Todo el que haya transitado por Ruta Nacional Nº 33, entre Piedritas y Cañada Seca, partido de General Villegas, puede dar fe del desastroso estado de la calzada. En los últimos días se taparon pozos en Ruta 7, no demasiado lejos. ¿Por qué no se hace lo mismo en este tramo?
Muchos lo evitan alargando el camino, por la ruta 188 (Junín-Villegas) o el acceso pavimentado Piedritas-Bunge-Charlone-Buchardo. Otros lo hacen a muy baja velocidad, gambeteando pozos que se multiplican a diario, exponiéndose a romper una cubierta, en el más leve de los casos.
Pedro, un atento lector y oyente de Actualidad que a diario transita por esta ruta nos acercó estas fotografías, con una cubierta como referencia del tamaño de los pozos. Se han tapado en más de una oportunidad, pero reaparecen. No alcanza con un bacheo, el tramo necesita una solución de fondo. Pero al menos una cuadrilla podría evitar males mayores con material asfáltico, palas y buena voluntad.
«No hay plata», dijo el presidente Milei al asumir. Por lo tanto, tomadas sus palabras al pie de la letra, no se vislumbra en el horizonte inmediato el menor atisbo de reparación.
Más al norte, entre Rufino y Aarón Castellano, se vio a operarios tapar pozos de la vital Ruta 7, que cruza el país a lo ancho y forma parte del comercio internacional con Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil. Dicen que no son de Vialidad, que está virtualmente paralizada. Quizás sí contratados por el Corredor Vial que administra la 7 o parte de ella.
Los reclamos de intendentes e instituciones de la zona se suman por decenas, incluyendo también a Rufino, Rivadavia y Trenque Lauquen.
Más allá de las promesas y las declaraciones de rigor, más cercanas a los deseos que a los hechos, pasan los años, los gobiernos y las promesas. Huelgan las soluciones. La realidad es la de siempre. Y la -teórica- solución de fondo al problema tiene fecha para 2025. No hay plata. Lo que abundan son los pozos.