La comunidad educativa del Instituto San Juan Nepomuceno, de Emilio V. Bunge, celebró su 60° aniversario con un emotivo acto que incluyó una ceremonia protocolar, una exposición fotográfica, una misa de acción de gracias y una cena de cierre.
La jornada comenzó con el acto protocolar realizado frente al edificio, tras lo cual se hizo un recorrido por el establecimiento, donde se pudo apreciar una exposición fotográfica que repasó los momentos más significativos de la historia de la institución. Posteriormente, se realizó una Misa de Acción de Gracias.
El Padre José Luis Rossi ofreció una bendición y destacó el valor de la educación en su mensaje: “Educar siempre es un acto de esperanza, porque estamos sembrando hoy para los frutos del futuro. Tenemos que educar para lo desconocido, no para lo que ya sabemos”, reflexionó, haciendo eco de las palabras del Papa Francisco.
Las representantes legales actuales, Beatriz González y Silvina Stanjo, entregaron reconocimientos a quienes ocuparon ese cargo con anterioridad, María Luisa Nicolai (Licha) y Marta Bargero.
Durante el acto, tomó la palabra Griselda Beltramone, ex directora de la escuela, quien recordó con emoción su paso por el lugar: “Este instituto ha sido más que un lugar de estudio, ha sido un hogar y un espacio de crecimiento. Hoy celebramos no solo los 60 años de nuestro instituto sino también recuerdos, amistades y lecciones aprendidas”; y expresó además que «como ex estudiante, docente y directora, he tenido el privilegio de vivir y presenciar su evolución, he visto cómo generaciones de jóvenes han pasado por sus aulas, llenas de sueños y aspiraciones».
Maribel Urricelqui, actual directora, señaló la importancia del aniversario como una oportunidad para reafirmar el compromiso con el futuro: “Nos encontramos los de ayer y los de hoy, todos con un mismo propósito. Este reencuentro es una manera de seguir construyendo nuestro futuro, recordando el valor de nuestra historia”, expresó; y señaló que «sesenta años en el tiempo no sólo significa haber deshojado sesenta almanaques, significa vida, movimiento y, si llegamos hasta acá, quiere decir además que ese movimiento significó avanzar en el camino que se inició el 9 de marzo de 1964, cuando el sueño del Padre Mancuso finalmente se materializó y el Instituto San Juan Nepomuceno comenzó a dictar clases. Los jóvenes de Emilio V. Bunge pudieron acceder a educación secundaria sin tener que trasladarse de su pueblo. Así, otros horizontes y realidades se hicieron posibles. Mancuso no soñó solo, soñó junto a otros y el
sueño colectivo tomó forma».
La directora también subrayó la reciente creación de una nueva orientación en Ciencias Naturales como parte de los avances del instituto en la última década.
El intendente Gilberto Alegre asistió acompañado de las secretarias de Educación, Valeria Iglesias; de Obras Públicas, Alejandra Matellán; de Promoción y Producción, Mónica Spertino; de Deportes y Turismo, Silvia Álvarez; el secretario de Seguridad, Luis Plana; y la presidente del Consejo Escolar, Karina Gianolio, además de funcionarios de distintas áreas de gobierno.
El Jefe Comunal brindó un discurso en el que destacó la importancia de la educación en un contexto global cada vez más incierto. Alegre señaló que, en el mundo actual, es fundamental educar con una visión de futuro: “Las palabras del Padre Joselo fueron muy buenas sobre eso de que cuando educamos, educamos para lo desconocido. Y eso es un dato fuertísimo, porque nos obliga a repensar el futuro en un mundo vertiginoso”.
Alegre también hizo un llamado a recuperar los valores fundamentales en la educación: “Tenemos que volver a los valores esenciales que nos da la formación occidental y cristiana. No tenemos otra salida si queremos pensar que tenemos futuro”, afirmó. Y subrayó además la importancia de guiarse por esos principios en tiempos difíciles: “El mundo hoy nos presenta un panorama nublado. Sigamos caminando por la senda que nos marcó la educación que recibimos, guiados por nuestros valores. Ya vamos a encontrar dónde está el sol nuevamente”.
Por último, el intendente recordó el proceso de transformación edilicio que vivió la escuela, un proyecto en el que estuvo involucrado directamente: “El día que vinimos con el querido arquitecto Antonio Carrozzi, se concibió la idea de construir un techo enorme abajo el cual construiríamos ese nuevo edificio. Cuando pusimos el tinglado decían que estábamos locos, pero hoy se puede disfrutar de esa hermosa locura, como fue también la locura de Nepomuceno cuando pensó en armar un colegio secundario aquí, cuando todo parecía imposible. Eso merece un reconocimiento muy grande».
Asimismo, el intendente subrayó que «toda la historia de la humanidad se basa en la educación. ¿Cuándo empezó a ser un proceso sistemático, racional? Probablemente en la Antigua Grecia, con Sócrates, con Platón y Aristóteles, que representaban distintas etapas del pensamiento que se continúa hasta nuestros tiempos. El mundo fue cambiando en un ciclo permanente de renovación, donde se pasó de etapas idealistas a etapas realistas. Hoy estamos viviendo un proceso de realismo muy cruel, pero que es inexorable».
Advirtió que «el mundo se está preparando para una guerra y ojalá puedan parar a tiempo este camino que se ha iniciado en Europa. Si bien eso puede significar una oportunidad enorme para nosotros, el mundo está en una situación muy difícil. Por eso, los que tenemos la función de conducir etapas, tenemos que tener presentes esas situaciones. No vivimos una etapa ideal, tenemos que prepararnos para esa etapa tan difícil que viene».
«La educación hoy tiene que ser de valores. Tenemos que volver a los valores esenciales que nos da la formación occidental y cristiana. No tenemos otra salida si queremos pensar que tenemos futuro. El pragmatismo enorme que nos presenta la tecnología, no nos va a conducir a un mundo en que podamos estar contenidos. Por eso, celebro y les deseo mucha suerte a los docentes que tienen esta tarea tan difícil de transmitir valores, en una época donde pareciera que los hemos perdido».
Se refirió a que el colegio «mantiene sus valores en función de las personas que lo acompañan en las comisiones de padres y no hay que abandonarlo, porque es la esencia para que nuestros hijos y nietos tengan un futuro distinto», donde puedan mirar a la cara a los demás con otro criterio que no sea el del pragmatismo tan cruel que es el que está rigiendo esta época».
Sobre su paso por las gestiones, Alegre refirió que «tuve la fortuna de estar muchos años en el gobierno y eso me permitió ver el desarrollo de este colegio de una manera muy especial y desde el principio. Por eso siempre digo que es muy lindo ser intendente y, aunque algunos critiquen, les digo que aspiren a ocupar cargos públicos, porque siempre hay ideas y proyectos. Y lo lindo de ocupar cargos públicos, es que esas ideas y esos proyectos se pueden ver materializados».
«Primero con Antonio y después con Alejandra, hicimos todo este desarrollo y este proceso, que nos parecía que era imposible y, afortunadamente, logramos concretarlo. Es un placer enorme estar con ustedes festejando los 60 años. Las autoridades tenemos la obligación de brindarles lo mejor, este ha sido nuestro desafío y creo que hemos cumplido», sostuvo.
«Ahora viene el desafío de los docentes de tratar de educar para lo desconocido. Los valores siempre nos van a dar la luz», agregó por último.
