bien la parte gastronómica», recordó.

Proceso de adaptación

La climatización a los distintos lugares por donde anduvo no fue tan compleja como él hubiera imaginado. Sin embargo, lo más complejo fue la lesión del hombro sufrida a tan corta edad, lo cual hizo tambalear a Joaquín.

«Era todo muy nuevo. Fue una locura tan rápida que no me esperaba. Eso me motivaba a seguir y evitar analizar todo lo que hacía. Yo solo tomaba decisiones. Siempre traté de tomar lo positivo de todo, pese a que a veces sea complicado», explicó.

Joaquín pisó muchos territorios extranjeros que se diferencian entre sí, desde la naturaleza, el idioma o la gente. Pero más allá de esto, hay una tendencia que se repitió de forma afortunada en todos los sitios: «Nunca me hicieron sentir extranjero. Tuve suerte porque siempre la pasé bien. Mi condición de argentino no afectó en el trato recibido ni mucho menos».

La visión constante de los argentinos en un balance general, de acuerdo a los lugares que Joaquín visitó, es el concepto de «agrandados y engreídos». Pero esa perspectiva se ve fulminada cuando se relacionan. «Siempre somos abiertos, aunque no conozcamos a la persona. Hay cierto prejuicio erróneo sobre el argentino», opinó.

La gastronomía argentina fue el factor que más echó de menos Joaquín a la distancia: «Ese ritual es único y no abarca solo la comida, sino el tiempo que se pasa con amigos o familia. Traté de hacerlo en el exterior, pero no se vive de la misma manera».

En contrapunto, el mate es la tradición argentina que Joaquín mantiene viva a cada parte del mundo donde se traslada. Tampoco se olvida de la música argentina, que está presente en todos los sitios; destaca el folklore como su género preferido.

Planes para el futuro

En el corto plazo, Joaquín piensa en la clasificación rumbo a los Juegos Olímpicos de París 2024, con la Selección Argentina. «Uno se prepara para cumplir el sueño de jugar ese campeonato. Voy a dar lo mejor para estar en la lista en caso de clasificar. A veces uno se plantea ese deseo y es una locura increíble», sostuvo.

El futuro a largo plazo aún es incierto en la vida de Joaquín: «Tengo cuentas pendientes, pero nada definido por el momento. Hasta fin de año voy a estar en Polonia. Pero luego me gustaría jugar en la liga de Francia, que me fascina. Pero quiero que la vida me sorprenda».

Conclusión

Han pasado varios años desde su partida, pero su pasión sigue siendo la misma. Muchas culturas, tantas tierras visitadas, pero un solo punto de origen. La vida afuera parece ser una aventura completa, pero Joaquín supo afrontar ese desafío a tan corta edad.

Un deporte que significó mucho más para su vida, porque fue el nexo principal para lograr los éxitos propuestos. De brillar en General Villegas hasta lograr un certamen mundial con el seleccionado. Joaquín estuvo a la altura siempre, tanto en la cancha como en la vida misma.

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