El mes anterior, el IPC había sido del 4%. El gobierno esperaba un número por debajo de esa cifra pero parece haber un estancamiento que lleva ya cuatro meses, la mitad de la gestión de Luis Caputo.
El Indice de Precios al Consumir (IPC) que publica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) fue del 4,2% para agosto, lo que marca un nivel de inflación mayor al que esperaba el gobierno e indica un acumulado de suba de precios del 94,8% en lo que va del año y del 236,7% en los últimos doce meses.
El nivel de aumento de precios es superior al que esperaba el gobierno, donde hablaban de un índice por debajo del 4% y del que marcaron los consultores relevados por el Índice de Expectativas de Mercado del Banco Central, que pronosticaron un 3,9%.
En un comunicado, el ministerio de Economía argumentó que es el cuarto mes consecutivo que el ICP experimenta un descenso si se lo mide en forma interanual.
“Para analizar la dinámica del proceso de desinflación y extraer tendencias más allá de la volatilidad de corto plazo, resulta útil analizar el comportamiento de las medias móviles de las variaciones del IPC. Este análisis es consistente con una continuidad en el proceso de desinflación, con la media móvil de tres meses de la variación del IPC Nacional ubicándose, junto a la del mes anterior, en el menor nivel desde febrero de 2022, y la de seis meses, resultando la más baja desde marzo de 2023″, dijeron en Economía.
Sin embargo, el índice marca un estancamiento en el orden del 4% si se hace la comparación mes a mes: en abril había sido 8,8%, pero después marcó 4,2% en mayo, 4,6% en junio; 4% en julio y ahora 4,2%. La cifra, como anticiparon economista ortodoxos –Domingo Cavallo fue uno de ellos- tiende a constituirse en un piso, que convive con una caída pronunciada de indicadores de actividad y consumo.
En ese marco, la división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (7%) por las subas en Alquiler de la vivienda y gastos conexos, Suministro de agua y Electricidad, gas y otros combustibles. Le siguieron Educación (6,6%), por el alza en los distintos niveles y tipos de enseñanza; y Transporte (5,1%), por los incrementos en el transporte público. El capítulo de alimentos y bebidas mostró un avance de 3,6%, por debajo del nivel general.