El reconocido periodista deportivo y relator de boxeo pasó por los micrófonos de OVACIÓN, donde habló, entre otras cosas, acerca de sus inicios, el significado del Luna Park en su vida y del presente de los pugilistas argentinos.
Osvaldo Príncipi nació un 14 de noviembre de 1956 en Mercedes, Provincia de Buenos Aires. Desde muy chico su vida estuvo ligada al boxeo, ya sea como practicante del mismo o como periodista. Con el correr de los años, Osvaldo construyó una gran carrera, que aún hoy, a sus 67 años lo mantiene vigente dentro de los mejores especialistas en la materia.
A lo largo de su trayectoria, Príncipi trabajó en los principales señales deportivas de nuestro país. Fue así como tuvo la oportunidad de presenciar y relatar un sinfín de veladas boxísticas no solo a nivel nacional, sino que también en el plano internacional.
Entre sus reconocimientos también figura la distinción como Personalidad Destacada de La Ciudad de Buenos Aires, localidad donde realizó gran parte de su carrera periodistica. Eso sí, nunca se olvidó de sus raíces, aquellas que lo catapultaron a los principales escenarios boxísticos.
Príncipi, uno de los mayores emblemas del periodismo deportivo de nuestro país, pasó por los micrófonos de RADIO ACTUALIDAD, donde charló mano a mano con Román Alustiza sobre sus dos grandes pasiones: el boxeo y el periodismo.
Sus inicios
Osvaldo Príncipi es oriundo de la localidad bonaerense de Mercedes. Allí fue donde comenzó su pasión por el deporte de los puños, donde desde muy temprana edad se metió de lleno en el periodismo local. «Arranqué a hacer notas cuando tenía 14 años. La verdad es que nunca le dí bolilla al documento. Es decir, siempre me sentí preparado para competir de igual a igual con los demás periodistas», manifestó. A lo que agregó: «Transité muchas horas de ferrocarriles, clubes locales y viajes en colectivo hacia la ciudad de Bragado. Siempre me tomé cada trabajo con la misma responsabilidad, asi sea tener que entrevistar a Sugar Leonard o a un boxeador de Bragado. Toda esa experiencia me brindó seguridad y me preparó para poder dar el salto», expresó quien fue la cara principal de Boxeo de Primera (Programa de TyC Sports) desde el 1994 hasta el 2009.
El Luna Park
El Luna Park es uno de los estadios con más tradición deportiva en la historia de la República Argentina. También conocido como «El Palacio de los Deportes», por allí transitaron deportistas de primera línea, principalmente boxeadores como Carlos Monzón, Nicolino Locche o Ringo Bonavena, entre otros.
«Mi primera vez en el Luna fue en el año 1974. Fui envíado por Julio Ernesto Vila, a quien admiré mucho durante mi adolescencia. Él me mandó a cubrir la antesala de una pelea de Víctor Galíndez (ex boxeador argentino). Ni bien puse un pie en el estadio me dí cuenta de que ese era mi lugar en el mundo. Fue algo fantástico para un chico de 16 años. Algo irreal», rememoró Príncipi sobre la ocasión en la que ingresó al Luna Park por primera vez.
El afamado relator es sin duda alguna una de las personas que más veces han asistido a los combates en el estadio ubicado en la manzana delimitada por las calles Bouchard, Lavalle y las avenidas Eduardo Madero y la tradicional Corrientes en el barrio de Sán Nicolás de la Capital Federal. «Siempre soñé con cubrir boxeo por televisión nacional. Es algo que anhelé desde chico y que posteriormente disfruté mucho. Era la persona más feliz del mundo cada vez que caminaba un largo trayecto desde mi departamento hasta el Luna Park. En ese momento sentía que se cristalizaba todo el esfuerzo y el empeño que le puse que comencé en los programas de radio de Mercedes», sostuvo Príncipi.
El periodismo actual
Príncipi lleva más de 50 años ejerciendo la profesión de periodista deportivo. Desde sus comienzos en 1972 hasta la actualidad, Osvaldo formó parte de grandes éxitos como Boxeo de Primera o 100% Lucha. A su vez atesora gratos recuerdos como el haber relatado combates de grandes glorias mundiales de la talla de Carlos Monzón, Sugar Ray Leonard, Mike Tyson, Roberto Durán o Floyd Mayweather Jr. Además fue el primer periodista argentino en recibir una acreditación para ingresar al Salón de la Fama del Boxeo, el cual se encuentra ubicado en New York, Estados Unidos.
Sus 52 años de experiencia son un aval más que suficiente para poder brindar una opinión acerca de como ve la profesión del periodista deportivo en la actualidad. «Personalmente no me considero un periodista en sí, sino un crítico de boxeo. Lo que yo veo ahora es a muchos hombres de los grandes medios que buscan constantemente el ser protagonistas. Los protagonistas son los que se suben al ring. Nunca se debe ser periodista del periodismo. Esa fue una enseñanza que me dejó Ricardo Arias en mi juventud. Es como un ABC para mí», subrayó el confeso hincha de Estudiantes de La Plata.
Su pasado como boxeador
Más emparentado con su rol de periodista o relator, pocos saben del Osvaldo Príncipi pugilista. Aquel joven mercedino que no sumó victorias, pero que adiquirió un conocimiento fundamental para su desarrollo como crítico de la disciplina. «Mi gran ABC del boxeo me lo brindó la misma práctica. Honestamente fui un boxeador muy malo, pero eso me me ayudó mucho para entender el deporte», destacó Príncipi que como amateur cosechó un récord de 4 caídas y un empate.
La actualidad del boxeo argentino
Como verdadero especialista en la materia, Príncipi comentó cuales son las principales razones de la decadencia, en cuanto a nivel, del boxeo en nuestro país: «Todo es relativo y va de la mano con el cambio que sufrimos como sociedad. Los jovenes de ahora perdieron la admiración por la sabiduria. Antes todos los boxeadores tenían un maestro célebre, un espejo al que querían seguir. El ring sigue igual que siempre, solo que se perdió el molde. Hoy los entrenadores hacen el curso por internet y eso para mí está mal. El conocimiento del legado vale mucho más que un curso insuficiente», remarcó el mercedino.
Para cerrar, Príncipi mencionó algunas diferencias entre los boxeadores del pasado con los actuales: «La preparación de ahora se basa mucho en lo físico y poco en lo técnico. Son unas máquinas de repartir golpes sin sentido. Es muy difícil encontrar boxeadores artísticos. Con eso me refiero a aquellos que se mueven con soltura por el ring, esquivan golpes y que saben leer los combates», concluyó.