El terapeuta especializado en adicciones dialogó con ACTUALIDAD. Llegó a General Villegas para visitar escuelas primarias y tener charlas con alumnos de 6° año.
Sergio Appa, terapeuta diplomado en adicciones y presidente de la Asociación Civil Espacio Ariel, originario de Venado Tuerto, visitó General Villegas para realizar charlas con alumnos de 6° año de escuelas de nivel primario de la ciudad. El tema a tratar fue la prevención y la sensibilización sobre los consumos problemáticos.
Los colegios que fueron parte de la jornada, los días jueves y viernes, fueron las EP N° 1, N° 17, N° 46, N° 3 y N° 2, con la organización a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social.
Sergio Appa es un terapeuta certificado en el ámbito de las adicciones y actualmente ocupa el cargo de presidente en la Asociación Civil Espacio Ariel, iniciativa que fue creada por él y su madre después de haber experimentado personalmente el impacto del consumo de drogas durante 17 años. En la actualidad, ofrecen charlas y brindan apoyo a las familias que enfrentan esta difícil situación.
Su llegada a General Villegas
Vanina Medina, subsecretaria de Desarrollo Social, área que contactó a Appa, explicó: «Es algo que veníamos programando hace meses. Él ya estuvo en los pueblos en su momento. Y nos pareció oportuno que venga a la ciudad cabecera».
Fue la primera vez del terapeuta en General Villegas, luego de una visita a Villa Saboya y Cañada Seca tiempo atrás. «Son lindas experiencias, porque uno disfruta lo que hace», sostuvo Appa en los estudios de FM Actualidad.
«La charla fue sobre concientización de consumos problemáticos. El tema aún es tabú. Vemos que la droga se tapa y no se habla, ni con los chicos ni con las escuelas. Entonces, debemos generar espacios de escucha para ellos», dijo Medina.
Un trabajo en primera persona
Las charlas tienen como destinatarios a niños, adolescentes y familias de diferentes instituciones. Encuentros donde Sergio aborda estos temas y habilita un espacio seguro para conversar sobre lo que les preocupa.
«Es una pasión, porque logro llegar a los niños. No hablo de las drogas, enfatizo en la prevención, pensando en lo que no tenemos que llegar a hacer. El consumo de drogas en los chicos es consecuencia de lo que nos pasa como adultos. La droga no es el problema. Somos los grandes. Hay muchas cosas por mejorar todavía», sostuvo Appa.
La idea de la Asociación es darle una continuidad a las charlas. «Vivimos en una sociedad ansiosa y compleja. Tenemos que cuidar lo que decimos. Y eso debe coincidir con lo que hacemos. No podemos marcar un límite si no damos el ejemplo», expresó el terapeuta.
Luego de un pasado difícil desde la niñez, Appa mencionó: «A mí me costó mucho llegar hasta acá y recuperarme. Tengo muchas cosas por decir y contar, para que sirvan. Aquel padre que cree que se las sabe todas, está equivocado».
«La realidad de los chicos tiene que cambiar. Pero si no les damos una oportunidad, eso no sucederá», agregó Medina.
Una historia de superación
«Fui un niño que sufrió falta de afecto y traumas emocionales, con un padre alcohólico y golpeador. Eso me trajo consecuencias. Todo lo que se vive en la niñez se termina pagando en la adolescencia o siendo adulto», expresó Appa emocionado.
En los últimos días, la Asociación cumplió 13 años: «Hoy estoy acá porque tuve una madre que nunca me abandonó y sigue estando. Luchó por la vida de su hijo con 70 años. Pero no pudo evitar que pasara aquello».
Después de superar la adicción, reflexionó: «Aprendí a evitar la llegada a esa situación, con charlas a padres y chicos. Es fácil juzgar al adicto, pero nadie se pone en los zapatos del otro. Todos hablan de empatía, pero nadie es empático. Hoy me siento un ser digno, porque pude recuperarme y no todos pueden hacerlo».
Según Appa, el consumo de drogas produce consecuencias como la psicosis, esquizofrenia y depresiones de distinto tipo. Por ello, dejó un mensaje a la comunidad: «Nunca critiques a un adicto, porque si esa persona se recupera, puede salvarle la vida a tu hijo o a un familiar. Dejemos de ser ‘opinólogos’ y miremos hacia adentro. Son problemas sin clase social. Esto le pega a todos los sectores. No es fácil aceptar que un conocido se drogue, pero si nos hacemos cargo desde el principio, todo cambia. Soy un defensor de la niñez, donde se gesta todo».
Una mirada de introspección
El oriundo de Venado Tuerto brindó un mensaje para todos los padres: «Debemos aprender a escuchar a nuestros hijos. Cuando le pregunto a una madre qué piensa de sus hijos, me dice muchas cosas malas. Pero no rescata nada bueno. Se pasan el día renegando. No ven ni escuchan. Tenemos un nivel de acelere grande, donde todo es inmediato. Terminamos siendo seres de derecho, pero vacíos. Hoy, parece que todo se resuelve con una computadora, un celular y cosas materiales».
Y remarcó en más de una oportunidad que la educación y los valores salen desde la casa, donde se transmite todo lo que los niños luego plasman en la vida. «El día que una persona decide traer un hijo al mundo, toma una responsabilidad. Los adultos vivimos diciendo en que la juventud está perdida. Yo digo que los que estamos perdidos somos nosotros», aseveró Appa.
«Los valores se aprenden en casa. Es la primera escuela que tenemos. Cada vez que en las charlas nos sentamos delante de un alumno, vemos tristeza y angustia porque no pueden hablar, porque no los escuchan», sostuvo.
Los chicos «no necesitan billetera gorda», sino «amor, cariño, un abrazo, una mirada, que los escuchen, que no es lo mismo que oír -continuó-. Creo que si yo hubiera tenido un espacio de escucha desde pequeño, las cosas serían distintas. Los niños vienen a enseñarnos. Y no nos damos cuenta. Los ignoramos. Creemos que hablar de adicciones es vergonzoso. No podemos negar que la realidad es ésta y nos desborda».
Appa sugirió que los padres, «en lugar de sentarse y tener un teléfono en la mano, tienen que empezar a hablar. Hay niños que sienten que los padres no los escuchan. Esos hijos vienen a cumplir un rol en nuestra vida. Enseñemos que esa vida pasa por otro lugar».
Una sociedad compleja
El terapeuta comentó que en las charlas en General Villegas «muchos se emocionaban, entre profesores y niños. Quizás, era la primera vez que se sentían escuchados, incluso sin haber hablado».
A su vez, opinó que el trabajo que se hace ‘despierta’ a la sociedad de estos tiempos: «No me la creo, pero creo en mí, en nuestra labor. Estamos activando a esos padres que creen que educan bien a sus hijos cuando los llenan de cosas materiales. Pero falta lo principal, que es decirle que lo quieren y darle un abrazo. Nunca hay tiempo».
«Actualmente la muerte tiene más valor que la vida. Lo rechazo completamente. Cuando una persona muere, lo recuerdan con cariño. Pero cuando vivió, nunca le dijeron que lo querían. Nos pasamos la vida reclamando todo lo que nos falta, pero no podemos disfrutar de las pequeñas cosas», agregó.
Según Appa, la felicidad «no viene sola. Es una construcción. Compartir un rato con tu hijo o tomar un mate con tu madre es lindo», expresó; y aseguró que «las bases de nuestros hijos se deben construir con amor. Es la única manera».