«La unión hace la fuerza, no importa si venimos del campo o la ciudad», abrió el juego Santiago Mocorrea, el presidente de la Sociedad Rural de General Villegas, satisfecho con el balance final de la Expo Rural 2024.
«Quiero agradecer a todos los que han acompañado el proceso, que han trabajado incansablemente para que esto se hiciera realidad. Hoy no solamente hay gente del partido de General Villegas sino también de San Luis, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos… Esto es el potencial del campo, de la ciudad, todos juntos tirando para el mismo lado», agregó.
Sumó «a los chicos del Ateneo, la generación nueva del agro; a Daniel Colombo, el responsable mayor de la organización, a Romina, a Carlitos; a la municipalidad y su aporte; y especialmente a la pata educativa de esta exposición, con Adriana Galeano, Ivone Lowe, Analía Cañibano y todo el equipo maravilloso que han armado para exponer toda esa maravilla que está en el Galpón educativo».
Antes de dar paso a otros oradores pidió «dejar un mensaje fuerte: hay que entender que sin la educación no podemos llegar a ningún lado, la educación es la base de todo. Esto es la base de la pirámide y si no tenemos educación no vamos a poder construir jamás nada por encima de eso».
A su turno Ignacio Kovarsky, de Carbap y Carlos Castagnani, de CRA, también destacaron el éxito de la muestra y el acercamiento del campo con la ciudad.
Hablaron de que el 55 por ciento de pobres que tiene hoy Argentina no se formó de la noche a la mañana sino que es el resultado de muchos años de políticas equivocadas.
Reconocieron en Milei «al nuevo gobierno nos colocó de nuevo en el mundo, abriendo la posibilidad de exportar», al tiempo que pidieron que «se mejoren las condiciones para seguir sembrando, criando ganado, generando valor. Vamos a acompañar, pero no vamos a ser obsecuentes. Hacemos política gremial, no partidaria. Y queremos que nos protejan porque no estamos conformes con la Agenda 2030. Los países que destruyeron el medio ambiente ahora nos quieren enseñar cómo cuidarlo».
El centenar de expositores comenzaba a desarmar sus stands. En el escenario, Yuria y Sauda le daban un cierre musical de alto nivel a una multitud que se resistía a dejar el predio de ruta 188.
«No hay que darse por vencidos, queremos un país con reglas claras y un rumbo medianamente estable». Las palabras de Mocorrea se hacían eco en otras personas. Bien podían ser del campo, o de la ciudad.
