Marcelo Piorno y Néstor Mattesich rodaron hasta Luján en bicicleta, en lo que fue el tercer viaje en dos ruedas hasta la Basílica.
La fe mueve montañas, suele uno escuchar como frase. En este caso es mucho más que eso y los villeguenses pasaron desde hace un tiempo a la acción, como muestra de agradecimiento a la Virgen de Luján.
«En octubre del 2022 hice mi primer viaje y extendí la invitación al grupo de ciclistas ‘Los Cóndores’. Diego Bengoa se prendió ese año», le comentó Piorno a ACTUALIDAD.
También que la iniciativa surgió «por un pedido especial a la Virgen, por una nieta que nació en noviembre. La Virgen me escuchó y salió todo perfecto. Es algo que hice con mucha fe y estoy agradecido».
En 2023 quiso volver a hacerlo. «Invité otra vez al grupo y en esa oportunidad, además de Diego se sumó Néstor Mattesich. Y este año, Diego no pudo estar, pero lo hicimos con Néstor. Elegí siempre el mes de octubre porque no hay tanto viento, no hace tanto calor y los días son más largos», expresó.
Sin embargo en los últimos días las jornadas han sido muy ventosas, con ráfagas muy importantes, y esas condiciones climáticas complican al ciclista.
«Hubo un día en que tuvimos mucho más viento del habitual y estuvo complicado. Salimos por tierra, intentamos hacer un poco de ruta y fuimos avanzando, pero fue complicado», insistió Mattesich.
Piorno se entusiasma y piensa en instalar desde General Villegas una peregrinación a Luján en bicicleta, como la tienen Carlos Tejedor y Lincoln. «¿Cómo nosotros no la vamos a tener», se preguntó; mientras manifestó seguro que «el año que viene lo repetiremos y obviamente la invitación está abierta a todo aquel que se quiera sumar».
«Si bien yo soy medio nuevo en esto del ciclismo, para los que nos gusta andar en bicicleta esto es algo muy lindo. Es una linda experiencia, la Virgen nos acompaña y la gente ayuda», agregó.
Para Mattesich, éste fue su segundo año de peregrinación a pie y también en bicicleta. «Para mí una experiencia bárbara, porque se trata de llegar con el esfuerzo de uno y agradecer a la Virgen. Uno recibe mucho y a veces con el trajín diario nos olvidamos de eso. Se trata de devolver con un poco de esfuerzo lo que siempre recibimos. Y se logra paz en esta etapa del año. Hacer lo que a uno le gusta, movido por la fe, es un complemento totalmente satisfactorio», concluyó.
