Una exitosa versión escénica que lleva a cabo la novela de Manuel Puig, protagonizada por Leonor Manso, Ingrid Pelicori y Carolina Tejeda , con dirección de Leonor Manso.
Así se presenta en los medios nacionales la obra que llega este sábado 26 de octubre al Teatro Español, a las 21.30 horas, con entradas a 5 mil pesos que «se están vendiendo muy bien», informó Edgardo Matilla, desde el área de Cultura de la Municipalidad de General Villegas.
Dos hermanas octogenarias que viven en Río de Janeiro evocan el pasado y departen acerca de los amores de una vecina más joven. La obra elige el camino de la comicidad confirmando que la risa es un apropiado mecanismo de defensa que nos permite sobrellevar nuestras propias desgracias.
Una pieza en la que la vejez es vista como “la edad épica por excelencia” y el afecto como necesidad para paliar el absurdo del mundo.
El espectáculo se estrenó en 2018 con excelente repercusión de crítica y público, y agotó la totalidad de las funciones. Desde entonces inició un exitoso recorrido que lo llevó a importantes salas del país y en Miami, Estados Unidos, en el International Hispanic Theatre Festival.
En nuestra ciudad, las entradas se venden en la Casa de la Cultura, sobre calle Moreno, hasta el viernes inclusive de 7 a 19 horas; mientras que el sábado habrá gente en la boletería del Teatro Español por la mañana y por la tarde, previo a la presentación de la obra.
«Para aquellos que no puedan acercarse a la Casa de la Cultura, pueden comunicarse al 423608 para hacer el pago por transferencia y quedan las entradas reservadas para el mismo sábado, cuando vayan a ver la obra al Teatro», comentó Matilla.
Manso y Pelicori son dos intérpretes de culto en el ámbito artístico local, que han recorrido cuanto género existe en el teatro, el cine y la televisión, aunque quizás sea en el drama, donde se sienten como pez en al agua.
Ambas tienen historias de vida completamente diferentes, pero están hermanadas, no sólo por el talento, sino por una amistad que comenzó hace años, en 2001, cuando Leonor dirigió a Ingrid, y a Juana Hidalgo, en la obra Cianuro a la hora del té, del autor checo Pavel Kohout en el San Martín.
El mundo de Puig, según Clarín
Unos pocos libros, tan solo ocho, posicionaron a Manuel Puig (1932-1990), como uno de los narradores más originales que alumbró la Argentina, en la segunda mitad del siglo XX.
Dueño de una prosa audaz, adelantada a su tiempo y por momentos irreverente, Puig supo reflejar de forma notable el habla coloquial de su época, hasta el punto que su literatura es básicamente oral. Muchos le endilgaron un culto a los estereotipos de la cultura popular y su pasión por el estilo folletinesco. Todo lo que se le reprochó, terminó transformándolo en autor de culto.
En 1988 publicó Cae la noche tropical, en donde cuenta la historia de Luci y Nidia, dos hermanas que se acercan al ocaso de sus vidas. Una vive en Río de Janeiro y recibe la visita de la otra, tras la muerte de su hija. En sus vidas monótonas parece no tener cabida la emoción, y están pendientes de la vida y milagros de una joven vecina.
Son compinches y se la pasan chismorreando sobre las aventuras amorosas de la muchacha, proyectando sus propios deseos sobre la existencia de los hombres y la insatisfacción con que sobrellevaron sus matrimonios.
La versión escénica de Santiago Loza y Pablo Messiez (dirigió la puesta original que ahora repone Manso), es bastante fiel al libro y rescata el espíritu de estas adorables viejitas enclenques, casi caricaturescas que podemos reconocer en nuestras familias.
Las actrices daban por descontado que la temática de la propuesta sería reconocible para los adultos mayores, pero las sorprende el eco fraterno que encuentran en el público, incluso entre los espectadores más jóvenes. Hay humor, ternura y una inmediata empatía con estos seres frágiles que parecen tan cercanos.
-¿Qué les atrajo del universo de Puig?
Pelicori: Son personajes muy entrañables. Llenos de contradicciones y por eso son muy reconocibles. Nos pasa mucho que la gente dice: “Uy, son como mi mamá y mis tías, son como mi abuela y la hermana”. Yo un poco me inspiré en mi abuela.
Puig captaba muchísimo el lenguaje y lo plasmaba en las maneras de decir. Las dos protagonistas tienen una relación incondicional, pero, al mismo tiempo, se pelean, compiten y a los dos segundos se ríen. Ellas se entretienen contándose historias. Es un recurso que usa Puig; la idea de entretenerse con la ficción como algo que ensancha la propia experiencia. Es un modo también de la vida.
Manso: Yo conocí a Manuel en 1974, cuando filmé Boquitas pintadas, dirigida por Leopoldo Torre Nilsson. Puig era una persona hermosa, muy dulce, muy tímido, buen mozo, sensible. Venía a la filmación y disfrutaba mucho de lo que hacíamos. En esa época iban a ver con Beatriz Guido (esposa de Nilsson) el material a los laboratorios Alex. Era gente maravillosa, se trabajaba de otra manera, nosotros ya no fuimos así.
