La triquinosis es una enfermedad parasitaria causada por el consumo de carne mal cocida y que contiene quistes. Este parásito puede encontrarse en la carne de animales como el cerdo, el oso, la morsa, el zorro, la rata, el caballo y el león.
En este sentido, se realizan campañas de concientización para informar a la comunidad, teniendo en cuenta que es una enfermedad que se mantiene durante todo el año y que se incrementa en esta época.
Durante la tercera semana de mayo se recuerda la Lucha contra la Triquinosis. «Es importante recalcar a la gente que siempre consuma productos de empresas seguras y habilitadas», dijo Alessandro Tamburi, director de Medio Ambiente de la Municipalidad de General Villegas.
En este sentido, desde el área de Bromatología se promueven los análisis gratuitos de las muestras que permiten detectar la triquina. Esto se hace a diario en el laboratorio, ubicado en calle Fasciolo, de lunes a viernes de 7 a 19 horas.
La muestra que los productores deben tomar es de 50 gramos de entraña, para observar las condiciones en las que se encuentra, ya que, en caso de que el parásito llegue al consumidor, se libera y genera una enfermedad que puede ser leve o severa, dependiendo de la larva consumida.
El muestreo solo previene que la enfermedad llegue a la persona, sin juzgar el medio por donde se obtuvo al animal, teniendo en cuenta que algunas personas practican la caza. «Lo único que queremos es asegurarnos que el producto llegue con calidad a la mesa de los argentinos. Lo único que nos interesa es analizar y cuidar», sostuvo el funcionario.
Por su parte, el veterinario Martín Monti explicó que «puede tratarse del mejor cerdo y contener la enfermedad de todas formas. El chancho no se enferma ni tiene síntomas, sino que es portador; y no hay vacuna para ninguna especie. Lo único que hay es prevención para el consumidor».
Informó entonces que «las larvas que se encuentran en la carne que fue consumida se reproducen por el cuerpo, hasta llegar a los músculos. Los síntomas son gastrointestinales en los primeros siete días después del consumo, acompañado de diarrea y dolor abdominal. Con el correr de los días, esto se incrementa con dolores musculares severos, hasta la llegada a los hallazgos encéfalos. Si se trata con tiempo, previo a su instalación en el sistema digestivo, se evitan complicaciones».
El profesional recomendó que a la hora de llevar la muestra para su análisis a Bromatología, «esté debidamente rotulada. Tomamos todas las muestras durante el día y las analizamos a partir de las 19 horas, cuando cierra la oficina. En cada caso, nos lleva alrededor de una hora».
Tamburi, por su parte, recomendó comprar productos en frigoríficos habilitados, lo cual reduce el margen de error. «Tienen otros estándares de calidad. Cualquier corte que consumamos tiene que estar bien cocido», comentó; al tiempo que destacó que «el microondas no mata al parásito».
Por último, Monti manifestó que se reflotó en General Villegas la Mesa de Zoonosis, donde participa área de Epidemiología del Hospital municipal, INTA, SENASA y Educación.